Décima segunda Parte

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Lo siento, lo siento, lo siento!

No debí dejarte así días atrás. Es sólo que en verdad estaba muy ocupado y fue lo que pude escribir.

Bien, volviendo a lo del segmento anterior...

Resulta que empezaría a trabajar con una banda la cual me dijero, se oye muy bien, nada de desafinaciones ni cosas extrañas, eran geniales según las demás personas mientras que yo solo oía sin opinar, no soy de aquellas personas que juzgan sin conocer.

Las vacaciones de invierno comenzaron y era genial, amaba la nieve y el café caliente era como... perfecto, siempre lo fue.

Mis jefes me dieron un mes de vacaciones para luego volver al trabajo con esa banda.

Obvio que yo me emocioné y le conté a Mikey. Que esos días no me tomaba mucha atención, más bien estaba perdido en otra nube y yo en la nuestra.

No sé si me entendes a lo que me refiero...

Bueno, de todos modos lo entenderás.

Bien, Gerard había llamado para que viajemos al lugar donde estaba porque había conocido a alguien genial y quería que sus amigos lo conocieran porque estaba enamorado profundamente de él y bla bla bla, más cosas.

Yo acepté sin dudar, total, todos estabamos de vacaciones, ¿Cual era el problema?

Y días después Mikey y yo viajamos a Chicago, que ironía, ¿No? Me escapo del lugar y uno de mis amigos prácticamente me obliga (Aun yo dije que sí antes de saber a donde era) a ir.

En fin, Mikey, Bob, Ray y yo rentamos un departamento en el centro de la ciudad (pero con distintas habitaciones) por un par de días y luego volveriamos a New York.

Jamás me cansaré de decir que el destino se encarga de cagar la vida de cada uno, o por lo menos la mía.

Te diré, pero solo pido que trates de pensar como yo, nada más.

Michael salió en la noche a penas llegamos hablando por teléfono y volvió a la madrugada, pensó que no lo había notado pero lo esperé horas hasta que pisó la habitación y no quise saber nada de él. Porque lo nesesitaba, no quería estar en esa ciudad y él se iba la primera noche sin avisarme nada. Sabía que tal vez era por trabajo, pero por favor, tan estúpido no soy. Quería que él estuviera a mi lado dándome apoyo como solía hacerlo cuando yo tenia 16 años que me abrazaba y calmaba mis miedos, en ése momento también lo nesesitaba porque había pasado millones de cosas mientras él estuvo ausente y presisamente no eran cosas lindas

Claro, pareció no importale el que yo esté sin hablarle todo el día. Se la pasó pegado a su celular hablando o enviando textos sin si quiera preguntarme como estaba o si nesesitaba algo, ¡Nada!

Dos días después de llegar a Chicago los chicos y yo nos dirigimos a la dirección que nos indicó Gerard. Diciéndo que su novio había invitado también a sus amigos para que todos podamos conocernos

¿Y quien crees que estaba allí?

No creo que lo sepas, pero te lo diré.

Frank, sí. Él mismo Frank que fue mi mejor amigos por años estaba saliendo con mi mejor amigo actual, era tan tierno. Que pequeño es el mundo

Y si Frank era su pareja eso quería decir que los que estaban allí eran Joe, Andy y un tal Ryan. Aún faltaba gente por venir según Andy que me golpeó, insultó y obviamente regañó por no decirle que me iba de Chicago sin decirle a nadie.

Ambos estuvimos minutos o tal vez un par de horas hablando mientras Ray, Joe y Ryan hablaban sobre guitarras y música y Mikey desapareció junto con Bob sin decir nada ni dejar rastro pero no me importó porque tenía a mi mejor amigo de la adolescencia junto a mí.

(Así es, cambió más de mejores amigos que de calzones. Pero no me importa! Ellos son los que me remplazan)

Mi mundo se cayó, se rompió y colapsó. Y Michael no estaba para darme apoyo moral, justo lo que nesesitaba.

Patrick apareció tomado de la mano con un chico morocho, (ahora que recuerdo era el mismo que estaba en el closet con él) de su misma estatura, con cabello negro y ojos chocolate.

Apreté la mano de Andy al verlo cruzar el umbral con su novio y una sonrisa pegada en el rostro.

Parecía feliz, lo era en realidad y estaba más hermoso que nunca, tenía el cabello más largo junto con patillas y una gorra adorable. En realidad no había cambiado mucho pero con cada día que pasaba él era más hermoso a mis ojos, sólo estaba un poco más alto, nada de otro mundo.

Pero recalco que seguía siendo hermoso y precioso para mí.

Brendon, era el nombre del chico a su lado, su novio. Lo admito, sentí celos de aquel chico por tener a mi único amor duradero y platónico. Ya que aún lo amo y seguira para siempre hasta que me muera y seguramente después de éso también.

-Autch! Idiota, suelta mi mano - Recuerdo haber oído quejarse a andy y soltarlo para luego apretar fuerte mis manos.

Ellos se abrazaban, besaban y estaban todo el tiempo juntos haciendo cosas muy dulces que me producieron diabetes. Así pudimos ser Pat y yo pero tuve que arruinarlo todo para luego escaparme.

En fin, Patrick al verme se sorprendió y sonrojó a más no poder, era extraño, porque yo solía hacerlo con Michael. Él me saludó como si fueramos dos conocidos lejanos, para luego tomar la mano de su novio y desaparecer de mi vista.

Me sentí tan mal.

Sentía el ruido de los pedazos de mi corazón quebrarse y destrozarme por dentro. No tenia a Mikey a mi lado y mucho menos a Patrick.

Me sentía solo a pesar de toda la gente a mi alrededor. No me sentía amado ni querido. Sentí que sobraba en aquella pequeña casa.

Y salí corriendo, sin prestarle atención a nadie ni al camino. Solo yo y mis lágrimas que parecían ácido sobre mis ojos y rostro.

Estaba jodido.

Siempre lo estoy.

Bien, siento si te aburrí con todo eso pero nesesitabas saberlo y si llegaste hasta este punto gracias por leer este cochino segmento de mi estúpido Blog

-Peter Wentz.

Bruised and Scarred  |Peterick|Where stories live. Discover now