Vigésima segunda parte

34 4 1
                                    

No te diré nada porque ésto tratará de lo que me pasó en la noche y ésta mañana. Asi que si estás dispuesto a leerlo, te sugiero que sigas.

Ryan fue a buscarme al trabajo después de que terminé, por alguna extraña razón me insistió en hablar conmigo, estaba muy raro, como nervioso y éso hacía que yo lo esté por lo que al preguntarle él negó que algo pasara pero ¡Por favor! Tan estúpido no soy.

-Ryan, dime lo que pasa, ¿No confías en mi? - Lo sé, soy un hijo de puta por hacerme la víctima para que me lo diga, pero bue..

-que lo hago Petey.. pero.. es que no sucede nada, estoy bien, todo está bien, perfectamente bien.

-Eres un asco mintiendo - Comencé a reír por lo bajo y el me golpeó el hombro con una sonrisa - Ya Ry, dímelo.

-Está bien. - Suspiró rendido. - Brendon me esperó fuera de mi trabajo hasta que salí y me siguió a mi casa - Su voz se iba apagando mediante hablaba - Tengo mucho miedo Peter, ¿Y sí hace algo malo? - Me tomó del brazo haciendo que pare de caminar

-Espera, ¿Quien es Brendon? - Había oido ése nombre antes y no recordaba de donde exactamente

Mi ex, Peter! - Dijo enojado. - No bromeo, tengo mucho miedo

-Tranquilo Ry - Lo abracé por la cintura a pesar de que él es unos centímetros más alto - Todo saldrá bien, no te hará daño.

-Ése no es el problema, ¿Y si te lástima a ti? - Me separé un poco para verlo a la cara, ¿Era capaz de pensar en mí en un momento así?

-¿Yo que tengo que ver? - Mi tono se tornó algo frío aunque por dentro me emocionaba el que haya pensado en mí

-Que Brendon es muy vengativo... por favor Pete, vamos rápido a tu casa. No quiero estar en la calle sabiendo éso.

-Esta bien, pero tienes que calmarte, no pasará nada. ¿Está bien? - Él me miró a los ojos esperando algo más salir de mis labios pero al notar que nada decía asintió - Bien, vamos corriendo - Sin previo aviso tomé su mano y comencé a correr.

Me sentía tan joven, aún lo soy pero es extraño porque Ryan me lleva unos 6 años y con él me siento un niño, uno capaz de vivir la vida sin pensar en los problemas que lo rodea, tal como él.

Llegamos a mi departamento riéndo a carcajadas porque Ryan no podían correr por sus "zapatos" por lo tanto yo lo carge unas cuadras hasta llegar al departamento. Las luces estaban todas apagadas a excepción de la televisión que era lo único que alumbraba la sala.

Pete! - Gritó Patrick saliendo de la habitación, al estar frente a mí me tomo de la chaqueta atrayendome hacia él y me depositó un beso en los labios como hace días que no lo hacia y luego acarició mi mejilla. Puedo jurar que mis ojos brillaron al sentir sus labios pero luego el carraspeo de la voz de Ryan me trajo a la tierra

-Creo que interrumpo algo, mejor me voy - Se volteó y salió de mi hogar.

-Estamos solo Pete... - Dijo con voz seductora pero no le presté la más mínima atención y sin pensarlo me solté del agarre de Patrick para ir detrás de Ryan - Wentz! Vuelve aquí - Su tono de voz había sido tan extraño que hasta no parecía él. Pero corrí detrás de mi mejor amigo

Ry! - Gritaba para llamar su atención pero éste no volteaba - Ry!, Ryan! George Ryan! - Me puse delante de él y le prohibí que siguiera caminando - ¿Qué te pasa? ¿Por qué no volteabas? - Intenté sonreírle pero mi respiración agitada no ayudaba

-¿A caso no lo vez? - No había notado sus ojos llenos de lágrimas - No sé como sigues con Patrick... - Giró su rostro evitando mi mirada.

No sabía que pensar porque Patrick fue mi todo y ahora... simple no lo sé, sus acciones, su actitud, todo cambió desde que pisó New York y siempre me hacía dudar si en verdad lo amaba pero sí, estoy enamorado de él, es mi niño pequeño.

-No se de que hablas - Le respondí buscando su mirada, era en vano.

-¡Por favor Peter! ¿Tan ciego eres? - Levanté las cejas confundido sin entender nada y luego negé - ¡Te engaña! ¡Él tiene a alguien más, Peter! ¿No puedes entender éso? - Me separé bruscamente de él

-No, no Ryan, él no podría..

-Ray y yo lo vimos, no quise decirlo porque creí que lo notarías o hasta él mismo lo admitiría, ¡Pero ya no aguanto más! - Casi gritó haciéndo que me sobresalte - Pete, solo quiero que seas feliz..

-¡No! Si tú quisieras que yo fuese feliz no dirías esas mentiras - Mi cara enrojecio de rabia y las lágrimas del mismo sentimiento se acumularon en mis ojos

- ¡No son mentiras! En verdad deseo que seas feliz, Pete.

-¡Cállate Ryan! Tú no sabes nada - Comencé a llorar - Él salvó mi vida y lo amo

-Pero, ¿Él te ama?

Su pregunta me dejo a la defensiva por unos minutos en los que pensaba en ello, ¿Patrick en verdad me amaba? ¿Que era yo para él?

- Juro que jamás te mentiría, Pete. - Se acercó a mi y me tomó de las mejillas

-¡Déjame en paz! - Me separé de él abruptamente y comencé a caminar de nuevo hacia el departamento

Pete! - Oí su grito desde lejos y me mordí el labio mientras más lágrimas caían.

Ryan se había convertido en mi mejor amigo aquellas últimas semanas pero me dolía el hecho de que mintiera sobre Patrick, mi pequeño. Él no era así.

Al llegar entrar nuevamente en mi hogar Patrick estaba con una sonrisa burlona. Se puso su saco azul marino y salió del departamento, pero no sin antes besar mi mejilla.

Me sentía extraño, ¿Por qué Patrick actuaba así? ¿Y qué hay de Ryan? Temía que ellos quisieran jugar conmigo y quebrarme cuando creía que todo estaba bien porque éso siempre solía pasarme a mí y solo a mí

Odio decir 'mí o yo' por mucho tiempo, pero es cierto ¿Todo tenía que pasarme? En verdad odio hacer este blog porque si hay algo que odio más que a mi mismo es hablar de mí. Pero debo admitir que es menos estresante que guardar todo ésto.

Aún así me siento algo vacío y con miedo de que todo terminé mal.

Da igual.

Gracias por leer, pequeña personita.

-Peter Wentz

Bruised and Scarred  |Peterick|Where stories live. Discover now