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Catherine Baker.

—En serio amiga, Garrix no debió hacer eso.— dice Jen tomando una palomita de maíz.

—¡Es que como lo odio! ¡Agh!

—¿Te llamo o algo?

—Sí, desde ayer... No planeo contestarle. — dije decidida.

Sabia que Garrix me estaba ocultando algo, pero lo último que me imagine es que saldría con eso... Cuantas veces le pregunte si todo estaba bien y el muy hijo de su madre decía que todo estaba bien. No planeo compartir mi novio con esa perra, oh no.

—¡No pienses más en el tonta! — dice tirándome un cojin en la cara.

—Maldición Jennifer. — digo sobando mi cabeza, la perra de mi amiga tiene fuerza.

—¡Amén! — contesta ella riendo.

—Bueno, ya no quiero hablar de Garrix.. ¿Como vas con Zedd?

—Buenooo. — dice con un tono agudo.

Cuando usa ese tono de voz es que algo está pasando.

—Somos Amigos. — dice sonriente.

Yo le sonrió y le tiro el cojin que ella me lanzó.

—¡Jennifer y Anton se van a casar! ¡Se dan besitos debajo de un árbol! ¡Muak!¡Muak! ¡Muak! — empecé a cantar.

Mi amiga se puso rojita y empecé a reír más.

—Cambiemos de tema — dice roja.

—Vale. — contesto.

—Vamos de fiesta hoy... Desde que estas con Garrix ¡me has olvidado! — dice cruzándose de brazos.

—Claro que no. — contesto. — Dale... Para donde vamos?

—¡Claro que si! Al de siempre. — contesta ella.

Oh Dios, he tenido los mejores momentos de toda mi vida en "Addiction" es el club más top que hay y siempre vamos para haya. Siempre me la he pasado genial, y bueno siempre termino al siguiente día con un dolor tremendo de cabeza, pero lo vale. Tienen las mejores bebidas y para poder resistir la fiesta también tiene un lugar donde es el restaurant. Okey me detengo, parezco que estuviera dando un comercial del lugar.

—Te quiero ver con el outfit más hot y sensual que te vas a poner en tu puta vida. — dice Jen.

—Esta bien Jen. — digo riendo.

[...]

Ya estaba lista para irme a Addiction. Tenia puesto un vestido negro ajustado y una chaqueta estampada, unos tacones negros con plataforma. Salí del departamento ya que Jen estaba abajo esperandome.

—Qué sexy mujer. — dice ella sonriendo.

—Vamos. — respondo entrando al auto.

Rápidamente llegamos, la fila para entrar era larga, larguísima. Jen y yo caminamos Hasta donde esta el de seguridad. El típico hombre de dos metros con lentes negros y musculoso.

—¿Están en la lista? — pregunta.

—No, pero tenemos 900 dólares en efectivo. — dice jen pasándole el dinero.

—Adelante señoritas.

Siempre hacemos eso.

El ambiente estaba súper bueno, la música estaba a más no poder, las personas bailaban, otras bebían y otras comían para seguir con el desvergue. Jen y yo nos sentamos y pedimos la primer ronda de tragos.

Forbidden Voices |Martin Garrix| #FV1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora