26: No soy inocente.

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Peeta.

Lime observa al modelito del 4 de arriba a abajo con la boca entreabierta. El elevador se detiene y él nos sonríe.

-Fue un placer- sale del ascensor volviendo a dejarnos solos.

-¿Por que están haciendo todo esto?- pregunto, enfadado.

-¿Todavía no te has dado cuenta?- pregunta Lime sonriendo cálidamente. Niego, confundido- Lo hacen porque eres muy inocente- frunzo el ceño.

-No soy inocente- Lime alza sus hombros.

-Bueno, dile eso a ellos- el elevador se detiene en nuestro piso.

- Oh, chicos, ¡estuvieron espectaculares!- exclama Effie al vernos entrar- Ya tengo tu pedido listo, Lime. Bueno, vayan a cambiarse y vienen a comer- asentimos y vamos a nuestro cuarto.

Nos cambiamos, yo en la habitación, Lime en el baño, espero a que salga para irnos juntos al comedor.

-Listo, vamos- dice tomando mi mano y saliendo de la habitación.

Lime

En la mesa comentamos todos sobre el desfile de tributos, estamos en boca de todo el Capitolio, Effie le pregunta a Cinna cómo había hecho mi vestido a lo que Cinna responde "un diseñador jamás debe revelar sus secretos".

Al terminar de comer Snow informa que se nos da el día libre por lo que decido pasarla en la azotea ordenando las plantas o regandolas.

-Eres tan linda- sonrío hablando con la planta.

Es una planta extraña de color azul metálico con flores moradas creciendo de su largo tallo. La dejo en la esquina pero rápido su tallo se mueve esquivando la luz. Abro la boca, sorprendida, muevo de sitio la planta y pronto vuelve a la normalidad.

-Que extraña, planta- me giro y veo a Peeta recargando su hombro en la pared.

-Tiene estilo- él suelta una corta risa. Tomo asiento frente a la panorámica vista del Capitolio en pleno atardecer. Peeta toma asiento a mi lado, nos cubre con una manta- De nuevo en este lugar, ¿qué te parece?- él suspira.

-La verdad, me parece una verdadera mierda- sonrío escondiendo mi rostro entre mis rodillas, le miro.

-Podrías haber estado de mentor- él me mira.

-¿Y haberte dejado sola? No, mi decisión no la cambiaría ni por un puesto en el Capitolio- niego divertida.

-Peeta, ¿te estas dando cuenta de que Snow ha logrado su objetivo? Traerte nuevamente a la arena- él asiente.

-Mientras tu vayas yo iré, no te dejaré sola- resoplo.

-No era necesario.

-No me interesa, Lime, ya lo hice y no me arrepiento.

Quedamos en un sepulcral silencio, cada uno inmerso en sus pensamientos.

-¿Peeta?- él me presta atención- ¿Estás enamorado de mi?.

El cielo ya se ha oscurecido, y comienzan a salir las primeras estrellas. Él asiente sin titubear.

-Te amo, Lime- sonrío con tristeza. Le miro de lado para luego alzar mi mano sujetando su mentón hasta acercar sus labios a los míos.

Peeta me deja a horcajadas sobre su regazo, acariciando con timidez mi piel bajo la camiseta. Me inclino sobre él, acunando su rostro entre mis manos.

Me separo mordiendo mi labio inferior, cierro los ojos controlando mi respiración.

-Eres hermosa- jadea. Alzo mi vista hasta toparla con sus azules orbes. Sonrío sonrosada. Alzo mis brazos para quitarme la camiseta hasta quedar en brasier.

-Te amo, Peeta Mellark- sonrío inclinandome sobre su rostro hasta volver a sellar mis palabras con un dulce beso

Peeta.

Miro el cielo mañanero brillar por sobre nosotros. Siento a Lime revolverse a mi lado, ladeo ls cabeza pars mirarla.

-Buenos días- beso su frente, ella aprieta el inicio de las sabanas contra su pecho.

Al poco rato bajamos ya arreglados. Al entrsr en la sala de estar nos topamos con Cinna y Portia viendo televisión y comentando sobre telas. Ambos nos observan con las cejas alzadas

-¿Dónde estaban ustedes dos, eh?.

-Nos quedamos dormidos en la azotea- paso una mano por mi cabello, alborotandolo.

-En un par de minutos comienzan los entrenamientos. Ven Lime- Cinna se la lleva.

-Vamos, cariño- camino a un lado de Portia hasta el cuarto. Lime no esta- Te colocarás esto, es flexible y ahora lo mejoraron- me lo coloco y me deboro la manzana que Portia me ofrece.

Al salir ya listo veo a Lime esperarme a un lado del ascensor, le tomo de la mano y bajamos por el elevador.

-Tenemos que hacer aliados- me recuerda al entrar en la sala de entrenamiento- Empecemos por los que nos den más confianza, ¿vale?- asiento resignado y comienzo a dar una vuelta por la sala, inspeccionado todo.

Brutus esta en la parte de las lanzas, las lanza rápido y acierta en todos los hologramas en movimiento. Enobaria lucha cuerpo a cuerpo con un asistente. Cashmere y Gloss lanzan cuchillos, más allá veo a Johanna Mason luchar con un hacha, bufo.
Ninguno me produce confianza.

Lime.

Analizo bien que sección practicar me detengo en la sección de nudos, no soy la mejor en ello.

Comienzo a copiar los movimientos que se muestran en la pantalla, doblaba la punta de la cuerda y rápidamente se deshacía el nudo. Tiro la cuerda, frustrada, intenro voltearme pero dos brazos me lo impiden. Finnick sonríe resaltando los hoyuelos en sus mejillas.

-Lo haces mal, querida. Deja que te ayude- toma una cuerda del canasto y sin ver la pantalla lo armo en un par de segundos- Nudo pescador- lo muestra.

-Que agilidad- él sonríe satisfecho. Da un paso hacia mi, quedando pecho contra pecho, le alejo con la palma de mis manos- Estoy con Peeta.

-No estoy haciendo nada malo- inclina la cabeza hacia mi y besa mi mejilla- Nos vemos luego- y se fue, suspiro aliviada y voy donde Peeta.

UNA HISTORIA DIFERENTE.➹Peeta Mellark.Where stories live. Discover now