Un Secreto Oscuro ©

Capítulo 45

Corriendo a atrás de Ángela, la detení y ella me extendió su brazo derecho. nos perseguían las enfermeras y los psiquiatras como locos, había gente en la recepción, Nick y Anne estaban afuera, como siempre me dejan sola en un delirio sin final. Aún no podía entender muy bien el plan; Nick me había dicho que me iba llevar a un departamento que compró hace poco, en donde podría estar a salvo de mi padre.

Escucho un ruido repugnante, eran las alarmas, mi corazón soltó un latido.

—¡Corre!—grita Ángela y dos enfermeras me perseguían corriendo.

Yo corría lo más lejos posible, era un hospital bastante grande, los pasillos provocaban sustos, había mucho silencio.

Ángela y yo nos dirigimos a la salida, ahí se encontraban Nick y Anne, haciéndonos señas, Ángela se veía muy enojada y la entiendo.

Nick sonrió y cerró la puerta de salida de emergencias. Hacia mucho frío, mis manos temblaban de los nervios, las alarmas se habían activado.

Entramos al auto de Nick; ahí estaba su novia Mindy White, aún no entendía que hacia allí, no debía estar aquí, esto es un problema familiar; no le incumbía a ella.

—Willow—dice ella con una sonrisa.

—Mindy. ¿Que tal?— no se me ocurría más nada sino decirle como estaba, aunque era algo tonto e inmaduro de mi parte; no era momento de entablar una conversación.

¡Que ingenua soy!

Nick conducía muy rápido, parecía que estaba muy alterado, bastante agotado.

—Nick, por favor calmate, conduces muy rápido.— él ni siquiera me contestó, seguía conduciendo, se parecía mucho a mi madre; Jen Jones, la extraño.

Ángela y Anne iban muy nerviosas, era primera vez que Ángela se preocupaba tanto por mí, siento que es una buena persona. Tal vez siempre me equivoqué con ella.

—En verdad agradezco lo que han hecho por mí. —dije mirándolas fijamente.

—Tranquila.—dice Ángela con una mirada sincera. —Te quiero Willow. —dice y siento una enorme ola de mar, acariciandome el corazón. —Eres mi hermana, haría cualquier cosa por ti.

Anne baja la mirada, se veía muy sentimental.

—¡Demonios! ¡No se pongan sentimentales ahora!—dice Nick y en el retrovisor se veía que soltaba una lágrima, pero con orgullo se la quitó.

Anne suelta una carcajada.

—¿De qué te ríes? —pregunta Mindy muy curiosa.

—Esta situación.—dice Anne y suelta otra carcajada.

Entonces todos comenzaron a reírse, yo también solté una carcajada.

—¿En serio? ¿No se dan cuenta lo grave de esta situación?—dice Nick reaccionando, y entre sus ojos se veían reírse. — ¿Les parece gracioso esta situación?

—Nick tu también te reíste.—añade Ángela soltando una carcajada.

—Si, pero esto no tiene nada de gracioso, Ángela.—dice Nick con una mirada furtiva. 

—Tienes razón.—razona Ángela pensativa.

—¡Vamos! ¿a caso no fue divertido reírse? —contesta Anne. —Esta situación es grave, pero a todos nos hizo reír; a veces hay que cambiar la manera en que uno ve las cosas.

—Quizás. Pero muchas veces hay situaciones en que no sabes, en como vas a reaccionar. —dice Nick. 

Nick da un giro y nos encontrábamos en el barrio de North End de Boston Villareal. Nos bajamos del auto de Nick, Anne traía unos hermosos zapatos azules, lo cuales me llamaban mucho la atención.