第5章

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luke se encontraba recostado en la pared de la sala de estar a brazos cruzados, escudriñando a cada persona como si se trataran de su presa. bueno, de algún modo, sí lo eran.

hasta hace unos momentos tenía tres candidatos. jimmy; el de la franjas rojizas en el cabello, derek; el grandulón quién sorpresivamente era más alto que él, y una rubia llamada vicky, la cual tenía un parecido con una de las actrices de una película porno que no lograba recordar.

no obstante, la lista se redujo hacia tan sólo vicky, cuando luke escuchó a jimmy murmurar palabras en un idioma desconocido, tal vez se estaba comunicando con satán y no se arriesgaría a que lo sacrificara con la maldad en persona.

luego estaba derek, quien por el hecho de simplemente haberse hurgado la nariz con el dedo, causó que el rubio se repugnara e hiciera una mueca de disgusto.

"siguiente." pensó. no pudo evitar sentirse como si estuviera en uno de esos reality shows de mtv buscando a su chica ideal. solamente que en su caso, estaba en busca de un amigo.

sin opción alguna, se encaminó hacia vicky. ella estaba sentada en el sofá familiar con un libro en su regazo.

"hey." luke enunció mostrando una de sus amigables sonrisas y se acopló en el sofá. la muchacha levantó la mirada y lo examinó indiscretamente por unos segundos, luego le devolvió la sonrisa.

"hola." respondió cerrando su libro sin apuntar mentalmente la página en la que se había quedado. luke atisbó la portada y alzó una ceja divertida, dándose cuenta del libro erótico que ella tenía en las manos.

"dulce persuasión." dijo tomando el libro sin escrúpulos y echarle un vistazo al interior. "no la he leído." claro, era cosa obvia. luke estaba tan vinculado con la lectura como un analfabeta.

"deberías leerla." vicky murmuró usando un tono coqueto. "te la presto cuando quieras."

el rubio asintió y viró su rostro de vuelta al de ella. la incomodidad lo abordó cuando la muchacha cortó mínima distancia y se sentó a su lado, intencionalmente rozando sus muslos. y qué decir de sus ojos saltones. dios mío. a leguas se notaba que se lo comía con la mirada. luke tuvo un mal presentimiento.

"oh mierー" no pudo dar a terminar su oración, pues la muchacha se paró de improviso y prácticamente lo arrastró hacia el baño. lo introdujo hacia la cabina de al fondo y cerró la puerta detrás de ella, llevando en su rostro una expresión de descaro.

vaya, pero en qué problema éste se había metido.

"eres tan ardiente." vicky lo empujó bruscamente contra la pared. considerando su estatura tenía una fuerza fuera de lo cotidiano. luego se apegó a él besando su cuello con desespero, y luke se sorprendió cuando sintió la mano de la joven escurrirse dentro de sus pantalones. todo sucedió tan rápido, que ni siquiera se percató cuando ella había desabrochado su cinturón.

por unos segundos el rubio se dejó llevar por el momento, sin embargo su conciencia lo incitó a pensar con la cabeza y no, con la otra. debía mantener intacto su sano juicio. despojó a vicky de su cuerpo usando sus dos manos, y abrochando su cinturón salió sin más de la cabina.

"lo siento. tú y yo no podemos ser amigos." propaló antes de macharse. salió del baño de mujeres y una de las enfermeras lo atrapó en el acto, cabello revuelto y atuendo claramente arrugado. para su suerte, aquella mujer decidió ignorarlo.

soltó un suspiro, recriminándose con la mente. sólo a luke hemmings se le ocurriría la grandiosa idea de ser amigo de una ninfómana, teniendo en cuenta el atractivo aspecto que él poseía.

abatido, fue hacia el jardín. hace días que no tomaba aire puro. y sí que lo necesitaba. además, a pesar de sus intentos, todo indicaba que tendría que tener ahora a un ave como amigo. patético.

"vaya, ahí estás." luke dijo observando hacia arriba el pequeño animal, cómodamente reposando en su nido. "parece que sólo seremos tú y yo de ahora en adelante, querido amigo."

el pájaro canturreó sonoro, lo cual produjo que luke sintiera que mantenían una conversación de verdad.

"parezco un loco." carcajeó considerando no ser tan diferente a los otros pacientes si él charlaba con animales. "¿cómo se siente volar, john?" alzó de nuevo la mirada. "¿te puedo llamar john, verdad?"

como si hubiera comprendido su pregunta, la avecilla escapó y salió volando. al parecer no le había agradado su nuevo sobrenombre.

"¡john!" luke vociferó. corrió detrás de ella sin sentido, era tan claro como el agua que no podría alcanzarla. se detuvo apoyando sus manos en las rodillas, transpirando mientras carecía de aire. "maldita desagradecida." masculló.

en medio de la nada oyó una risita, y condujo su mirada del suelo hacia donde ésta provenía. aquel desteñido de hace unos días lo había presenciado absolutamente todo; sus gritos, su manera de correr muy cómica, su rápido agotamiento.

luke irguió su postura, sus mejillas ardían debido al bochorno. se sentó calladamente en la banca, al lado del muchacho, y aclaró su garganta.

"tú, uhm, no viste nada ¿okay?" frotó su brazo y giró hacia el desteñido. éste no lo miró, sólo se limitó a asentir con sus ojos fijos en su cuaderno, juntando sus labios.

el sonido de la brisa abarcó la atmósfera, y el rubio exhaló exhausto.

"hoy fue un día muy duro, ¿sabes?" partió sus piernas descansando los codos en sus muslos. "estuve a punto de hacer un pacto con el demonio, contagiarme de gérmenes, casi me violan en el baño, y no hay que olvidar que fui rechazado por una tonta ave."

el desteñido se mantuvo aún callado.

"detesto este lugar." continuó. "extraño comer hamburguesas baratas a mitad de la noche y ser libre, maldición."

y así, sin darse cuenta, luke comenzó a desahogarse de lo que lo estaba agobiando. en todo el trayecto no obtenía ninguna palabra del desconocido, pero aquello le importaba muy poco. por el momento estaba haciendo muy bien su trabajo. sabía escuchar.

"me caes bien, desteñido." luke confesó sonriendo. "te declaro desde ahora mi confidente incondicional."

el muchacho frunció el ceño confundido, pero asintió de nuevo al igual que las muchas veces que había empleado tal acción.

luke prosiguió, ahora relatando historias de las locuras de las que fue testigo en la universidad. recordó la vez que junto con sus amigos lograron recrear la broma del año. los jóvenes se las arreglaron para llenar el salón del director con vasos repletos de agua impidiéndole el paso. había sido un consumo considerable de tiempo, pero sin duda había valido la pena.

"¡hubieras visto su reacción! no sabía ni cómo llegar a su pupitre y coger su teléfono." el rubio carcajeó. cómo había olvidado lo bien que se sentía conversar con alguien. bueno, algo así.

la repentina vibración de la alarma de su ipod presagió el llamado esperado de su madre. todos los días lo llamaba a las cinco de la tarde, siempre a la hora exacta y puntual. de esa manera se cercioraba de su conducta y del nivel de su progreso. luke refunfuñó.

"me tengo que ir." se puso de pie. "te veré luego, desteñido."

"michael."

"¿qué?"

"me llamo michael."

luke se dio media vuelta sonriendo de costado.

"en ese caso, soy luke." agitó su mano en el aire, despidiéndose del muchacho quién permanecía sentado. "un gusto y hasta luego, michael."

alone ☪ mukeWhere stories live. Discover now