Beautiful | Biancaio | Nachoela. | TERMINADA.

6. "Todos."

Bianca se encontraba mirando el río, pensaba en si meterse o no pero luego pensó que no recordando que no sabía nadar y que lo más probable era que terminará allí, Micaela se había quedado arriba para probarse todos los bikinis. 

Está sintió unas manos agarrarla de una forma brusca por los hombros así que se  se asusto un poco pero al darse vuelta y ver que era el chico ese que le caía tan mal soltó un fuerte suspiro pero aquello se había vuelto en una mueca de dolor al sentir los dedos de este empezar a hundirse en su piel hasta dejar allí pequeñas marcas.

— ¿Qué te pasa?

— ¡Te dije que no te metieras en mi relación y aún lo hiciste! no se quien diablos seas pero me caes mal y quiero que te vayas del internado.

— Tú no me dices que hacer, suéltame. 

— Me tienes cansado, deja de meterte en mi vida niñata tonta. —En cuanto Pablo dijo aquello tiró a Bianca al agua y se fue de allí.

Está empezaba a hundirse cada vez más en el río así que no le quedo más que pedir ayuda, ese chico estaba loco y eso ella ya lo sabía pero aún así no demostraría que empezaba a tenerle miedo.

Luego de pedir tantas veces ayuda quien apareció fue Ramiro al que no le importo mojarse y se metió en el río para así sacar a la pequeña, la coloco en el suelo y le dio respiración boca a boca para así ver como está empezaba a escupir toda el agua que había tragado.

— ¿Estás bien? 

— ¿Te parece que lo estoy? —Tenía ganas de llorar pero aún así en ningún momento lo hizo, no lloraría para demostrarse débil ante cualquiera.

Había decidido que si estaría allí lo que menos haría ser la niña dulce o llorar con cualquier cosa que le hicieran.

Se levantó de allí y fue en busca del chico ese, al encontrarlo tocar la guitarra muy cerca del agua se acercó lo más lentamente posible a este y al estar cerca le sacó la guitarra para así levantarla dejándola bastante cerca del agua así que con simplemente soltarla ya está estaría en el agua.

— Por favor no la tires. —Suplico Pablo. 

— Tú no lo pensaste cuando me tiraste a ese río ¿o si? —Estaba a punto de lanzarla y lo haría pero quería hacerlo sufrir un poco más.

— Lo siento. 

En cuanto dijo aquello la tiré sin pensarlo más y este se tomo de la cabeza, me reí por ver que quería rescatarla cuando ya la guitarra estaba al fondo del río. 

Empecé a correr pero logró alcanzarme, me acostó en la la madera y se subió encima de mi. Empezó a jalar de mi cabello. 

— ¿Y que pasaría si yo ahora te tiró de aquí? este no es como el otro, este si es profundo y como se que no sabes nadar lo más obvio es que te hundas.

— No te tengo miedo. —Sus ojos empezaban a cristalizarse, Pablo empezó a reír ante aquello y volvió a jalar su cabello.

— Eso se nota. 

Estaba a punto de tirarla pero está vez Bianca se defendió golpeando sus partes, corrió hacía la habitación encontrándose a Micaela aún probándose ropa. 

— ¿Qué te pasa nena? —Preguntó en cuanto vio a Bianca tirarse en la cama para empezar a llorar. 

— Es ese chico... Estuvo a punto de matarme. —Dijo un poco más calmada.

— ¿Qué chico?

— Pablo, el que comparte habitación con los mellizos.

— ¿Qué? vamos con el director entonces.

— No, esto lo voy a resolver yo.

— Nena, ese chico te puede hacer algo peor.

— No, lo voy a resolver yo. No le tengo miedo.

Bianca tenía razón en parte, no le tenía miedo pero sabía que quizás ese tonto le haría algo pero no se demostraría débil ante él.