The Fame Game [J.B.]

| Ellen DeGeneres Sow |

Capitulo Veintidós: 

El día había sido increíble he inolvidable como cada uno en California, pasar la tarde con Justin en la playa, en las calles de Los Angeles, mientras disfruto de  otra de tantas conversaciones interesantes y divertidas provenientes del gran Justin Bieber; eso había sido increíble. 

Y aun no acababa. 

Hicimos dos escalas antes de ir al estudio de grabación; uno, al hotel para que me diera la ducha mas rápida de la historia y me cambiara la ropa ya sudada y con sal de mar y otra, al departamento de Justin para que el hiciera lo mismo. Una vez que los dos estuvimos aseados y listos, nos dirigimos en coche hacia los estudios de grabación.   

—Entonces ¿Me estas diciendo estar drogado se siente como estar flotando?— pregunte sujetándome del cinturón de seguridad y viendo a Justin de reojo; manejando con una sonrisa de lado en el rostro. 

—¿Como es que llegamos a esto?— respondió riendo. 

Su risa era tan contagiosa que no pude evitar carcajear, no sabia como habíamos llegado a ese tema, estábamos hablando de su gira en Latinoamérica y de un salto a otro, nos desviamos hasta los efectos de las drogas. Ni-idea.  

—Una vez soñé que flotaba.— susurre entrecerrando los ojos y recordando los muchos sueños de ese estilo. Justin soltó un chistoso sonidito de "¿Que mierda?" 

—¿Volabas? 

—No. Flotaba, no podía controlarme, estaba en una habitación chocando con los techos. Y si salía, donde no había techo, solo... me iba. 

—¿Como un globo? 

—Hum...si, creo que si.

—Dios— Justin negó con la cabeza, antes de volver a reír.—ahora estoy mas que seguro que el que se drogo aquí, eres tu, Sommy. 

—No— rode los ojos.—soy así de nacimiento. 

—Tristemente, te creo. 

—¡Hey!— exclame y golpee su hombro. 

El resto del camino continuamos hablando de nuestros sueños, sueños absurdos como saltar de un techo a otro o ser aspirados por un elefante (Si, Justin). Era como si cada metro que nos acordábamos mas a nuestro destino, nuestra cordura se iba acabando. Al final, cuando desde la lejanía se podía ver ya los edificios de los estudios; reíamos sin razón alguna. 

El deportivo rodeo los edificios, hasta la entrada trasera, donde la puerta ya nos aguardaba abierta. Aquello fue mucho mas significativo para mi que para el resto del mundo; era como ver directamente las palabras de Justin "Esta oportunidad te abrirá muchas puertas" ahora lo entendía, y me gustaba la idea. 

Hombres de seguridad le indicaron a Justin donde aparcar el coche y entonces, abrieron nuestras puertas. 

—Srta. Stwart.— la voz ronca y profunda del hombre alto y vestida de negro, me hizo sentir adulta y elegante. Aunque no fuera ninguna de las dos. 

Sonrojada, le muestre una sonrisa cortes (de aquellas muestras a tus familiares que aseguran te conocían desde pequeño, pero tu no recuerdas)  y corri a refugiarme bajo el manto de Justin, entrelazando mi brazo con el cuyo. 

—Esto es tan raro. 

—Acostumbrate—rio caminando hacia el edificio de Universal Hollywood Estudio.—  pronto no podrás entrar por la parte frontal de cualquier lugar.