No te enamores de Gael Green © [S.U.D.C #2] ❌

Capítulo 10: "-Yo soy su Frankie y él es mi Renacuajo"

Capítulo 10

"Yo soy su Frankie y él es mi Renacuajo"

¿Alguna vez has sentido esa extraña sensación de vacío en tu estómago? ¿Esa sensación de no saber si te ha caído mal la comida, o si lo que ocasiona esa extraña sensación es la persona que tienes al frente? Hacía mucho yo no la sentía, hasta ahora... Mi mente me estaba jugando una mala pasada, pues se había encerrado en los bonitos ojos de Gael, quería reaccionar, pero me encontraba comparándolo con Daniel.

Daniel fue capaz de transmitirme tranquilidad desde el primer momento en que lo vi en la clase de filosofía, todo lo contrario a Gael, quien no había hecho otra cosa que complicar mi existencia. Él se parecía mucho a Aaron, ni siquiera entendía el motivo del por qué mis manos sudaban y un cosquilleo recorría el lugar donde Gael había puesto sus manos.

Su lenta respiración hacía cosquillear mi oído mientras se movía lentamente al compás de la música, no había abierto su boca desde hacía buen rato, era la tercera canción que bailábamos y ninguno de los dos parecía querer dejar de hacerlo.

Suspiré lentamente y cerré los ojos, presioné mi frente contra su hombro y traté de dejar de pensar. Sólo necesitaba dejar mi mente en blanco; necesitaba dejar de pensar en lo bien que olía Gael, necesitaba olvidarme de lo atractivo que se veía en su esmoquin negro, necesitaba dejar de pensar en lo cálidas que se sentían sus manos rodeando mi cintura y el calor que estas transmitían a mi piel... rayos, esto era un verdadero desastre.

Conocía perfectamente el concepto de atracción física y el estar enamorada. Y sabía que estaba muy lejos de volverme a enamorar de alguno de los dos, había logrado poner una barrera en mi corazón para no volver dejar entrar a nadie más, pues no permitiría que alguien más se encargara de hacerlo pedazos.

Pero ahora aceptaba que me sentía atraída hacia los dos.

Una persona podía atraerte por sus lindos ojos o su perfecta sonrisa; el cerebro capta las imágenes como un flash, haciéndote ver lo guapo que es un chico de momento, pero eso no quiere decir que vayas a enamorarte de él. Lo que entra por la vista, no siempre es bien recibido por el corazón, pues él se encarga del lento proceso de enamorarte de esa persona después de llegar a conocerla; aunque muchas veces hace mal su trabajo, y ciega los ojos del alma y te encierra en el mundo de los corazones flotantes.

—¿Quieres salir de aquí, Frankie? —susurró a mi oído.

Enderecé mi cabeza y lo miré arqueando una ceja. Él sonrió y negó con la cabeza.

—No te estoy haciendo una propuesta indecorosa. Hay un club cerca, donde podemos ir a reírnos de lo mal que bailan las parejas ebrias, te llevaré a casa temprano —miré a mi alrededor buscando a mi madre y a Adam, pero no los visualicé.

Logré ver a Caleb; estaba al lado de Anthony y Allan, los tres nos estaban viendo, Anthony les dijo algo y los tres se echaron a reír. Gael siguió mi mirada y se tensó al verlos. Se alejó de mí sonriendo, flexionó su brazo y apretó su nuca haciendo una mueca.

—¿De qué se ríen? —pregunté arqueando una ceja.

—De mí —contestó bajando la mirada—. ¿Entonces qué dices? —volvió a preguntar alzando sus cejas.

—De acuerdo —dije.

Caminé unos pasos detrás de él hacia el exterior. El frio viento de la noche nos recibió en cuanto pisamos el estacionamiento; me abracé con fuerza y caminé detrás de Gael entre los vehículos hasta encontrar el Porsche negro. Subí y puse el cinturón de seguridad, mientras esperaba a que Gael hiciera una llamada al lado de su puerta. Subió y condujo en silencio hasta el lugar.