Comienzo a sentir mis ojos sentirse pesados, recargo mi cabeza en el hombro de Ian y cierro mis ojos disfrutando de la tranquilidad que siento en este momento, de el saber que mis preocupaciones cada vez se hacen menos.
(...)
Siento una luz dando directamente a mis ojos y no puedo evitas pensar en lo irónico en esto, es como si se tratase de una película, mis ojos aun se sienten pesados por lo que me volteo de forma en la que le doy la espalda a la ventana y vuelvo a taparme con las cobijas, comienzo a sentir mi cuerpo relajarse y suspiro ante la comodidad, cuando estoy a punto de dormir escucho como se habré la puerta de mi habitación bruscamente.
—¡Len, despierta ahora mismo si no quieres que te obligue a hacerlo!, ¡pronto llegaran visitas y necesito que arregles tu habitación!.—habla de manera muy rápida la cual hace que casi no entienda lo que dice.
—No sabia que las visitas estarían en mi cuarto...—susurro ocultándome debajo de las mantas por lo que mi madre me las quita de encima con suma rapidez haciendo que la luz que se filtra por la ventana me cegué.
—¿Que es lo que has dicho jovencita?.
—Que en un momento, primero tengo que ir al baño y arreglarme.
—Muy bien, pero rápido que tienes que bajar a desayunar y ayudarme con la comida.
—Esta bien, pero ¿Quienes son esas personas tan importantes que vendrán hoy?.
—Tus abuelos, han venido de visita y te quieren ver.—sonríe y sale de la habitación cerrando la puerta tras ella.
Ella es la única feliz con la llegada de mis abuelos, ya que mi padre los odia por ser sus suegros y ellos lo odian a el, y yo... Yo también pero solo a la abuela, se que guardar odio a alguna persona no es bueno pero simplemente no la soporto, siempre tiene algo de que quejarse hacia a mi, que si no me visto como una señorita, que mis lentes son horribles, o que no se peinarme; totalmente diferente a mi abuela paterna que, para mi desgracia ha muerto, ella era de esas personas maravillosas de las cuales disfrutas de su compañía, la que me daba concejos y me hacía ver la vida de otra manera, al igual que mi abuelo, el vive en otra cuidad y nos viene a visitar de vez en cuando.
Salgo de la cama y tomo la cobija que mi madre ha dejado en el suelo y acomodo mi cama, una vez lista saco la ropa que me pondré, por mas que a mi abuela no le guste para nada mi forma de ser o de vestirme, no le darle la satisfacción de poner en practica sus concejos que mas bien eran criticas hacia mi persona de manera indirecta o inversa.
Tomo una ducha y me visto, cepillo mi cabello y salgo de mi habitación en dirección a las escaleras, cuando estoy a medio camino de la cocina, el olor a hotcakes inunda mis fosas nasales, por lo que casi corro, mi padre ya se encuentra ahí tomando una taza de café y leyendo el periódico, le doy un beso en la mejilla y me siento a su lado para después tomar un hotcake y ponerle un poco de miel, sirvo un poco de leche en un vaso y comienzo a desayunar, poco tiempo después mi madre se sienta frente a mi y come a la par mía.
Cuando termino de desayunar subo y lavo mis dientes para después peinar mi cabello en dos trenzas a los lados de mi cabeza, bajo las escaleras de nuevo y escucho a mi madre en la cocina por lo que voy hacia ella para ver si no necesita algo.
—Madre, ¿Necesitas ayuda?.—digo después de observar como comienza una lucha contra la salsa que hierve a un lado de la cocina, y partiendo las verduras.
—Si la necesito, por favor, remueve la salsa, y saca la carne des congelador, y mientras se descongela sacas cosas necesarias para hacer el pondré favorito de la abuela, pon la mesa y lava los trastes.
BINABASA MO ANG
¡Ayuda! A La Nerd
Teen FictionBullying, relativamente una palabra insignificante para muchos, pero con un significado muy grande para otros, dentro de ellos Darlene, la nerd del colegio Hold Kind; a la que todos hacían de ella lo que quisiesen desde maltratos verbales hasta físi...
