Capitulo 3 ☞ Quinta Avenida

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[Karlie]

Estoy con un insoportable dolor de pierna. Nunca me había roto un hueso en toda mi vida. No puedo llegar a creer que me hayan atropellado. ¿en serio no me vió? A pesar de todo, es una chica linda. Pero detestable.

- ¿Cómo te haz sentido?

Es increíble que por fin, después de tanto tiempo, haya dormido de verdad. Después de haberme desmayado, mi cuerpo descansó por primera vez en mucho tiempo. Fue aún más increíble despertar y darme cuenta que estaba en la camilla de un hospital... Tenía mi propio cuarto. ¿Eso era posible?

- ¿Dónde estoy? - giré mi cabeza con dolor y ví a Lily a mi lado. No se separó de mi, tal como se lo había dicho.

- Estas en una clínica, han traído tú almuerzo... ¿Puedes creerlo? Aquí te traen de todo.

- Come tú, necesitarás de eso mejor que yo.- revicé con una mirada mi cuerpo. Tenía un enorme yeso en mi pierna derecha. Una venda en mi brazo derecho. Toqué mi cara y estaba con unas pequeñas venditas en la zona de la frente y mejilla. Mi brazo estaba conectado a un cable que me transfería suero.

- Esta bien, pero después no digas que tienes hambre.

- Tranquila, me estoy alimentando con esto.- le digo mientras le muestro mi brazo conectado al suero.

- Vinieron las enfermeras y dijeron que estabas muy delgada...

- ¿No dijeron nada de ti? - interrumpí preocupada, mientras veía como Lily disfrutaba de aquel plato con tallarines blancos y una salsa extraña.

- Nop, incluso no me querían dejar entrar, pero les insistí tanto, que logré entrar sin problemas... ¡Ah! Y la chica rubia, dijo que vendría en un rato más.

¿Qué chica rubia? ¡Ah, la que me atropelló? Claro, cómo olvidarla. ¡maldita!

- ¡Como odio a esa chica!

- Ni que lo digas, después que te desmayaste en su auto, se puso histérica al darse cuenta que lo estabas ensuciándo con tú sangre. Fue tan gracioso, luego llegamos aquí, unos chicos te llevaron en camilla. Yo no me alejé de ti en ningún momento, tal como me lo pediste y bueno... Ahora estas aquí.

- Lily, no te han preguntado nada, ¿quién eres? ¿dónde vives? Cosas así.

- No, en todo caso, sabes que no respondería, aunque me preguntaran. Tú me enseñaste eso.

- Tienes razón.- la mayor parte de mi vida, es tener que pasar miedos a cada momento. El primer miedo de mi vida fue cuando llegué a la calle. El segundo fue cuando perdí a mi mejor amiga en un accidente, quedándome con su mayor tesoro, su hija, Lily. Mi tercer miedo que pasé, fue aprender a cuidar a una niña en estas condiciones y el miedo que siempre me acecha, es que quiten de mi lado a lo único que me mantiene con vida, Lily.

- Permiso.

Escuché aquella voz que me había parecido chillona a un principio, pero que ahora no se escuchaba de la misma forma.

- ¡Vaya, vaya! Mira quién se viene aparecer.

- ¡Lily! - en serio, no se quién le enseño a ser tan desubicada. Obviamente no he sido yo.

- He pagado todo, saldrás de aquí sin deberle un dolar a nadie. Luego sí quieres, volverás a las calles como es debido.

- ¿No te cansas de ser así? - le cuestiono intentando de sentarme para mirarla mejor.

- ¿Así... cómo? - me parecía tierna escucharla hablar así. De alguna forma, esta niña rica no sabe nada de la vida.

- Así, de esas personas que disfrutan humillar a la gente más pobre, ¿no te cansas de que sientan miedo de ti o que te odien?

Antes De Una Polaroid ➢Kaylor Fanfic #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora