Parte 1

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El ruido de la reja llevó mi corazón a la garganta de un violento salto, un par de pequeños rostros me miran aterrados esperando la señal, moví la cabeza asintiendo lentamente, ellos se levantaron a prisa de la mesa para ir al lugar de siempre, ese refugio que Marcos improviso desde muy pequeño: un rincón del armario, donde hay que trepar un par de cajas y volver a bajar para pasar completamente desapercibidos.

La puerta se abrió de golpe y su mirada enfurecida choco contra la mía llena de pánico, las cosas terminarían mal (una vez más).

AlexandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora