Podía oír los pasos apresurados de mi mamá correr por el pasillo y abajo la voz de papá llamándola para que se diera prisa. Ambos iban a volver a dejarme sola.

De vez en cuando resonaban unos truenos a los cuales intenté no prestar atención. Extrañamente ya no me aterraban tanto como antes, pero estando sola era algo distinto. Todavía necesitaba de alguien que me sirviera de refugio y Diana siempre lo había sido.

No había podido convencer a mis padres para que viajasen otro día, y entendí que fuesen a salir por asuntos importantes. No me atreví tampoco a volver a llamar a Tom. Ya había estado con él dos días antes para año nuevo y no quise molestarlo a pesar de las ganas que tenía de volver a verlo.

Cuando mis padres se fueron yo decidí que lo mejor que podía hacer era distraerme. A los quince minutos acabé enviándole a Tom un mensaje por mucho que lo había resistido.

Pronto oscurecería y temía pasar la noche sola, daba igual si era Natalie o Michelle quien me hacía compañía. Incluso Georg o Chris serían buena compañía, aunque ellos no acostumbraban a visitarme muy a menudo.

"¿Qué sucede?" Tom me envió un mensaje de vuelta.

"Nada, no quería molestar, pero estoy sola hasta mañana y hay truenos, solo quería distraerme un rato. ¿Estás ocupado?"

Me recosté sobre la cama para esperar la respuesta. De pronto un fuerte relámpago iluminó el cielo y yo cerré los ojos tratando de ignorarlo.

"No, estoy ordenando un par de cosas en mi habitación porque pretendo mudarme pronto".

"¿De verdad? ¿A dónde?"

Miré impaciente mi móvil, desesperada por tener de una vez la respuesta de Tom.

Solo esperaba que no fuese muy lejos de donde ahora estaba su casa.

"Todavía no lo sé, quiero buscar un lugar y no he tenido tiempo. Voy a necesitar de tu ayuda para encontrar algo, soy un poco inútil para eso".

"Mientras no quieras ir muy lejos esta vez, no hay ningún problema".

Ya había empezado a adormecerme suponiendo que él no volvería a responderme cuando mi móvil volvió a sonar. Yo no reaccioné y continué con mis ojos cerrados sin poder de salir del estado de inconsciencia en el cual me encontraba.

Acababa de refugiarme bajo las mantas de mi cama porque los truenos se habían intensificado y estaba un poco asustada.

Reaccioné cuando el móvil bajo mi almohada sonó por segunda vez.

"Si tuviese que ir demasiado lejos, te llevo conmigo"

Me reí débilmente.

"¿Vanesa?"

"Estoy, estoy, es que estaba quedándome dormida. ¿De verdad me llevarías contigo?"

No pude evita preguntar, a pesar de saber que estaba bromeando.

"Si tú quieres, claro que sí. Voy a bajar ahora porque Bill está llamándome. Duerme, nos vemos en un rato"

No alcancé a preguntarle nada más porque el sueño me venció. No pude saber tampoco cuánto tiempo dormí, pero cuando volví a abrir los ojos ya había anochecido y aunque yo aún podía quedarme acostada para seguir descansando decidí que lo mejor sería levantarme a comer un poco. 

Aún hacía frío, aunque la estufa estaba encendida no era suficiente. Decidí abrigarme y me senté sobre el sillón a comer.

No podía seguir negándolo, nos habíamos visto hacía muy poco y ya estaba necesitando que estuviese nuevamente conmigo.

Un Juego de amigos.Where stories live. Discover now