Capítulo Veinticinco

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Quise ir detrás de Diego y disculparme con él, pero no me atreví, por primera vez sentí que debía de darle espacio y que también tenía que hacer algo más que disculparme con él por todo lo que le había dicho.

Llegué mucho antes al café, no me molestaba esperar a Clar, así aprovecharía de estudiar un poco para los exámenes de finales de semestre que ya se acercaban, lo mejor de estar en la universidad era que no salíamos en diciembre como sucedía con la escuela, si no que casi a mitad de noviembre si lograbas pasar todos los exámenes exitosamente.

Estaba de lo más concentrada en mi lectura, cuando sentí que alguien me abrazaba por la espalda, por el olor a fresa supe de inmediato que se trataba de Clar, sonreí ampliamente y le devolví el abrazo como pude.

- Me encanta como se te ven las puntas de ese color, te queda totalmente cool –dijo sonriendo y sentándose frente a mí, yo quede algo impactada, se veía muy distinta con su cabello negro, pero igual o más guapa que antes-

- Amo tu cabello, pareces una chica mala y eso me gusta –dije y ambas reímos-

- Era la idea, parecer una chica mala –me guiñó el ojo-

Nos tomamos dos cafés y un muffin mientras hablábamos y hablábamos, bueno, en realidad la que más hablaba era Clar, como decía Diego, era una total parlanchina, eso no se podía negar. Me contaba lo que sucedía en el pueblo, de los cambios que estaba generando su madre, de que a ella le encantaba Noah, y que por supuesto, nadie más se había enterado de que eran Rogenes, todo siempre sería un secreto entre nosotros. La conversación iba de lo mejor hasta que Clar tuvo que tocar ese tema que sabe que me saca de mis casillas y que justamente ahora no quería tocar.

- Tienes que olvidarlo, y me importa una mierda que me digas que tienes un compañero que se llama Max, porque no te creo –dijo molesta- Últimamente me he vuelto más cercana a Eric y me ha comentado que hace tiempo que le perdió la pista a Max.

- No quiero hablar del tema, Clar.

- Tienes que hablarlo –dijo alzando un poco más su voz- porque si sigues esquivándolo jamás podrás superarlo y tienes que hacerlo ¡Joder, amiga! Que él ya se fue, no se despidió de ti ni tampoco ha intentado contactarnos, olvídate de él.

- Sabes perfectamente bien porque no logramos despedirnos, así que esa no debería de ser una excusa para que lo olvide.

- Sí, tienes razón –suspiró- pero tienes que hacerlo, ya ha pasado más de un año ¿Tan difícil es olvidarlo? ¿Sigues igual de enamorada que antes?

No sabía si seguía igual de enamorada que antes, solo sabía que lo extrañaba un montón, que a veces me imaginaba que aparecería de la nada y que nos fundiríamos en un abrazo interminable y que él no volvería a irse, si eso significaba que seguía igual de enamorada que antes, entonces si lo estaba. Pero tenía que ponerle un alto a todo esto, Clar tenía razón, era tiempo de que lo olvidara, ya había tenido esta conversación un montón de veces conmigo misma, así que esta vez seguiría los consejos de los demás aunque mi corazón me dijera lo contrario.

- Lo haré, lo olvidaré Clar, pero solo dame tiempo ¿Sí? –suspiré- No es fácil olvidar a alguien que ha dejado una marca en tu vida.

- Lo sé, amiga, lo sé –acercó su mano hasta la mía y la tomó sobre la mesa, dándole un pequeño apretón- pero también sé que no estás sola y que ese chico que conocí hace algún tiempo, se merece una oportunidad.

- ¡Clar! –protesté intentando no reír, sabía que sacaría ese tema a la conversación-

- ¿A poco que no te dan ganas de intentarlo? ¡Es guapísimo! Y todo un caballero, creo que si no estuviera tan enamorada de Noah, te hubiese dicho que me lo presentaras –dijo y ambas reímos-

Los Warner #1: ¿Podrás ser salvada?Där berättelser lever. Upptäck nu