Capítulo 3

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Cuando me sorprendí a mi misma, tuve que frenarme de decir algo que nunca creí pensar de ti. Me empujas y jalas hacia ti.
Lo tienes, lo tienes. Una especie de magia hipnótica, hipnótica. Me dejas sin aliento. Lo odio, lo odio. No eres en lo que creo, con Dios como mi testigo.
Sabía en mi corazón que no eras tú. Pero ahora sé lo que quiero.

~I caught myself/ Paramore








Mi corazón latía al retumbar de los tambores del intro de "Caught Myself". El lugar junto a mi en la mesa estaba vacío, como casi siempre. Abrí mi laptop para entretenerme. Me dí a la caza de fotografías nuevas sobre la chica a la que suplantaba. En verdad era guapa. Cambié la fotografía de perfil y contestaba los inbox que me llegaban a ambas cuentas. Mi madre avisando que tenía ganas de que cocinara lasagana para ella, mi hermana mandando memes que "definitivamente tenía que ver".

Eran las 12:00 am, y me disponía a dormir cuando me llegó un mensaje nuevo. Llevaba varios días hablando con Mark, sin embargo no habíamos tocado el tema de la cena en casa de su novia por alguna razón. Tuve que preguntar.

- La cena fué un éxito. Creo que fué el mejor trato que he recibido jamás en ese lugar.
- Me alegro.
- Todo gracias a tu ayuda, incluso su madre comentó que le gustaba mi nuevo estilo.
- Bah, no fué nada.
- Pues aunque no lo haya sido, necesito recompensarte.
- No hay necesidad, realmente estaba aburrida y tú me diste algo en qué entretenerme. Estamos a mano.
- Al menos dejame invitarte a cenar el día que vengas.
- Jmm, está bien, me parece justo. Restaurant italiano, de ser posible.
- Anotado. ¿Qué haces?
- Me aburro, como siempre. Estaba pensando en irme a dormir temprano después de éste capítulo de Game of thrones, ¿Y tú?
- Acabo de ducharme. Es mi día de descanso mañana y planeo hacer lo mísmo que tú.

Esto estaba siendo poco interesante. Pensaba comenzar el coqueteo esta noche y al parecer mis progresos eran nulos. A menos que hiciera algo para despertar su líbido o su interés. Algo ligero, comenzaría en modo principiante.

- Si, suena genial. Creo que me daré un largo tibio baño en la tina y dormiré... Pues que tengas buenas noches, descansa.

Inconscientemente trataba de meter la imagen mental de Scarlett al darse un baño. Algo casual, pero las ligeras descripciones mías iban a causar algún efecto, si sus intenciones eran las que yo pensaba.

- Oye, no. Aún tengo un poco de tiempo, ¿quieres hablar?
- Bien, déjame poner a llenar la tina y a preparar mis cosas, ¿Te parece?
- Claro, dame tu número y te marcaré en cuanto me lo indiques.

Estaba esperando a que insistiera en ello de nuevo. Pero esta vez ya estaba preparada para entrar en acción.

- Tu no entiendes, ¿Verdad?
- No te enojes, debía insistir al menos...
- Jmmm... se me ocurre algo mejor.
- ¿?
- Yo no te quiero hostigándome a cada momento y tu simplemente quieres compañía, ¿cierto?
- Creí que ya habíamos llegado a ese punto hace tiempo atrás...
- No, espera... ¿Podemos hablar por llamada de Fb?
- Ah, por supuesto.
- Bueno, estamos de acuerdo entonces.
- Es la mejor idea que hé escuchado en todo el siglo.

Era el momento descisivo. Bien, Isabelle, como lo ensayamos. Estaba nerviosa, pero definitivamente esto se había convertido en un reto bastante divertido.

Sin embargo, al llegar el momento, no me animaba a hacerlo. El sólo pensar que reconociera mi voz me daba pavor.
No, no... definitivamente no podía hacer esto. Miles de pensamientos negativos llegaron a mi mente. Esta noche no podría ser, necesitaba estar segura de proteger mi identidad.

- ¿Estás bien, te has ido por el drenaje acaso?

Lo dejé en visto una vez más, tomé la ducha que planeaba y me olvidé del asunto. Sólo cerraría el estúpido perfil y lo dejaría ser. No volvería a intentar este tipo de estupideces. Las notificaciones fueron llegando y cada vez eran más seguidas... Mark sí que era insistente. Me encontré tarareando una canción de 'Pierce the veil'. Dejé que corriera el agua y me dí pequeños masajes en la cabeza. Me relajé y una llamada por FB me sacó de mi estupor. Era el, demonios. Le colgué las primeras dos veces antes de decirle que mi internet estaba muy lento esta noche y que no podíamos hablar. Sabía que cualquier persona ya hubiera intuído algo en este punto, pero siguió haciendo plática.

Confesiones de una catfishWhere stories live. Discover now