| In my mind |

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Capitulo Veintiocho

La terraza del restaurante estaba decorada con hileras de globos de papel blancos que colgaban de un extremo al otro. Al fondo bajo una carpa de tela porosa y suelta que bailaba con la brisa de Los Angeles se encontraba una larga mesa decorada con flores en tonos claros, casi blancos y entorno a esta, estaban todos.

Los dedos de Justin presionaban contra la piel de mi cadera, mientras me guiaba entre las personas presentándome a ellas. El lugar tenia un aura de tranquilidad, una cena de amigos íntimos en la que todos lucían encantados de conocerme, a pesar de que tres de cada diez gentes me parecían conocidos o efectivamente lo hacia. Yo realmente trataba de aparentar que no era así y no me encontraba incomoda entre tantos extraños y que aunque cuando Justin pasaba a una persona nueva mi cabeza seguía tratando de retener el nombre de la anterior, todo estaba bien.

Pero mi cabeza se hizo todo un revoltijo de rostros y nombres. Ryan, Mama Jan, Elisabeth, Charlie, Tom, Victor, Scrappy...

Me pregunte que haría la próxima vez que me los encontrara, seria vergonzoso si les cambiaba el nombre o si pronunciaba su apellido de forma errónea.

-Y ella es Yael- concluyo Justin al plantarse frente a Scooter, señalando a la joven y linda mujer que sostenía de la mano con tanta fuerza que me hizo sentir nostalgia por Kobi, el solía tomarme de esa forma y hace mucho que había dejado de hacerlo.

Salude a Yael con una pequeña sonrisa tímida en el rostro, al igual a mi ahora manager; Scooter.

-Mi esposo me ha dicho que tienes un gran talento- aseguro la joven con una voz dulce y simpatiza que inmediatamente me hizo sentir mas segura.

Mis labios se curvaron mas.

-Eso dicen.- hable sintiendo como mis mejillas se iban sonrojando.

Estaba segura de que en algún momento dejaría de sentirme avergonzada cuando la gente me dijera que era linda o talentosa o cosas a las que Justin estaba tan acostumbrado; mas no sabia cuando llegaría ese momento.

-Pues espero escucharte pronto.

Solté una risilla nerviosa y baje la mirada, esperado no parecer una tonta.

-Gracias.

La conversación entre la pareja, Justin y yo se alargo un poco mas, Yael nos contó con los ojos iluminado lo bien que había pasado en su luna de miel, primero por que fue algo inolvidable y segundo por que solo una vez Scooter había hecho caso al teléfono y esa vez fue para atender las insistentes llamadas de Justin, llamadas sobre mi. Fue realmente adorable ver lo enamorados y perdidos el uno por el otro que estaban.

Por otra parte yo hable tímidamente de mi familia y amigos en Texas cuando fui cuestionada, hasta que logre desviar la charla al punto que terminamos riendo de algo que Justin contaba.

-¿Quieres algo de beber?- pregunto Justin después de un rato.

Con una pequeña sonrisa en los labios que inexplicablemente apareció en mi rostro al girarme hacia el, asentí con la cabeza. Entonces me guío hacia la zona donde se encontraba una mesa decorada de forma vintage y un chico servia bebidas y pequeñas entremeses.

-¿De quien fue la idea de todo esto?- pregunte admirando la increíble imagen que me tenia desde donde estábamos.

Todos intercambiaban animadas conversaciones y risas. Justin termino de pedir las bebidas y se giro para hacer lo mismo que yo, apoyando la cadera a la orilla de la mesa.

-De todos.- se encogió en hombros como si no se tratara de nada, cuando es mucho mas que "nada" era algo asombroso. Todo lo era. - Creímos que debías tener una bienvenida digna de recordar ¿Lo logramos?

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