The Fame Game [J.B.]

| Bonnie & Clyde|

Capitulo Treinta y dos: 

El telefono sono tres veces antes de que fuera contestado por Anne desde la sala. Hice una mueca y con un zapato en un pie y el maquillaje a medias salí como relámpago para llegar justo cuando mi prima saludaba a la persona en la otra linea. 

—Oh, hola, Justin...— Los ojos verdes de Anne fueron directos hacia mi. 

Mi nariz se arrugo inevitablemente a la vez que en mi garganta se forma un nudo. Era increíble que no se rindiera. Desde que desperté mi teléfono no había dejado de sonar ante las llamadas de Justin; las cuales yo había evitado a toda costa  pues pensé que quizás así evitaría que viniera por mi y tuviera que verlo y no es que no quisiera verlo, es que yo era una cobarde, eso estaba claro. No creía estar lista para hacerle frente; a nada. Y tras pasar toda la noche despierta pensando en el beso y en todo lo que rodea a Justin y Justin, había llegado a la conclusión de que no quería perderlo, el era lo único seguro que tenia en ese lugar extraño y la nueva vida que me espera y si no perderlo implicaba hacer que nada sucedía por un tiempo hasta que todo se esfumara; por mi estaba bien. 

Aun que estaba resultando mas difícil de lo que creía. 

 Hace veinte minutos que las llamadas habian cesado y supuse que se había cansado,pero entonces el llamo al departamento. 

Muda, hice señas hacia Anne para que cortara la llamada o dijera que estaba en la ducha o cualquier cosa, pero ella no llego a entender ni una pizca. Cuando la vi abrir los ojos como platos por algo que le decía Justin supe que quizás no me iba a salir con la mía. Golpee mi frente con la palma y negué con la cabeza continuamente. 

—¿Somedy? — Anne me señalo casi histérica y yo la mire sin entender— O si ella...— algo parecido interrumpir a la rubia pues hice un mohín y aparto el teléfono de su oreja por unos segundos— ¿Hola?— me miro.— Creo que colgó. 

—¿Te dijo algo? 

—Que estaria aqui en veinte minutos. 

—Mierda— chille y corri a mi habitación. 

—No puedes evitarlo por mucho tiempo— escuche a Anne gritar mientras yo me iba alejando.— tarde o temprano tendrán que hablar del beso, S. 

—Tarde, mejor.— respondi y cerré la puerta. 

Estuve lista en menos de cinco minutos. Claro que mi cabello era un desastre he iba de camino a la puerta abotonando el ultimo botón de mi blusa. 

—¿Ya esta Justin abajo?— pregunto Anne asomando la cabeza desde el marco de la cocina. 

—No. 

—¿A donde vas? 

—Me voy— dije y abrí la puerta. 

Anne frunció el ceño.—Te vas. ¿A donde? 

—Al estudio, cuando llegue Justin dile que lo que tratabas de decirle era que yo ya me había ido ¿de acuerdo? 

—¿Que pretendes, Somedy? 

—¡Adios, An!— ignore lo dicho y salí del departamento.