11.- ¿Acaso quieres hacer un trió?

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BELHA POV

Esos ojos.

Esa voz.

Esa oscuridad.

Todo se desvanecía al despertar de la pesadilla. No todas eran iguales. No todas eran pacíficas. No todas eran normales.

La tristeza se comenzaba a apoderar de mi día con día. Pasó a paso. Thadeus llegaba los fines de semana a verme. Terrence llegaba con Thadeus los fines de semana a ver a Miles.

Castiel llegaba cada día con respuestas negativas de mi búsqueda. Había incluso intentado ver en mi mente para ver que podía encontrar en ella, y para sorpresa de todos y mía, no había logrado ver nada.

Mi mente estaba bloqueada

Sam se comportaba de forma rara conmigo. Dean estaba actuando como un padre para mí.

Todo era distinto, confuso y a la vez fascinante.

Miles siempre lograba cualquier momento para estar en un lado mío, y de hecho esa pequeña obsesión me comenzaba a asustar.

Solo un poco.

En ciertos momentos Miles lograba ser divertido y me distraía cuando me veía decaída. Eso lo agradecía.

Ciertos días Miles salía y no decía a qué lugar iba... tardaba entre tres o cuatro días en regresar. Nunca pregunta nada al respecto.

Días atrás cuando Dean me saco del bunker, me confeso que era confusa mi presencia frente a ellos, ya que tengo cierto parecido a la madre de ambos, la cual había muerto cuando Sam era tan solo un bebe.

No me imagino por todo lo que debieron de haber pasado, después de todo Dean tuvo que dejar de ser un niño para entrar de lleno en su papel de cazador y hermano mayor de Sam. Aunque en mi opinión, fue un padre para Sam.

Creo que por ese motivo Samuel Winchester no quería estar mucho presente cuando yo lo estaba. Y no lo culpaba.

Hubo unas veces en donde pude sentir sus celos hacia mí. No eran malos, claro. Pero eran celos. Al parecer Dean tomaba un papel conmigo sin necesidad de tomarlo, y eso era algo difícil de creer para Castiel y para Sam.

Pude recordar la primera vez que había visto a Dean. Pude recordar que sentía como se encontraba mi madre tan nerviosa en su presencia. Y eso me confundió más ya que, se supone que en ese entonces era una niña normal.... Aunque Miles me recordó que vio mis alas y mi luz, por lo que podemos descartar que era una niña normal.

- Me encuentro bien - su voz se escuchaba enojada y fastidiada. A Dean siempre lo agobiaban con preguntas sobre su estado. ¿Por qué si sabían que no estaba bien, lo seguían preguntando?

Quite mi vista de la portátil para ver como Dean subía las escaleras hacia la puerta principal. Cuando la puerta se escuchó cerrar, divise a Sam.

- Si sabes que él no se encuentra bien, ¿porque incluso se lo preguntas? - no pude contener mi pregunta.

- Porque quiero que sea sincero por una vez en su vida - dijo Sam girándose hacia mí.

- No lo será. Es tu hermano mayor. Eso es su trabajo – miro de nuevo la pantalla y comienzo a teclear

- ¿Su trabajo? – pregunta Sam con duda

- Si. Es su trabajo mantenerse fuerte y bien para ti. Sin opciones. Sin sinceridad – dejo de teclear. Suspiro – ¿siempre ha tenido ese deber no? – Sam asiente – así que no lo presiones y esperes que te diga lo mal que esta, eso no pasara.

2º Libro: La Marca de CaínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora