-Deja de hacer eso. -Dijo Alec haciendo que Magnus apartara la atención de la herida y la posara sobre sus ojos azules.

-¿De qué hablas? -Pregunto Magnus.

-Esa mirada de angustia. -Dijo Alec. -La detesto -Dijo sincero. -Son solo unos rasguños, no es para tanto.

Magnus sonrió travieso. -Tienes algo ahí. -Dijo.

Alec se desconcertó. -¿Donde?

-Ahí. -Dijo Magnus.

La respiración de Alec se cortó cuando se percato del claro movimiento de Magnus inclinándose hacia él, cerró sus ojos y abrió un poco sus labios para esperar los de Magnus. Un beso lento, melodioso, Alec se perdió en él, lo suficiente como para preocuparse de no dejar ver a sus amigos lo que los labios de Magnus le estaban haciendo sentir, se aferro a la manga del saco de su novio con fuerza para mantener el control. El beso se prolongo un poco, pero no tanto como él hubiera querido, se separaron lentamente pero no mucho, sus frentes aun pegadas la una con la otra, Alec intentaba recuperar su aliento de manera sutil. Su corazón salía de su pecho.

-Vas a volverme loco. -Le dijo Magnus en un susurro, lo que le dijo a Alec que no había sido el único que había experimentado tan maravillosa sensación a causa de su beso.

-¿Se besaran así en su boda? -Dijo Clary e incluso Jace la miro con desdeño por él un tanto obvio atrevimiento. -Porque sería perfecto. Cuando digan sus votos y dejemos volar la palomas blancas...

-A tus asuntos biscocho. -Dijo Magnus. -De los besos nos encargamos nosotros.

Todos rieron, -Hay que ir a Takis. -Dijo Isabelle. -Muero de hambre.

-No tengo fuerzas para eso. -Dijo Jace y se tumbo en el piso del callejón, los primeros rayos del sol se levantaban sobre ellos.

-Yo tampoco. -Dijo Alec. -Vamos a mi casa. -Sugirió el chico. -Podemos ordenar ahí.

Todos asintieron, la casa de Alec y Magnus era mucho más acogedora que el instituto y lo suficientemente libre de padres de lo que sería la de Clary con Luke y Jocelyn ahí, prestando demasiada atención a lo que fuera que hicieran. Caminaron hacia Brooklyn mientras Magnus pensaba en lo mucho que le gustaba como Alec decía Mi casa, refiriéndose al lugar donde vivían juntos.

* * * * *

Alec abrió la puerta principal del edificio y Magnus subió de dos en dos las escaleras.

-Me adelantare. -Dijo Casual. -Tal vez tenga que ordenar un poco.

Alec sonrió mientras Magnus le brindaba un resplandeciente guiño y esperaba a los demás con la puerta abierta.

-¿Has sabido de Aline? -Pregunto Jace, ambos subían por las descuidadas escaleras.

-Me ha escrito. -Dijo Alec. -Ella está bien, es Helen la que en realidad la está pasando mal.

-Es comprensible. -Dijo Clary detrás de ellos. -Debe estar siempre pensando en sus hermanos, en Mark.

Jace sacudió su cabeza, recordando a ese chico maltratado que encontraron en su camino hacia la dimensión demoniaca.

-A veces acatar órdenes es una verdadera estupidez. -Dijo Jace claramente afectado, ambos habían llegado al descanso de las escaleras, justo a medio camino.

-Alec, -llamo Isabelle, ella y Simon los seguían de cerca, varios escalones detrás de Clary. -Ellas vendrán a tu boda, ¿No? Es decir, son familia.

Alec se detuvo y bajo la mirada. -Hable con papá de ello. Helen no está exactamente enjuiciada, es decir, ella no está considerada una criminal...

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