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El cumpleaños de Michael se acercaba, tres días para ser exactos, y el aún no me había dicho que quería, claro que aunque no me lo dijera de igual manera compraría algo para el y hacerlo "sorpresa", pero era preferible para mí que le mismo me lo dijera, o que me diera una idea.

Aún quedaba una semana y media antes de que mamá y Danielle volvieran a casa, aún tenía que pasar una semana y media más sola en mi casa, deje de pasar mucho tiempo con Michael debido a su trabajo, mi aburrimiento era tanto a estas horas del día, que había pasado por mi mente en también buscar un trabajo, algo pequeño, no necesariamente uno de tiempo completo, sólo algo donde ocupara un par de horas de mi día.

Era viernes, los lunes y viernes tenía permitido ir a ver a Michael al trabajo a la hora de su descanso, claro que a veces no hacíamos caso a eso y lo visitaba más días de los permitidos, pero digamos que más de una vez fue regañado por eso, no quise seguir causándole problemas así que decidimos apegarnos a las reglas.

"Hablo enserio Michael, debes decirme que es lo que quieres de cumpleaños, tengo dos días para comprarte algo" Me quejé.

"¡No lo sé Ashley!" Gritó. "No tengo la menor idea, te lo dije, te dije que no necesito nada y que lo que tú quisieras darme estaba bien para mí" Había algo que me molestaba demasiado, y eso era exactamente lo que Michael acababa de hacer, el no sé a preguntas sencillas, pero no iba a pelear con él por esto, sería estúpido discutir solo porque él no sabe qué quiere para su cumpleaños.

"Está bien, solo dame una palabra, una palabra relacionada con lo que te gustaría que fuera tu regalo" Se que me veía bastante irritante al querer obtener una respuesta a aquella pregunta, pero de verdad quería comprarle algo con lo que él quedará fascinado ¿Tenía algo de malo el querer hacer feliz a mí novio?

Michael se quedó callado un momento, supongo que pensaba en su respuesta, no dijo nada hasta después de un par de minutos "Música. Puedes darme algo relacionado con la música" ¿Eso era todo? Música, me sentí han tonta al haberle insistido en que el me lo dijera cuando yo lo conocía lo suficiente como para saber que algo relacionado con la música podría hacerlo feliz. "Bien, ahora que ya respondí a tu pregunta" se levantó del pequeño sofá que se encontraba en la sala de descanso de la tienda "Aún tengo diez minutos, sería inapropiado y tonto no aprovecharlos"

Michael puso el seguro a la puerta y corrió para sentarse o más bien aplastarme contra el sofá, comenzamos a besarnos, las manos de Michael estaban en mi cintura y las mías en su cuello, cada vez que nos encontrábamos en esta situación de cierta manera me resultaba gracioso porque aunque ya no hubiera espacio entre nosotros, alguno de los dos hacia algo para acercarnos más.
Sentí como las manos de Michael se deslizaron por debajo de mi blusa, yo estaba a punto de hacer hacer lo mismo con el, pero el sonido de la puerta intentando ser abierta nos detuvo.

"Clifford, tu descanso acabo," La voz gruesa de un hombre se escuchó al otro lado. "Necesito que vengas ahora"

Michael se apartó de mí y se arreglo un poco el cabello, me dio unos segundos para que yo hiciera lo mismo, lo detuve antes de que abriera la puerta. "Espera, tienes un poco de labial aquí" Susurre limpiando los restos de mi labial que se encontraban a un costado de su boca "Lo siento"

"Descuida, esta bien" Michael abrió la puerta y nos encontramos con un hombre que era más alto que el, si es que eso podía ser posible, se veía de unos 50, era castaño y tenía un rostro intimidante, Michael me había hablando antes de el, era su jefe. "Lo siento señor, estábamos terminando de comer algo, no noté que la puerta tenía seguro"

El hombre lo vio detenidamente con una mirada bastante sería "Descuida muchacho, está bien" Por un momento ambos creímos que no había creído esa pequeña mentira "¿Quién es ella?" Preguntó refiriéndose a mi.

"Ella es... Es mi novia señor" respondió un poco nervioso.

"Ah si, la recuerdo, lo siento señorita he olvidado su nombre" Sabía que me recordaba de las veces anteriores que regaño a Michael porque yo estaba aquí con el.

"Ashley señor" Extendí la mano para estrechar la de el.

"Un placer linda, si nos disculpas tu novio debe volver al trabajo"

"Te veo en la noche" fue lo último que dijo Michael para después besar mi frente y volver a las últimas horas de su turno.

Salí corriendo de la tienda dispuesta a comprar el regalo para Michael, había pensado en darle algún CD o en hacer uno por mi cuenta con todas sus canciones favoritas, pero creí que sería algo muy típico.
Luego de un buen rato de quebrarme la cabeza vino a mi mente lo que podría ser el regalo perfecto. Me dirigí lo más rápido que pude a la tienda de instrumentos del centro en busca de una guitarra acústica. No había visto que él tuviera una, y una vez mencionó que le gustaba tocarla.

Llevaba diez minutos dentro de la tienda y aún no podía encontrar la guitarra perfecta, a simple vista todas parecían ser más o menos lo mismo, pero tanto él como yo sabíamos que cada guitarra era completamente diferente. Al llegar al fondo de la tienda me topé con una hermosa guitarra color negro, hubo algo en ella que me dijo que era perfecta, no dude en comprarla, pero aún sentía que algo le faltaba, debía agregarle algo personal para que eso la hiciera aún más especial.

Volví a mi casa y me quedé sentada pensando en que hacerle a la guitarra, tuve una idea simple pero sabía que a Michael le encantaría. Subí a mi habitación y tomé un marcador permanente color plateado.

"you were red, and you liked me 'cause I was blue"

Eso fue lo que escribí en la parte de atrás de la guitarra, probablemente a simple vista parecía una frase cualquiera y sin sentido, pero no lo era. Esa frase significaba que con eso había comenzado lo nuestro, el chico de cabello rojo que decidió conocer a la chica con cabello azul. Ahí fue donde todo inició.

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Ya sé que esto estuvo súper "X" y hasta tal vez aburrido, pero quise incluir cosas un poco más normales 💗

Colors » m.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora