13.- Siguiendo a la oscuridad

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NARRADOR

Belha observo a distancia a la chica pelirroja que Sam y Dean abrazaban. Era de estatura baja y piel blanca. Aunque sabía que estaba herida y podía sentir cuan lastimada estaba, la pequeña de estatura, pero más grande de edad que Belha, sonreír hacia los hermanos.

¿Cómo era posible que sonriera de esa manera cuando por dentro sentía tanto dolor?

- ¿Y ella es? - Belha parpadeo hacia l chica que ahora estaba frente a ella. la chica la miraba con curiosidad. – no me digas que es una hija perdida tuya – dijo la chica mirando a Dean

- ¿Qué? – pregunto casi sin aliento Belha

- Tiene tus ojos – Charlie se acercó más a Belha, con la intención de mirar de cerca sus ojos tan raros - aunque los tuyos son una combinación de verde y azul

- Ella es Belha – dijo Sam algo perdido por lo que acababa de decir Charlie

- Una chica a la que estamos ayudando – dijo Dean después de carraspear un poco. Belha aun miraba a Charlie con sorpresa en su mirada – una chica que es descendiente de Caín y que por igual que yo posee una marca en su brazo

- ¡Oh! Bueno - Charlie se acercó sin temor a Belha y sin esta última esperárselo, la abrazo.

- Estás herida – fue lo primero que dijo Belha mientras estaba estática ante el abrazo de Charlie.

- Si, solo un poco – dijo Charlie alejándose de la chica

- No - dijo Belha mirando en donde Charlie tenía una mano colocada, sobre un costado - te duele mucho

- Lo mejor ya paso ...

- No es cierto – dijo Belha interrumpiendo a Charlie y mirándola con el ceño fruncido – creo que te duele incluso mucho peor...

- ¿Como...? – quiso saber Charlie

- Bueno, tenemos presente en la habitación a un Ángel de la muerte – dijo Dean. se sentía extraño por los comentarios de Charlie. Estaba comenzando a pensar que la razón de que Belha se pareciera a su madre, era porque era su hija...

- ¿Las muertes pueden ser ángeles? – pregunto confundida Charlie

- Aun no entendemos este nuevo concepto de Ángel de la muerte... creo que te lo debemos – dijo Sam.

- Así que, ¿en dónde está el libro? – pregunto Dean.

Charlie se acercó a un trozo de tela y lo cogió en manos. Un pequeño mareo hizo que Belha se tambaleara un poco y se apoyara del brazo de Sam

- ¿Estás bien? – pregunto Dean al ver a la chica

- De hecho no - contesto Belha algo perdida - creo... creo que tomare un poco de aire allá afuera - dicho eso, salió de la cabaña.

Había algo con ese libro, ella lo podía sentir. Camino por la orilla de la cabaña con pasos lentos. Susurros comenzaron a escucharse. La llamaban.

El bosque que rodeaba la cabaña comenzó a oscurecer. Los susurros se convirtieron en palabras que no entendía. Siguió el camino por detrás de la cabaña sin importar estarse alejando.

- Ven – se escuchó la voz de una mujer – ven conmigo - Belha giro para todos lados en busca de la responsable de esa voz, pero no había nadie... solo oscuridad y arboles enormes.

De pronto una luz aparecio. Ella sabía que era una luz aunque solamente podía ver un poco de su resplandor detrás de ella

- Jophiel - Belha se giró. Esperando ver con claridad a aquella persona que la llamaba.

No era una persona lo que resplandecía. Ni siquiera sabía que podría ser. La luz era tan fuerte y potente que no alcanzaba a ver que o quien estaba dentro de aquel resplandor.

- Ven conmigo – se escuchó de nuevo la voz de una mujer a sus espaldas. Los arboles desaparecieron. Ahora solo había oscuridad a su alrededor.

- Jophiel – la voz de la luz ahora sonaba como un susurro. La luz seguía frente a ella, pero ahora estaba lejos.

Cuando Belha se disponía a ir con la luz, una nube grande e incluso más oscura que la oscuridad que la rodeaba, aparecio frente a ella, tapando por completo la luz.

- Ven conmigo - le susurro la nube. No tenía intención de seguirla. No tenía intención de dar un paso y seguir a esa enorme nube de humo negro que le hablaba, pero su cuerpo no respondía a ella. su cuerpo respondía a la oscuridad.

Caminado unos metros, la nube se detuvo. Belha por igual. La nube comenzó a descender hacia abajo. Belha bajo la vista para ver a donde iba esa oscuridad, y se encontró con un enorme vacío.

- Sígueme – le volvió a susurrar la voz – ven conmigo

Belha sabía que no podía ir. Muchas veces había soñado con esa oscuridad, con ese vacío, ese dolor y esa tristeza que siempre estaban acompañándole. Sabía que era maldad.

Belha le ordenaba a su cuerpo dar media vuelta y regresar. Tenía que regresar con los demás. Pero sus pies la estaban traicionando. Dio un paso, acercándose al vacío. Dio un segundo paso, quedando en la orilla. Solo un paso la separaba de la oscuridad.

- Jophiel – un resplandor apareció de nuevo a sus espaldas, y estaba más que segura de que era la luz de nuevo, tratando de ayudarla.

- ¡Belha! – un grito. Se escuchó un grito. Su pie comenzó a elevarse, queriendo dar el paso final.... - Belha – se volvió a escuchar. La chica se dio cuenta de que la persona quien le gritaba era Dean.

"- ¿quién es tu padre? - las imágenes de una chica castaña aparecieron en su cabeza -

- Sigo de preguntar – escucho su propia voz "

- Te tengo - la voz de Dean se escuchó cerca de su oído. Parpadeo. La oscuridad se fue. La luz se fue. Todas las imágenes dentro de su cabeza desaparecieron. Lo único en lo que podía pensar ahora era en que Dean la sostenía en brazos y la alejaba de la barranca a la cual estuvo a punto de caer.

O mejor dicho, a la barranca donde la oscuridad la quería aventar.


2º Libro: La Marca de CaínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora