[11]Mi segundo beso también sabe a alcohol.

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Meredy en portada ↑↑↑↑

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Estábamos en el auto de Mer rumbo a New York, íbamos Mer, Alex, Lizz y yo. ¿Por qué a New York? Simple, a la media hora de estar consolando a Lizz y alentando a que su primo estará bien, llamaron sus tíos informando que acababa de morir. Me sentí toda una mentirosa. Cuando le dije a Lizz que su primo Evan había muerto, empezó a gritar y llorar fuerte haciendo que casi toda la fraternidad bajara a ver. Alex me había preguntado lo que sucedía, se lo dije y ¡PUM! estamos las 4 en el auto de Meredy. La verdad es que, Mer se vino porque está suspendida, Alex porque no me dejaría ir sola y yo porque siento el dolor de mi hermana, después de todo somos una fraternidad y eso nos convierte en hermanas.

Luego de unas horas, llegamos a la gran mansión donde velarían el cuerpo. Habían muchos autor lujosos estacionados en la entrada, cosa que me pareció raro ya que, según lo que me dijo Cody una vez, no eran una familia grande, ni mucho menos unida. Seguramente son amigos o yo qué sé, apenas sé que la familia de Lizz son asquerosamente ricos y que tiene un primo realmente sexy.

Al bajar del auto, como era de esperarse a pesar de nuestro poco maquillaje y arreglo, vamos dando nuestra entrada triunfal de velorio.

Tiffany, tienes más problemas de los que crees en tu jodida cabeza como para pensar en algo así a estas alturas...

Ok, ya, hablando serio. Íbamos de camino a la entrada por un largo pasillo de piedras que se hacía molesto caminar culpa de los tacones que llevo. Pero bueno, soy Shayaris dentro y fuera de la universidad. Al entrar, en lugar de un velorio, ésto parecía una junta de negocios. Sólo había pocas personas llorando, entre ellos, una mujer adulta de unos 50 años, una mujer de aparentemente 25 años, un niñito, y por último, el chico rubio que estaba sentado al lado del cajón, claro, no lloraba igual de exagerado que las mujeres pero se podían sentir sus sollozos.

Oh, mi Coyi...

Cuando Lizz lo ve, se sale de mis brazos para correr a su primo que no se limita en ningún momento a levantar la mirada. Cuando Lizz lo abraza, él le corresponde de manera rotunda que me incitan a derramar unas lágrimas.

-o-

Estábamos en otra habitación de la mansión donde parecía que se estaba realizando un banquete. Ya habían llevado el cuerpo para la cremación y todos dejaron de darle importancia, como si nadie hubiese muerto. ¿Se puede ser tan sin corazón? Pues los Larsson-Haynes han demostrado que sí, aunque Cody y Lizz no tengan nada que ver en esa familia.

Observamos de lejos a Cody y Lizz más relajados y decidimos acercarnos a ellos. Meredy es quien toma la palabra cuando ya estamos frente a ellos.

— Chicos. — dice para luego abrazarlos y centrarse después en Cody. — tienes nuestro apoyo, idiota, te amamos todas. — le dice pero él solo asiente. Luego se sueltan y Alex va a él.

Alex queda parada un rato frente a él, se miran fijamente por milésimas de segundos hasta que Cody salta a ella para llorar en sus brazos. Siento que algo se me rompió por dentro.

— Te queremos Coy... hasta Ginebra lo hace en lo más oscuro de su ogro ser. — dice y esta vez, Coyi logra reír leve.

— Gracias chicas, son las mejores... — dice secándose sus lágrimas.

— Es porque somos tus chicas, querido Coy. — Mer le guiñe un ojo logrando una leve sonrisa en sus labios por segundos. Luego me ve a mí...

Cody y yo empezamos a cruzar miradas, sus ojos solo me dicen lo triste que está así que, de un impulso, lo abrazo fuerte. Primero él se resistía a corresponder el abrazo, estaba inmóvil, pero luego no pudo más y se aferró con fuerza a mí, escondió su rostro en mi cuello y empezó a ahogar gritos en él. Lo sentí vulnerable, destrozado, no lo sentía como mi Coyi...

17 problemas (Sin corrección)Where stories live. Discover now