alone ☪ muke

第14章

el viento le pegaba en el rostro descubriendo su frente, realmente se sentía tan bien la sensación de la brisa californiana. observaba la carretera mientras que oía el viejo reproductor musical y los sonidos que irradiaban el gastado motor. no obstante, estos se silenciaron cuando el auto se detuvo sin aviso alguno. michael salió de su previo trance de inmediato.

"llegamos." el rubio anunció, bajando del vehículo con seguridad y diversión a clara vista. el desteñido echó un vistazo a su alrededor y no pudo evitar llenarse de una intriga absoluta. desbordó el auto para luego seguir el camino del otro, preguntándose la razón del porqué se habían estacionado en medio de la playa.

divisó al alto muchacho merodeando mientras daba vueltas en círculos continuos. al parecer se encontraba buscando algo encima de la arena. éste sonrió y chasqueó con sus dedos al encontrar una rama en su camino, michael frunció el ceño plagado de confusión.

lo que estaba haciendo no cabía dentro de la lógica compresión del desteñido. incluso de la de nadie, podría él apostar. usando aquella rama que había hallado fortuitamente, luke se dispuso a trazar líneas en plena superficie a unos metros del mar. le tomó un par minutos y rondas para que concluyera con lo que sea que éste estuviese haciendo.

michael, quien se había mantenido callado mientras examinaba los movimientos del rubio como si fuera una criatura mitológica; hizo una mueca arrugando su frente al ver el resultado encima de la arena.

"¿un mapa?" preguntó curioso hacia el muchacho quien se encontraba con las manos a cada lado de sus caderas, apreciando su deforme pero entendible trabajo con orgullo.

"no sólo es un mapa," respondió. "es tu pasaje imaginario."

michael aún no comprendía lo que éste le trataba de decir. se mantuvo cementado sin saber qué hacer, petrificado; así que el rubio bufando lo tomó del brazo guiándolo dentro de las líneas trazadas. el desteñido se tambaleó al comienzo debido a la brusquedad e impaciencia de su movida, pero consiguió balancear su peso viendo cómo el otro retrocedía de espaldas.

"camina." mandó alzando una de sus manos mientras que la otra restaba nuevamente encima de su cadera. michael encogió sus ojos debido a su tono autoritario, deseaba en esos momentos que la marea arrastrara al rubio pero alejó ese asesino pensamiento de su mente.

sin más, dio pasos por la superficie de cada continente acatando a su pedida. norteamérica, sudamérica, europa, asia, áfrica, y oceanía, los trazos en su camino se deshacían debido a las huellas de su calzado.

luke se adentró al campo recorrido por el desteñido, parándose enfrente de él. con una misteriosa expresión, sonriendo, lo miró directamente hacia los ojos.

"lo lograste," sonrió alargando sus labios a los lados levemente. "conseguiste 'viajar alrededor del mundo'."

michael asimiló aquellas palabras, sin poder eludir que la misma expresión invadiera su rostro.

él también sonrió.

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hablando acerca de temas triviales mientras apreciaban las olas y sonidos del mar, ambos jóvenes abrazaban sus piernas al estar sentados encima de la arena.

luke recordó las tantas veces que había asistido a fiestas en la playa no hace tanto tiempo atrás, tomando incontables latas de cerveza y teniendo sexo en los asientos traseros con alguna chica al azar. rió entre dientes debido hacia cómo su vida había cambiado tan drásticamente, pero lo curioso es que actualmente no se quejaba del todo como lo había hecho en un principio. ahora sentía que tenía un propósito el cual realizar.

"no pararé hasta ayudarte a tachar lo último en tu lista." dijo el rubio, mirada fija en el mar. michael giró hacia él, observando su perfil. "sé que te parecerá extraño, pero siento como si fuera mi deber . . . no lo sé." se encogió de hombros.

"nunca te pedí que me ayudaras con esto, luke. es más, nunca tuve la intención de realizar todo lo que escribí." murmuró. luke finalmente volteó.

"el punto de escribir esa lista era exactamente ése." carcajeó con sarcasmo.

"¿te das cuenta que la mayoría son difíciles de lograr?" inquirió ahora un poco exaltado, la frustración recorría por su anatomía por una razón desconocida.

"difícil, tal vez," luke propaló poniéndose de pie y sacudió la arena de sus pantalones. "imposible, no creo."

y dicho eso caminó hacia el viejo auto y se montó en él, encendiendo el motor mientras aguardaba por el desteñido a unos metros de distancia.

los dos jóvenes tomaron la misma ruta de regreso y en cuestión de media hora estacionaron el vehículo, para luego devolver las llaves a donde pertenecíanーel viejo remi como esperado seguía dormido.

a las cinco en punto de la tarde el rubio recibió la llamada de su madre como todos los días, y con sarcasmo éste le relató acerca de un documental centrado en las mareas del mar que había visto en la televisión ese día. vaya insinuación.

por el otro lado el desteñido se encontraba dentro de su alcoba, recapitulando el atareado pero excitante día que había tenido por primera vez en años. aún pensaba acerca de la lista, la fuga, su nueva amistad. era simplemente increíble la aventura que sin intenciones estaba viviendo todo gracias al rubio.

sonrió cerrando calmadamente sus ojos exhausto aquella noche, pacífico por fuera pero enardecido por dentro. la escena aparentaba ser ordinaria como a diario, después de todo estaba libre de las consecuencias de sus actos.

luke tuvo la razón.

al final de cuentas, nadie se había percatado de la ausencia de ambos.