Capítulo 7

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Hace 8 años

-Clara

Me encantaba como sonaba mi nombre cuando ella lo decía. Muchos me llamaban de otras maneras, pero ella siempre decía Clara, mi nombre completo, sin diminutivos o apodos. Y me gustaba.

-Emily- respondí como.siempre lo hacía cuando sólo decía mi nombre.

-Sé que es muy raro lo que haré pero tengo qué hacerlo. Hay un museo que trae una colección única acerca de un barco hundido a mediados del siglo XV - ella se movía de un lado a otro sin mirarme a los ojos - y yo quiero que vayas conmigo. Compré boletos para ir a la inauguración.

-¿Sólo tu y yo?- quería saber puesto que anteriormente me había ilusionado con una cita y cuando llegaba el momento, sus amigos estaban ahí.

-Sí. Como una cita, sólo que si te sientes incomoda con eso puede ir Helena- se trababa entre palabras y lucía nerviosa.

- No, yo llevo tiempo esperando esto - me sonrojé inmediatamente y bajé la mirada.

-Mañana en la tarde paso por tu casa para ir juntas.

-¿Mejor nos encontramos en un lugar exacto? Mi casa no es buena idea- Mi familia no sabía de mi amistad con Emily y prefería mantenerlo así.

-¿Si vas a mi casa? Descuida, no están mis padres- sonrió y me tranquilicé un poco.

-Me gustaría eso.

***

-¿Te puedes tranquilizar?- me dijo Helena por enésima vez

-Es la primera cita real que tengo. No sé qué hacer o no hacer- me estaba cambiando y no tenía la más minima idea de qué usar.

-Pero es diferente. Conoces a Emily hace unos 8 meses Para ser sincera se demoraron mucho en salir.

-Helena, no ayudas- le dije tirando mi ropa a la cama

-Si uso pantalones es muy informal, si uso falda, ella se burlará.

-¿Vestido?

No había cosiderado aquella opción puesto que era muy elegante pero parecía ser perfecto para la ocasión.

-Usa el azul- me dijo Helena

-Es muy escotado

-Es perfecto, y es tierno y sexy a la vez.

Lo usé.

La prenda me llegaba a la rodilla. Era de manga acero y cuando lo usé me di cuenta que no era tan escotado como creía. En la cintura tenía una cinta azul que marcaba el inicio de la zona acampanada, como decía Helena, no llegaba a enterder cómo tenía un vuelo tan ancho.

Usé una carterita plateada para poner mis cosas ahí y unos zapatos del mismo color. Yo no quería usar maquillaje pero Helena insistió demasiado y sólo acepté usar base y rímer.

Me sentía nerviosa. No sabía si a Emily le gustaría el vestido o el maquillaje. No sabía si es que todo saldría bien, si las cosas cambiarían después de la cita. O si se arrepintiera de salir conmigo.

Según mis padres, iría a un evento de caridad, en esos donde los ricos donan una miseria y van bien vestidos por formalidad y también idiotez.

-Hija, te vez hermosa- mi madre estaba en la sala, viendo algún programa estúpido.

-Gracias- se me hizo raro que ella me halagara. Siempre me buscaba defectos.

-Pero te verías mejor con alguna joya u otro zapato- y ahí estaba su crítica - Por cierto, tu hermano te llevará porque el chofer no ha venido.

Solo diré que aún te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora