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"¿Nerviosa?" Preguntó Michael tomando mi mano sin soltar la otra del volante.

"Para nada" Sonreí y al mismo tiempo le mentí, estaba más que nerviosa. Íbamos camino al hospital a ver a la mamá de Michael quién tanto quería conocerme, o al menos eso era lo que él me había dicho. "Tal vez un poco" Mordí mi labio inferior y solté la mano de Michael.

"¿Por qué?" Me preguntó confundido.

"¿Qué pasa si no le agrado? O si no le caigo tan bien"

"No digas tonterías Ash, va a amarte" Me sonrió y de alguna manera eso hizo que me tranquilizara un poco.

"Michael..."

"¿Si nena?"

"¿Cómo se ve ella? Quiero decir ¿Se ve muy enferma? Suelo ser un poco sensible ante situaciones como estas y.. no quiero decir o hacer alguna estupidez" Tenía miedo de que el cancer haya afectado a la mamá de Michael en alguna forma física y yo notarlo demasiado.
El no dijo nada y sólo se me quedó viendo, creo se había dicho algo que no debí decir. "Lo siento, no debí decir eso, me voy a callar. Olvida que pregunté esa estupidez"

"Tranquila, se a lo que te refieres, está bien" Sonrío de lado "Y no, no ha pasado nada con ella físicamente"

Me calmó un poco el saber que no se molestó cuando pregunté eso, creo que había escogido las palabras incorrectas para hacerlo, la mayoría del tiempo hablo sin pensar. Me sentía un poco tonta, pero probablemente era por los nervios.

Llegamos al hospital, el único que contaba con oncólogos; los hospitales me daban miedo, mucha gente moría ahí, sin mencionar los terribles accidentes por los que la gente terminaba ahí. Michael y yo le habíamos comprado flores a su mamá, girasoles, él me había dicho que eran sus favoritos.
Quedamos frente a la puerta de una habitación que se encontraba a la mitad del quinto piso. Los nervios aumentaron más de lo que ya estaban presentes, no sabía que reacciones debía tomar ante una situación como esta. Jamás había conocido o estado a punto de conocer a alguien con esta enfermedad.

Michael tomó mi mano y se giró para que quedáramos frente a frente "Tu tranquila, las cosas saldrán bien" Me besó la frente y giró la perilla de la puerta.

La habitación era algo grande, con paredes blancas y persianas que también eran blancas. En medio se encontraba la cama, con sábanas azules y dos mesitas de noche de cada lado, la mamá de Michael estaba dormida, se veía muy quieta y era muy bonita.
Sentí un nudo enormes en la garganta acompañado de ganas de querer llorar.

"Mamá" La llamó Michael moviéndola suavemente.

Ella abrió los ojos y una enorme sonrisa iluminó su rostro cuando vio a Michael frente a ella, la sonrisa de ambos era igual. "Hola cariño" Le dijo su madre con una voz un poco ronca.

"Traje a alguien conmigo el día de hoy, justo como querías" Yo seguía parada como estupida en la entrada de la habitación. Michael se volteó, dio unos pasos al frente y extendió su mano para animarme a avanzar, lo cual le funcionó bastante bien porque logró hacer que me acercada mucho más a donde se encontraba su mamá.

"Hola, es un gusto poder conocerla al fin, me llamo Ashley"

Su madre se sentó en la cama y con sus dos manos tomó una de las mías. "Que gusto que hayas podido venir linda, Michael siempre me habla sobre ti, ya veo por qué" Me puso feliz haber escuchado eso.

"Le trajimos esto" Le dije mostrándole el ramo de flores en mi mano.

"Son muy bonitas, gracias cariño"

No teníamos mucho tiempo para visitarla más que 30 minutos, su mama, Karen, me preguntó varias cosas acerca de mi, mi familia, intereses personales, cosas básicas. Parecía una persona feliz a pesar de todo lo que estaba pasando, sentía pena por ella, en el buen sentido, parecía ser una buena persona y me dolía el hecho de pensar en su enfermedad.
Me contó que tenía leucemia, pero que por alguna extraña razón su cabello jamás se fue por la quimioterapia.

"Vuelvo en un momento" Dijo Michael levantándose del pequeño sofá individual donde se encontraba para salir al pasillo.

"Bien, no tengo mucho tiempo para decirte esto cariño, el volverá en cualquier momento. Me gustaría pedirte algo" Me dijo su madre.

"Lo que usted necesite"

"Primero que nada estoy muy feliz de haberte conocido, eres una gran chica. La idea de saber que tú haces feliz a mi hijo me pone aún más feliz" Las ganas de llorar aparecieron de nuevo "Ashley, no sé si sea mucho o poco el tiempo que me queda, pero sea como sea, cuida mucho de Michael, continúa haciéndolo feliz de esa manera en la que sólo tú sabes, me gustaría que fueras quién lo ayude a salir adelante sin mi, no dejes que su sonrisa se borré en algún momento" Una pequeña lagrima logró escaparse de mi ojo derecho.

"No lo haré" Le sonreí. "Lo prometo" El hecho de que su madre me tuviera muy en cuenta para este tipo de cosas sin tener más de un día de conocerme me hacía sentir especial, me había pedido una responsabilidad enorme.

Michael volvió unos minutos después para decirme que ya teníamos se irnos, ambos nos despedimos de su madre, me dijo que esperara un momento afuera porque quería decirle algo en privado. Luego lo vi salir de la habitación con los ojos húmedos y rojos, odiaba verlo de esa manera. Pero me hacía darme cuenta de lo fuerte que era Michael. Mi única reacción fue envolverlo en un abrazo.

"Puedes llorar de nuevo si quieres" Le dije mientras pasaba mi mano por su espalda.

"No estaba llorando, tenía algo en mi ojo"

Me separé de el y lo mire a los ojos "Sabes perfectamente dos cosas, uno: no puedes hacerme tonta" Limpie los restos de humedad con mis manos "Y dos, no tienes que hacerte el fuerte conmigo, jamás voy a juzgarte por lo que hagas Michael"

No dijo nada y volvió a abrazarme, instantes después pude oír cómo lloraba un poco. "Las peores cosas vienen a mi mente Ash, no quiero perderla"

"No lo harás Michael, pase lo que pase ella siempre va a estar contigo. Es difícil mantener pensamientos positivos en estos momentos, pero todo va a estar bien" Traté de calmarlo.

Me miró a los ojos durante un momento, luego algo inesperado salió de su ms labios "Te amo"

¿Había escuchado bien? O tal vez me había vuelto loca. Michael me había dicho el primer Te amo, lo dejo salir sin avisar. Pensaba que cuando eso sucediera iba a quedarme sin saber qué decirle o dudando en sí responderle lo mismo, pero no fue así. "Yo también te amo, y mucho Michael"

"Gracias por haberme acompañado hoy Ash"

"No tienes que agradecerme nada. Anda, vamos que descanses un poco"

De camino a su apartamento pasamos por algo de comer, pizza, la comida que Michael amaba más que a ninguna otra.
Comimos un poco y luego fuimos a recostarnos, Michael jugó con mi cabello durante un rato y luego se quedó profundamente dormido, me quedé mirándolo un momento, su pecho bajaba y subía lentamente, su boca estaba un poco abierta, y su pequeña nariz se vería realmente bonita. Me quedé ahí un rato más y luego salí de la cama con cuidado de no despertarlo, debía regresar a mi casa o mamá y Danielle me matarían.
Tomé mis cosas del sofá saliendo de su departamento.

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Estaba pensando en hacer un playlist sobre la fic pero no estoy segura de sí subirla en el próximo cap o hacerlo hasta que termine la fic ¿Qué les gustaría más? Estaría disponible en Spotify/YouTube :)

Otra cosa, gracias por los casi 9k leídos y 1k de votos, me alegra que les guste lo que hago 💗

Colors » m.cWhere stories live. Discover now