CAPITULO 26-YEMAYA

Start from the beginning
                                    

-Respeta a tus mayores, recuerda que yo soy cinco minutos más grande que tú, sobre todo que soy más guapo, esa parte en definitiva debes de admitirlo pequeña- ¡Ja! En tu cara, odia que la moleste con lo de los cinco minutos. Aunque está dándome la espalda puedo decir que en este momento pone los ojos en blanco y en tres, dos, uno... si aquí viene la alegata

-¿Enserio te vas a defender con eso de los cinco minutos?- hace un ademan desestimando mi comentario y poniendo nuevamente los ojos en blanco- Pensé que tenías mejor material que eso. Por cierto, mamá dice que soy más linda, así que- me saca la lengua en modo de insulto. Oh wow no saben cómo me dolió eso.

Uhum.

Llorare por siempre mientras como mi emparedado de mantequilla de maní con mermelada de zarzamora.

Lloro tantoooo

-Diossss no te los comas todos Yemaya, yo también tengo hambre- pero yo tengo más hambre hermana.

Nerissa toma por fin su emparedado, pero se lo come con unas calmas que parece que le estuviera pidiendo perdón al emparedado por destrozarlo, uff.

Si así es ella, siempre haciendo todo con delicadeza para que nadie salga herido, por eso constantemente también la molesto diciéndole que tiene un corazón tan puro que ni siquiera puede matar a una araña.

Saben realmente molesto a mi hermana, naaah, por un microsegundo creí que era mucho, pero no, ella también hace lo suyo.

Comemos tranquilamente, bueno solo mi hermana yo casi me atraganto con mis emparedados hasta dejar solo migajas. Decidimos secarnos y descansar un poco mientras tomamos el sol. Saco nuestras sillas plegables y las extiendo en la cubierta, mientras mi hermana está desdoblando nuestras toallas, las extiende y nos recostamos.

Creo que me quede dormido porque veo que el cielo está un poco gris, es tiempo de regresar a la costa. Volteo a mi lado izquierdo donde está la silla de mi hermana y no la veo

-Ner- la llamo para decirle que me ayude con las sillas mientras yo empiezo a encender este vejestorio de yate, tenemos que apurarnos ya que estamos a una hora de la costa. La veo salir de la parte de atrás donde está el baño.

-Tenemos que irnos, ya es tarde, está oscureciendo. Me ayudas a guardar las sillas por favor- le digo distraídamente a mi hermana mientras voy hacia la cabina a tratar de encender este armatoste. La escucho que me sigue, me volteo para decirle nuevamente de las sillas.

-Yem, pero apenas y nos quedamos dormidos quince minutos, no es tarde, lo acabo de comprobar en mi celular, esto es muy extraño. Juro que revise el reporte del clima dos veces- me dice mientras hace muecas y veo confusión en todo su rostro

-Bueno supongo que en ese caso tendremos que apresurarnos más ya que eso solo puede significar que se formó una tormenta y no tardara en alcanzarnos. Vamos- lo último lo grito sobre mi hombro mientras me doy la vuelta a la consola de mando del barco, mientras empiezo a hacer comprobaciones y tratar de arrancar

A través del cristal de la cabina veo a mi hermana que está corriendo de aquí para allá, guardando nuestras sillas, lo que dejamos de lo que sobro del almuerzo. Todo esto lo hace mientras la veo murmurar y con el ceño fruncido.

La entiendo ya que jamás nos había pasado nada similar, siempre éramos muy cuidadosos con revisar el clima del área. Esto realmente no tiene sentido para nada.

Apenas y llevamos algunos minutos haciendo nuestro camino de regreso a la costa, cuando notamos que el mar se empieza a picar y hay mucho viento, definitivamente se está acercando rápidamente la tormenta, solo espero que alcancemos a tocar puerto.

NERISSA: EL LLAMADOWhere stories live. Discover now