Introducción

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Me miro al espejo y todo es confuso. Me pregunto si sigo siendo la misma o si he cambiado para complacer a mi madre, quien se encuentra a mi lado con una gran sonrisa de satisfacción. No puedo evitar pensar que estoy haciendo esto por ella y no por amor como todos creen que lo hago.

Tengo puesto un ridículo vestido de novia. Se supone que debo de hallar el indicado para el gran día pero ya van 15 vestidos probados y ninguno me convence. Todos se sienten vacíos.

Mis damas de honor-más de mi madre que mías- aprueban lo que uso, igual que los 15 anteriores, así que no son de ayuda, yo no siento nada que me indique que es el apropiado y sus comentarios superficiales son demasiado absurdos.

Miro a mi alrededor y quisera que Helena esté aquí, pero ella me odia desde el día que le pedi que fuera mi dama de honor. Dijo "no seré parte de tu farsa" y lo entendí pero la necesito para al menos sobrevivir a esto y que lo intentara por mí.

Las tres damas de honor son las personas que más odio en mi vida. La hermana de mi futuro esposo, la hija de una tía y una supuesta amiga mía. Todas sugeridas por mi amada y odiada madre. Y aceptadas por mí y mi cobardía.

A pesar de tener 25 años, no puedo decirle que no a sus caprichos. Y no es que no quiera, sino que cuando lo hice hace años, todo me fue mal. Viví alejada de mi madre desde ese entonces pero mi novio decidió aceptar su invitación y pedir mi mano el día del aniversario de bodas de mis padres, no pude decir no por la cantidad de personas que había y pensaba hacerlo después pero los planes de la boda (hechos por mi madre) ya estaban casi completados. Y dejé que el tiempo pase sin decir nada

No culpo a Ricardo por haberse propuesto en un día así. Tampoco por ser tan ingenuo y no darse cuenta de mis miles de indirectas hacia el no casarnos o el hecho de que no haya querido pasar vacaciones con él y su familia... o hacer cosas que me involucren más con él. Me culpo a mi, por haber dejado que esta relación de dos años inicie.

Sólo que a los 22 años, cuando estaba destrozada y en el piso, Ricardo apareció como una mano amiga y me salvó. Y sé que acepté un noviazgo sólo por gratitud y lástima. Todo fue muy rápido y prematuro,yo solo no quería estar sola, él quería estar conmigo y lo hicimos funcionar. Supongo que él sabía que no lo amaba y que también sentía demasiada gratitud como para decirle no. Y yo pues... solo fingo amarlo, es fácil pues Ricardo se conforma con lo poco que le doy.

-Te ves hermosa, creo que este es el indicado. Es muy elegante, fino y la tela es preciosa- dice mi madre con alegría.

-Lo mismo dijiste de los anteriores- le recuerdo y me miro otra vez al espejo- las mismas palabras, incluso me las sé de memoria

-Hija, es tiempo que decidas, ya faltan dos meses para la boda y tienes que tener el vestido. Además es difícil encontrar vestidos de novia hermosos, después solo hallarás corrientes.

-No me importaría casarme con un vestido viejo, si es que es el indicado -le digo con ironía- es demasiado para sólo un simple día absurdo que no tiene sentido, la promesa es entre nosotros, no con la torta, el vestido, el traje o los invitados, todo es un derroche de dinero, un consumismo excesivo. Y Ni siquiera soy católica, no tiene sentido que me case por iglesia.

-Lo eres porque te bauticé cuando eras pequeña y recibiste la primera comunión y la confirmación. Y deja de quejarte, es tradición

-Era solo una inmadura que no sabia que era la razón- sé que la provocaré y no me importa. No quiero ir a otra charla de un sacerdote diciéndome qué hacer y qué no - tampoco tiene sentido que me case de blanco si no soy virgen, y estoy lejos de estarlo.

-Basta Clara. La tradición es que el matrimonio, el verdadero, es por la iglesia católica entre un hombre y una mujer. - me mira con una sonrisa fingida y sé que lo que viene a continuación es un golpe duro. Siempre tiene esa mirada antes de herirme- No como ahora que esos fenómenos se pueden casar. Nuestra sociedad ha caido en libertinaje y salvajismo

-Creo que este es el indicado- digo omitiendo su estúpido comentario homofóbico.

Las cinco mujeres de la habitación-incluyendo a quién nos atiende- celebran pues creen que la elección del vestido es algo mágico. Lo que no saben es que solo es una idea absurda, etereotipada y superficial. Yo sólo fingo emoción a pesar del dolor que siento a causa de los recuerdos y la traición que cometo.

Pago el vestido y mi madre se lo lleva en su auto, pues mi novio no debe de verlo sino nos irá mal en el matrimonio. Ya saben, ideas absurdas, con ellas o sin, igual nos irá mal. Me despido de mis damas de honor y les agradezco por acompañarme en esta elección tan importante.

El dia es cálido y decido caminar hacia mi departamento, el de soltera. No quiero ir a "casa" y encontrarme con Ricardo, besarlo y que él quiera tener sexo conmigo. No quiero verlo.

Camino por las calles e ignoro todo a mi alrededor, el sonido de los autos, las voces de las personas y algunos gritos. Solo camino sin fijarme en nada.

Llego a lo que se siente como casa. Mi viejo departamento que conservo por consejo de Helena, ella sabia que necesitaría un lugar para mí, lejos del mundo. El pequeño lugar sigue igual, lo mantengo limpip pues vengo con frecuencia a olvidarme de todos. Cuando abro la puerta, noto que hay un sobre en el piso, lo recojo sin darle mucha importancia y lo dejo sobre una mesa que está en el pasillo.

Atravieso el estrecho pasillo en el que hay dos puertas, uno para mi habitación y la que da al baño. La sala está al final, al lado de la cocina. Me quito la cartera y los tacones para tirarme sobre el sofá. Respiro y me tranquilizo un poco.

Recuerdo el sobre y corro a buscarlo. Cuando me mudé con Ricardo, hace ocho meses, no quise cambiar mi dirección asi que las cuentas de mis tarjetas, o papeles importantes llegan aquí.

Me siento en el sofa ya con el sobre en manos. Es uno pequeño y al leer de quién proviene, siento que el mundo se me cae.

Emily Hittlerband.

Lo abro con temor y hay cenizas. Sin comprender, lo vacío en mis manos que se ponen negras por la cantidad de cenizas. Hay una pequeña hoja con una nota.
La tomo con miedo y la leo:

"Esto es lo que pienso de tu invitación de boda"

Siento un dolor en el pecho y un vacío en la mente. Veo el sobre y no hay una dirección, asi que deduzco que ella misma lo dejó bajo mi puerta y eso me causa más escalofríos de lo que imaginaba.

Ella había estado aquí.

Ella vino.

Ella sabia que me casaba.

Y lo que era obvio: Mi madre envió la invitación.

La pregunta era Cómo, la ultima vez que supe de ella fue que se iba del país. Y la última vez que la vi fue aquella vez. En diciembre, hace 3 años cuando la perdí a ella y a mí misma



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Holaa ^-^ nueva novela ;3
Espero les.guste ^-^
Dedicado a Aparami98 quien fue la primera en leerla♡ gracias fea xd

Solo diré que aún te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora