En un arranque de valentía, pensé en seducir su mente de alguna manera. Le pedí que jugaramos algo que yo acostumbraba a hacer cuando no tenía nada interesante que decir: Preguntas y respuestas. Tan fácil como sonaba, así podía irme metiendo en su mente y darme una idea de cómo pensaba, sin tener ningún contacto físico. De paso evitaría que insistiera sobre las llamadas, al menos por esta noche.
Aún así no podría ocultar mi voz por siempre y para no escucharme desesperada por sonar casual, le solté una broma sobre que si escuchaba mi voz, se iba a enamorar.

Comenzamos por preguntas simples e inocentes: música, comida, deportes, hobbies. Pero algo me decía que no tardaría en ponerse interesante al provocarlo un poco. Fuera como fuera, la imagen mental de Scarlett dándose un baño mientras chateaba con el, debía de ser una imagen difícil de alejar de su mente, si era el tipo de persona que creía que era... Y lo era.

- Así que... ¿Sabor de helado favorito?
- Me encanta lo amargo, - Respondí - así que apostaré por el helado de café. ¿Boca arriba o boca abajo?
- ¿De qué me estás hablando?
- De dormir, obviamente... ¿Duermes boca arriba o boca abajo?
- De lado - Vaya broma simple la suya.
- Ok, tu turno.
- ¿Cómo acostumbras dormir?
- Con las luces apagadas y debajo del edredón, ¿Qué clase de pregunta es esa?
- Si, que lista... Me refiero a... ¿Qué estás usando para dormir?

¡Bingo! esto se estaba poniendo de nuevo interesante, creí que el tipo era de plástico, o que me estaba imaginando cosas.

- Señor Mark, ¿Me está invitando a una sesión de sexo telefónico?

Escribiendo... escribiendo... escribiendo.

- ¿Estás loca? claro que no, es sólo una inocente pregunta, acaba de llegar mi mamá con mis pijamas limpios y la ropa limpia y pensé en eso solamente... ¡Demonios, qué extraña eres!
- Jajaja, ¡tu respuesta fué de campeonato! descuida, el sexo es algo natural. No es como si fuera a hablarte de traficar con coca o algo así. Con respecto a tu pregunta, llevo una camisa grande de Panic! at the disco y mi ropa interior, ante todo la comodidad. Mi turno de preguntar... ¿Cómo acostumbras a dormir tú?. Y por cierto, Mark, olvidaba recordarte que este juego lo sugería para conocernos mejor, cualquier pregunta está permitida... A menos que creamos que es algo muy privado, y podemos elegir no contestar.
- Pues a tu pregunta, prefiero dormir sólo en boxers. Como dices, es mejor la comodidad. Y está bien, entonces... ¿Puedo preguntar cualquier cosa?
- Claro, adelante.
- ¿A qué edad fué tu primera vez?

Bien, esa pregunta no la esperaba tan pronto, creí que sería mas lento. Un mal recuerdo se metió detrás de mi mente, pero seguí adelante, ignorándolo. Una vez que comenzaramos con este tipo de temas, lo iba a explotar sin piedad.

- A los 16 ¿A qué edad fué la tuya?
- Pero prometeme que no te burlarás...
- Ains... prometido.
- A los 13.
- ¡Eres un precoz!
- ¡Oye! Dijimos que sin burlas, y tu tampoco te has quedado atrás.
- Ja, de acuerdo, siguiente pregunta.
- ¿Con cuántas personas tu...?
- ¿Yo qué? ¿Hé "Cogido"?
- Disculpa. Pensé que no importaba lo que preguntara, me pasé, no tienes porqué contestarlo.

Sinceramente no quería decírselo, me sentía molesta. Me irritaba aquella mala experiencia, pero podría perder mi avance si me comportaba como una tonta. Recuperé mis estribos y serena volví a tomar mi celular. No podía dejar que problemas del pasado llegaran a aguarme la noche.

- De acuerdo, lo siento, muy personal... ¿Sabes? quisiera dormir temprano el día de hoy. Platicamos después.
- No, espera Scarlett.
- Buenas noches Mark.
- Pero tan solo dejame...
- Buenas noches, dije.
- Lo siento, hablemos mañana entonces.

Lo dejé en visto. Maldición, no quería aceptar que su pregunta me había puesto mal, pero tampoco podía ignorarlo, no debía perder mi progreso.

Me dispuse a dormir, me arropé como debía y al cerrar los ojos sonó un inbox en mi celular. La burbuja tenía su fotografía de perfil. Rodé los ojos ante el hecho de ser completamente incapáz de dejarlo estar por una noche al menos.

- Scarlett...

Entró de nuevo una llamada de fb, mi corazón palpitó de una amanera acelerada... Por alguna extraña y estúpida razón, contesté.
Silencio, sólo su respiración.

- ¿Estás ahí?

sería mejor que dejara el asunto así y huir, cerrar el perfil y hacer como si esto nunca hubiera pasado... pero... ¿Porqué no podía hacerlo?

- ¿Me escuchas?

... ¿Puedes oirme?...

Lo siento, no quise lastimarte o incomodarte, es sólo que yo... siento tanta curiosidad por ti, eres una chica tan... única.
Nunca había disfrutado tanto platicar aunque sea en textos con alguien, tiene mucho, mucho tiempo. - Su voz sonó cansada y un suspiro sonó en mis auriculares. No la recordaba así. Era tan aterciopelada, tan suave, pero sin perder ese toque sexy... me quedé sin aliento - No quiero estropearlo, fuí un pendejo. No debo hacerte preguntas tan íntimas. No sé lo que hay detrás de tu hermoso rostro, no puedo evitar querer saberlo todo y conocerte, pero... supongo que soy algo molesto. No tengo derecho de obligarte a dejarme entrar a tu vida, ¿Me entiendes?, yo sólo... lo siento.

Me quedé en shock, y no podía reaccionar, ¿Qué era esto? Mi labio inferior temblaba.

- Entiendo que no quieras hablar conmigo, sólo dime una cosa... ¿Te agrado, aunque sea un poco?

Salí de mi trance y forcé mi voz, simplemente susurré.

- La verdad es muy pronto para poder decirte eso, pero... Creo que me agradas.
- Eso es un alivio para mi, en serio... ¿puedo preguntar algo más?
- Solo haz la estúpida pregunta.
- ¿Te lastimé?
- ... No me lastimaste, pero me incomodaste un poco, es algo... de lo que no quiero hablar por ahora.
- Si pudiera estar en donde tu estás... ¡Demonios, no sé qué decir!
- Solo dilo.
- Desde que te pregunté sobre cómo dormías, no he podido parar de pensar en dormir contigo... No te apresures, no es algo sexual ni nada, es sólo... que hablar contigo, es tan genial. Siento de si pudiera desvelarme contigo, tan solo platicando uno al lado del otro, podríamos ser... no lo sé.
- ¿Quieres dormir conmigo?
- ¡Claro!, pero no necesariamente en la misma cama que tu, es sólo... tu compañia. Me gusta abrazar dormido, ¿Sabes? De niño solía dormir con unos ridículos osos de peluches que... jajaja, no se porqué te cuento esto, es tan vergonzoso...
Sus palabras se atropellaban entre sí para salir por el auricular del teléfono. Sus nervios eran demasiado obvios y parecían ser genuinos. Un pequeño atisbo de ternura se metió en mi pecho.
- No te preocupes, entiendo. Yo duermo abrazando una almohada. - Bien, eso era verdad... - Tal vez algún día podremos dormir abrazados, ya que nos agrada hacerlo tanto...

Por un momento que me pareció una eternidad, nos quedamos en silencio, contuve mi aliento, expectante.

- No mentías. - Dijo.
- ¿A qué te refieres?
- Tu voz... es hermosa.

Puse mis ojos en blanco, ni siquiera era mi voz normal. Quise darme un tiro, pero sólo aproveché la ironía de la situación y reí por lo bajo. Hablé de la manera más dulce que pude, no parecía yo misma, ni siquiera a mis propios oidos, era totalmente extraño.

- Lo sé. Mark, tengo que colgar. Quiero dormir, tengo una vida a parte de mis redes sociales, platiquemos mañana, ¿Si?

Quería esfumar esta pequeña neblina rosa que había iniciado, era demasiado.

- Mañana... ¿Prometido?
- Prometido. Buenas noches.
- Buenas noches, descansa Scarlett.

Colgué y me metí dentro de mis cobijas, con una estúpida sonrisa que debía de reprimir de una vez. Esto no era correcto, y sintiéndome así ya no estaba siendo divertido.
Si seguía podía terminar muy mal, necesitaba parar. La cosa era que... no quería hacerlo.

Confesiones de una catfishWhere stories live. Discover now