Alexander

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-No. Magnus. Por favor, el dorado es para las bodas de Cazadores de Sombras, esto no es exactamente eso. A mí me parece que todo luciría mejor con tonos celestes y rosas ¿No lo crees? -Isabelle estaba corriendo a lado de Magnus y detrás de sus hermanos, Simon y Clary estaban detrás de ellos.

Jace se detuvo e hizo una señal de ocultarse, por encima de su hombro.

Todos obedecieron. -Alec quiere tonos dorados. -Dijo Magnus respondiendo a Isabelle pero poniendo atención a Jace y Alec que se encontraban liderando a todos a través del oscuro pasillo.

-No tienes que complacerlo en todo ¿sabes?

-No tengo. -Dijo Magnus. -Pero quiero.

Jace fue el único que pudo notar la sutil sonrisa de Alec al escuchar el comentario.

-Pues pienso que es su oportunidad de salir de lo ordinario, solo piénsalo -Isabelle insistió. -Grandes cortinas azules y manteles rosados...

-Basta. -Llamo Alec sin mirar hacia atrás, no enojado solo precavido. -Deben poner atención.

Todos guardaron silencio, pero esto fue tan solo por unos segundos antes de que Alec rodara los ojos al cielo sin poder creer en lo que estaba a punto de decir, volteo directamente hacia su hermana. -No veo que tenga algo de malo el dorado. Soy un Cazador de Sombras al fin de cuentas.

-Es tu boda. -Dijo Jace uniéndose a la conversación. -Puedes hacer lo que quieras.

-Es increíble que estemos organizando la boda de Alec y Magnus. -Dijo Clary con entusiasmo desde el final de su formación.

-Es más increíble que lo estemos haciendo mientras cazamos demonios. -Dijo Simon con una sonrisa.

Todos asintieron entre si y decidieron que era tiempo de dedicarse a lo que habían ido a ese lugar tan lúgubre.

-Ah, y esta ceremonia no tendrá nada de ordinario Izzy. -Dijo Alec con tono divertido. -Recuerda que es la boda de Magnus Bane.

* * * * *

La batalla fue sencilla, o lo fue en lo que cavia, su extraordinario equipo se había convertido en una excelente arma mortal, la mañana estaba por llegar y era hora de volver a casa, Jace y Alec se miraban un poco mas descompuestos que los demás, sucios y con mas moretones que ya empezaban a sanar por las runas en sus cuerpos, Isabelle libero su cabello del chongo que formaba con él cuando se enfrentaba a demonios.

-Nada mejor que una exterminación para iniciar bien la semana, ¿he chicos?

-Pudiste haber ayudado un poco mas ¿No lo crees? -Dijo Jace mientras Clary trazaba con cuidado una Iratze sobre su hombro.

-Y terminar tan sucia como ustedes dos. -Dijo Isabelle. -No gracias.

Alec sonrió sin mirar a su hermana, este se encontraba concentrado en trazar una runa de curación en su antebrazo cuando Magnus se acerco a él. Alec rápidamente confirmo el estado de su novio, él lucia impecable como siempre, una ventaja que le daba la magia, sin duda el luchar a distancia era más limpio que hacerlo cuerpo a cuerpo. Alec se apresuro a sonreírle para demostrarle que se encontraba en perfectas condiciones, pero aun así había ese brillo de preocupación en sus ojos de gato. Algo que Alec odiaba por hacerlo sentir angustia. Magnus miro no muy contento pero con resignación hacia Alec y sus raspones, paso su mano enjoyada por la frente de su novio para apartar su desordenado cabello y descubrir la herida que ahí se encontraba, Alec estaba a punto de trazar una Iratze en esa zona, pero guardo su estela y decidió ponerse al cuidado de su amado, algo que le gustaba cien veces más. La mano de Magnus brillo de Azul por un momento y la herida se cerró casi de inmediato.

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