THE GUARDIAN | PETER PEVENSIE 1 ✔ [EDITANDO]

CAPÍTULO CATORCE

❛crear vida❜ 

    ASLAN Y YO SALIMOS de su tienda y todas las miradas del campamento fueron a parar directamente a mí y al gran león que caminaba a mi lado. Algún que otro soldado se paraba para hablar con él sobre temas de mera importancia, pero Aslan se excusaba diciendo que tenía temas más importantes por el momento. Temas como yo.

Busqué con la mirada la presencia de los Pevensie, pero no había ni rastro de ellos. Por un momento me sentí nerviosa y asustada por su seguridad. ¿Qué si Maugrim y los suyos los encontraban? Sé que con Peter podrían mantenerse a salvo, pero la idea de que un peligro les acechase no me tranquilizaba en absoluto.

─Lucy y Susan están con Aylee y Foundo paseando -contestó Aslan a mis preguntas nunca formuladas en voz alta. Lo miré confusa ante la sensación que éste hubiese leído mi mente- Y Peter está entrenando con Oreius.

Seguimos avanzando hasta una gran colina. Una tan alta que daba una perfecta imagen de todo el campamento y sus lares alrededor. Más abajo había una explanada en la que un centauro desenvainaba su espada hacia alguien. Eran Oreius y Peter. Éste último se veía bien, cómodo y seguro con sus movimientos y estocadas contra el centauro. Sin embargo no fui capaz de localizar a las niñas ni a los faunos que las acompañaban.

─Bien, Charlotte -habló Aslan deteniéndose- Debes saber que eres vida. Eres Narnia y tú la diriges. Tú controlas el agua que fluye por sus ríos, tú eres el cambio de las estaciones. Tú eres el florecimiento de las flores y el marchitamiento de éstas. Tú naces y mueres con Narnia.

Asentí ante las palabras del león. No sabía si sentirme más tranquila o confusa con su discurso, pero una sensación de poder creció en mí.

─Eres tan poderosa como yo, lo eres más que la Bruja. Y eso es lo que ella busca. Debes aprender a controlar y usar tus poderes, pues de lo contrario, ella podría hacerse con los tuyos. Y no sé qué sería de Narnia con tu fuerza y la de la Bruja unidas.

─Pero contamos aún con los tuyos, ¿no? -pregunté frunciendo el ceño.

La respuesta iba a proporcionar o no alivio en mí. Si Narnia solo contaba conmigo, y no también con la ayuda de Aslan, iba a suponer un pequeño paro cardíaco en mí.

─Yo no voy a estar siempre ahí -respondió para muy a mí pesar.

El rostro se me contrajo, mas intenté no exteriorizar demasiado mis emociones.

─Entendido -asentí para que procediera con la explicación.

─Empezaremos con algo básico -prosiguió después del pequeño silencio incómodo que se había formado tras su anterior comentario- Te enseñaré algo que está siempre a tu alrededor, que es lo más simple pero a la vez lo más complejo. Mira hacia el horizonte, mira el bosque que nos rodea, mira el campamento y al pueblo. ¿Qué ves?