Dos Mundos

¿Cambios?

-Abuelo, el me gusta y se que es bueno, nunca me haría daño.

-Creo que aun eres demasiado inocente. –Finalizó Rob poniéndole el flequillo detrás de la oreja. –Tampoco confíes así en las personas.

-Pero él... -No sabía por dónde empezar así que lo dijo sin más. –Quiero salir con él, me pidió salir antes y quiero ser su novia. –Dijo con decisión.

-Erza, por dios... estás viendo como actúas, donde está mi pequeña... -Se miraban fijamente. –En este caso me recuerdas a tu madre.

Sin más abandono la habitación dejando a una Erza muy confusa.

Al día siguiente Erza no se detuvo a darle ni un saludo a su abuelo, para él aunque le molestaba era normal cuando su nieta preferida se enfadaba.

-Algún día lo comprenderás... -Susurro mientras veía como salía de su casa.

Daba pasos algo rápidos y tenía la respiración normal anquen se podía notar por cierta aura que no estaba de humor.

Una chica de pelo blanco la esperaba en el lugar de siempre.

-Vaya pelirroja, ¿esos humos? –Dijo Mirajane mientras veía a su amiga con el ceño fruncido y el labio recto.

Erza se detuvo y no la miró.

-No quiero hablar de eso. –Dijo fría.

-Sabes que estoy para lo que sea y sabes... -Dio un paso hacia ella.

-No me des otra vez ese discurso. –Interrumpió a Mirajane y está sonrió divertida.

-Veo que aun sigues ahí. –Empezaron a caminar juntas. –dímelo, o... ¿me lo vas a poner más difícil?

-Solo quiero que me deje hacer lo que quiera. –Mirajane la detuvo.

-¿otra vez? –Estaba algo molesta.

-Vamos no es para tanto, solo quiero divertirme... mi vida es aburrida y sin sentido. –Se explico mientras clavaba su mirada en la otra mujer.

-Tu abuelo lo sabe... -Suspiro y comenzaron a andar de nuevo. –No tuviste cuidado, se veía venir todo esto.

-Mirajane si quiero que alguien diga eso... me meto en casa. –La mujer de ojos azules suspiro mientras miraba a su amiga. –Erza, solo ten...

-Cuidado, ya lo see. –Suspiro molesta. –Esta conversación la he tenido antes, no hace falta que nadie me la recuerde... gracias. –Empezó a andar más rápido.

-Vamos no te pongas así... -Bufo y la alcanzó para volver a frenarla. –Llegamos pronto. –Se puso delante. –Se que no quieres hablar de esto, pero hazme el favor de al menos prometerme que no me preocuparas. –Se miraron. –Solo eso.

-No quiero prometerte nada. –Eso le recordó una cosa de su pasado y Mirajane lo notó.

-Entonces solo déjame comprenderte en la situación que estás ahora. –Erza suspiro.

-Sigamos andando. –De nuevo prosiguieron por su camino.

-¿eso es un sí? –Preguntó divertida y por primera vez en aquel día la pelirroja sonrió. –Así estás más guapa. –Dijo burlona.

-Oye déjame tranquila, nose porque sigo aguantándote. –Rieron mientras aceleraban su paso.

Y así durante todo el camino, entre bromas y algun que otro golpe bajo continuaron hacía el instituto.

Nada más llegar Erza volvió a su lado más serio.

-Disimula un poco. No te pega estar así. –Se burlo Mirajane mientras se metía con ella por tener ese carácter. –Terca.