Aaron II (Cancelada)

Capitulo 27: "Tú en mi cama"

No pude evitar sentir una sensación de mareo al despegar en la ventana de mi cuarto.

Todo mi cuerpo dolía, estaba agotada y el viaje solo duro 20 minutos, supongo que mi cuerpo no estaba acostumbrado a tanto ejercicio. Lo retiro, no esta acostumbrado a volar.

 Había un silencio sepulcral que invadía la casa. Tris aún no llegó, lo cual, significa que debo prepararme la comida. Sin duda la cocinaba mejor que ella pero en ocasiones como estas prefería comer lo primero que ella me diera. Me tiré sobre mi cama fijando la vista al techo, inhalé aire.

Mis pensamientos fluyeron en un mar lleno de peces y ondas sonoras. La imagen de un Aaron inocente se proyectaba en el techo dibujando una corta sonrisa en mi boca. Siempre se puse que nunca volvería a tenerlo de nuevo, no me acostumbraba a la idea pero casi lo estaba asimilando, ahora, tenerlo cerca de nuevo disparaba todos mis sistemas de alarma a lugares completamente diferentes. Pero la sensación era abrumadora y agradable, nunca  me olvide de él y mi cerebro al igual que mi corazón sabía que no podía borrarlo tan fácil.

Un ruido que prevenía desde la puerta me saco de mi sueño hipnótico. Mi cuerpo vibro, más bien por el susto inesperado. La puerta se abría sigilosamente y yo no dejaba de mirarla con ojos abiertos. 

No lo voy negar estaba asustada por la idea de un fantasma pervertido.

No me culpen, he visto mucho "paranormal activity".

De repente, una bola de pelo pequeña saltó desde el suelo hacia mi cama dándome un paro cardíaco, di un brinco en mi sitio, intentando incorporarme, con la mano puesta sobre mi pecho.

--Blaze.-- susurré para mi misma.

Blaze, se recostó sombre mi estómago, lamiendo mi mano. Con la otra comencé a acariciar su pelaje suave. 

Mientras se hacia una bolita sobre mi, otro ruido sonó desde la sala de abajo haciéndome brincar mucho más que antes y no solamente yo, sino también Blaze.

Era ruido de algún plato que se había caído y probablemente roto en añicos. Deje a Blaze en el suelo y me levanté, tomando una posición de ataque. Busqué alguna arma con la mirada en mi cuarto y lo único útil que vi era un lima uñas fino con la punta afilada. Lo rodeé sobre mi palma y me dirigí a las escaleras con pasos lentos y silencioso con la espalda doblada hacia delante. Comencé a bajar lentamente con mi mirada controlando cada movimiento, con mis poderes tenía mejor visión de lo que creía. Al llegar al último escalón me di cuenta de lo ridículo que era la arma que llevaba entre manos, quien se asustaría por un semejante lima uñas? Quería golpearme pero esa no era la situación oportuna. Los ruidos de cacharros en la cocina volvía a sonar helando mi sangre del miedo.

Por qué estoy asustada? Soy un Ángel.

Puede que por que nunca antes había colado ladrones en este edificio y si lo hacían yo no estaba enterada del todo.

Tragué saliva y volví a tomar mi posición anterior, entrecerrando los ojos. Un cuerpo musculoso y alto de espaldas apareció detrás de la barra de la cocina. Suspiré calmando mis nervios, su pelo era negro como el azabache y su piel ahora tenía un color bronceada. Me pregunto si se fue a la playa en mi ausencia?

Negué con la cabeza riendo por lo bajo. Mi cerebro mando la orden de relajación a todo mi cuerpo y me paré derecha. Cruce de brazos escondiendo mi ridícula arma como podía, y carraspeé mi garganta para llamar su atención ya que no se dio cuenta de los latidos de mi corazón.

Parece IMPOSIBLE! aún no me acostumbro a Aaron humano.

Giró sobre sus talones posicionando sus ojos sobre mi, sentí un cierto escalofrío cuando sus ojos se conectaron con los míos haciendo mi cuerpo perder el equilibrio, mi cerebro se adelanto y mis músculos estaban perfectamente posicionados en su lugar. Su boca, mi sitio favorito, dibujo una sonrisa que pocas veces solía tener. Llevaba la bata que suele ponerse Tris para cocinar, debajo de una camiseta blanca de tirantes que Dios que se me salga las alas y despeguen porque me voy a desmallar si sigo contemplando su cuerpo. Era malditamente sexy, sus manos sujetaban un plato con extraña comida pero la única comida que podía ver era a él con bata.