114.

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Capítulo 114.

Observo el teléfono una y otra vez esperando que Harry vuelva hablarme. ¿Porqué fue tanta su insistencia en saber que haría esta noche? De las pocas veces que hemos hablado, le dije que mi vida se había convertido en una cárcel. Por opción propia, por supuesto.
En esto no puedo culpar a mis padres, ya que a pesar de todo lo que ha pasado, han insistido en querer hacerme salir.
Los complazco, pero ya nada es como antes. Rechazo la mayoría de las salidas al centro comercial porque no tienen sentido para mí.

-Emi, queremos hablar contigo —Dice papá parándose en el umbral de mi puerta.

-¿Que es lo que necesita? —Pregunto.

-Solo ven.

Suspiro.

Quisiera que solo me dejaran en paz, vivir mi vida a la manera que se me antoje. Pero eso está lejos de suceder.
Bajo las escaleras con los brazos cruzados, de forma protectora. Ambos me observan.

-¿Que ocurre? —Pregunto resignada a recibir una nueva charla.

-Siéntate —Me pide papá. Camino hasta el sofá y tomo mi lugar.

-Esta mañana hemos tenido una conversación con Clara, tu psicóloga —Dice él suavemente y suspiro.

-¿Puedes cambiar esa actitud Emily? —Habla mi madre esta vez —Sé que nada te importa, pero es importante.

-Bien —Finjo descaradamente una sonrisa sarcástica —¿Así esta mejor? —Agrego.

-Basta, de lo contrario serás castigada —No la soporto.

-¿Castigada? No tienes nada con qué castigarme, lo único que quería me lo haz quitado —Le recuerdo —Terminaste por alejar a la única persona que me hacía sentir bien. Le hiciste ver que soy un desastre, un problema y con ello me abriste los ojos y me mostraste que soy insignificante, que al final, él era demasiado para mi. Nunca fue al revés, él lo es todo, un chico excepcional que podría estar con la chica que quisiera, pero me eligió a mi —Las palabras salen de mi boca sin que pueda detenerlas —¡Eligió a una chica tonta, que habla con su amiga muerta, que no tiene un futuro, que no va ni siquiera al instituto porque los recuerdos la torturan!

-¡Hey, basta! —Interfiere mi padre —Estamos aquí para hablar, no para volver a tener esta conversación.

-¡Yo no quiero tener esta conversación, solo quiero estar sola! —Vuelvo a gritar.

-Cuando seas madre, podrás llegar a entender del porqué actúe de esa manera —Responde mi madre, demasiado calmada para ser ella misma —Para mi no fue fácil saber que ese hombre estaba abusando de Olivia. ¿Crees que no sentí miedo por ti? ¿De que podrías vivir lo mismo? ¿Me vas a culpar por preocuparme por mi única hija?

-El problema es que muchas veces te pedí que pudieras conocerlo. Te pedí una oportunidad para dejarlo venir, para que pudieras ver la increíble persona que es —Mi garganta quema, pero no lloro —Pero nunca le diste esa oportunidad.

Mi padre se pone en pie y se pasea de un lado a otro.

-Emily —Dice él —No queremos discutir contigo, si no para decirte algo importante.

-Espera —Lo interrumpe ella —Emily, cuando ocurrió el suicidio de Oliva, su madre cayó en una terrible depresión. Todo lo que ella vivió me hizo vivir desconfiada de hasta mi propia sombra. Entonces llegas tú y dices que has conocido a alguien mayor ¿Como se supone que debía actuar? No podía dejar de pensar en Olivia y ese hombre.

-Niall no es él —Insisto.

-Lo sé —Me dice y sus ojos se cristalizan —Cuando ella murió, tú cambiaste demasiado. Pero después todo cambió, te vi más feliz, más risueña —Continúa diciéndome —Y ahora estás como antes, y lo lamento mucho.

-Lo que intenta decir tu madre, es que no se interpondrá en tu relación con Niall —Dice papá y siento como el mundo se detiene —Ella sabe lo importante que él es para ti, y sabe que él te quiere. Y que no puede desconfiar de todo el mundo.

-Es verdad, hija —Añade mamá —Yo solo quería protegerte. No lo he hecho porque no te quiera, porque no te ame, claro que lo hago. Por ese motivo he sido así. He cometido errores, así como quizás él decidió irse ese día, quizás en su situación yo hubiera hecho lo mismo, todos estábamos demasiado histéricos.

-Emi ¿Él vendría aquí si se lo pidiera? —La pregunta de papá me deja con la boca abierta.

-Yo... No sé —Respondo —Es que ya no hablamos —Se me quiebra la voz y una estúpida lágrima se derrama por mi mejilla, pero soy rápida, la quito inmediatamente.

-Habla con él —Insiste —También merece una disculpa por el trato.

-No sé... —Susurro.

-Él te ama, lo sé —Mierda papá solo haz silencio — No eres insignificante, no te alejes de él porque piensas que eres un problema. Eres la más hermosa e inteligente chica que han visto mis ojos. Y él te quiere, ha estado contigo sabiendo todo lo que has tenido que soportar, te ama así. Dame su número, que lo llamaré.

-¿Qué? —¿Que ocurre con ellos?

-Dale el número a tu padre, Emily —Me pide mamá —Si es necesario, yo hablaré con él.

-Pero... —

-Nada de peros —Dice papá acercándose —Queremos verte feliz. Por cierto, las visitas con la psicología se terminarán solo si vuelves a sonreír y traer a ese chiquillo a la casa.

-Es un chantaje —Digo e incluso mamá sonríe.

-Lo es, pero del bueno —Me responde ella —¿Hablarás con él y lo invitarás tú? ¿O prefieres que lo haga yo?

-No, yo le hablaré —Digo rápidamente.

-Buena chica —Papá me abraza e invita a mi madre a nuestro abrazo.

No fue como creí que terminaría esta conversación, pero me alegra que sea así. Ahora la gran pregunta ¿Él me responderá? ¿Él querrá saber de mi todavía? ¿O ya es demasiado tarde?

+ 𝐐𝐔𝐄 𝐖𝐇𝐀𝐓𝐒𝐀𝐏𝐏 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Where stories live. Discover now