3.- Conociendo a Caín

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Narrador

- ¿Qué demonios...? – susurro la pregunta.

Todo a su alrededor era árboles. Su corazón latía a mil por hora. El miedo estaba punto de ocasionarle un ataque de pánico.

¿En dónde estaba? ¿A dónde había ido Thadeus? ¿Por qué este hombre la había prácticamente secuestrado?

- Ni siquiera pienses escapar – su voz ronca le causo escalofríos. Se disponía a mirar al hombre de nuevo, pero antes de poder dar media vuelta, uno de sus pies tropezó con un montón de tierra.

Las palmas de sus manos recibieron el peso de la caída. Cayo de lado y un grito se quedó atascado en su garganta al ver frente a ella, sobresaliendo sobre la tierra, un dedo humano

- Déjala – levanto su mirada para ver a su salvador.

El hombre de traje, gabardina y corbata estaba frente a ella, y miraba con desafío y enfado al hombre que la había llevado a ese lugar.

- Hola, Castiel – saludo el hombre. Castiel ayudo a Belha a ponerse de pie de nuevo, y la coloco detrás de el en un acto de protección.

- ¿Qué has hecho? – pregunto Castiel – ¿y estos cadáveres? - la sola mención de cuerpos sin vida ponía más nerviosa a Belha –

- Solo estoy limpiando un lio que hice hace tiempo – el descaro y cinismo de las palabras del individuo lograron que un poco del miedo de Belha se transformara en coraje.

- ¿Tú eres Caín? – se atrevió a preguntar la chica y se retiró un poco de Castiel, de modo que podía ver con claridad al hombre frente a ellos.

- ¡A tus ordenes! – le respondió mientras asentía con la cabeza hacia ella.

- ¡Se lo que eras! – interrumpió Castiel – y resististe por mucho tiempo

- Que puedo decir – Caín no desprendía su mirada de Belha... podía sentir que ella no era como los demás... - tengo el gusto de nuevo. Con el ejercito de Abaddon buscándome, tuve que coger armas de nuevo – Caín avanzo unos pasos hacia un lado – y me gusto como se sentía

- Esos eran demonios – dijo Castiel. Belha no podía pronunciar ninguna palabra. No solo era el miedo y la confusión, sí que algo había en las palabras de ellos que no sonaba tan loco para sus oídos. Caín se acuclillo y cogió un oso de peluche del suelo – Estos...

- Humanos – le confirmo a Castiel – la marca tiene sed de todas las clases – inspeccionaba el peluche sucio entre sus manos. La mención de la marca puso en alerta a Belha.... ¿entonces lo que ella tenía en su brazo, si era la marca de Caín?

- Esto es una masacre – le dijo entre dientes Castiel.

- Si – le respondió Caín con voz firme y mirada llena de ira mientras se levantaba de nuevo y tiraba el peluche – y pronto será un genocidio - comenzó a caminar con pasos lentos hacia Castiel y Belha – mis hijos... todo mi veneno... un montón de ellos están allí afuera ahora mismo... - detuvo su paso - asesinos, ladrones, guerreros, algunos más tranquilos que otros... pero aun así la tienen... la enfermedad. Si la marca quiere sangre, le daré la mía

- ¿Los mataras a todos? – pregunto Belha y Caín asintió

- Pero eres el primogénito de Adán y Eva - dijo Castiel mientras caminaba más cerca de el – tus descendientes son legión

2º Libro: La Marca de CaínWhere stories live. Discover now