Capitulo 37

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me encontraba con mi madre en el centro comercial, ella veía tan distraída unos zapatos de Gucci y Jimmy Shoo, yo en cambio trataba de pensar muy bien, he recorrido toda la oficina de mi padre y no he vuelto a ver esa siniestra caja de cosas personales, algo que me ha estado tentando, cada día de mi vida. Kate llegó ayer a nuestra casa, con un regalo precioso, un hermoso collar de perlas, unas botas clásicas color rosa pastel y una caja de seis libros, lo cuales eran: El hipnotista, El amante perfecto, el peso de la verdad y la trilogía el infierno de Gabriel. la verdad no se porque me los trajo, no me gusta mucho leer, ni mucho menos trilogías eróticas románticas. «Pero me te lo regalo Kate» dice mi subconsciente presionandome. Aunque me lo regalo Kate, lo leeré. Mi madre interrumpe mis pensamientos cuando me muestra unos zapatos rojos de marca Gucci.

-¿Acaso no son perfectos?- preguntó ella abrumada. -Me los probaré.

Ella se quita sus zapatos negros, que por cierto tiene un tacón bastante afilado, y se prueba los Gucci. le quedaba perfectamente bien, con el vestido gris mangas largas y cuello recojido, en donde se le veía las curvas bien estrechas. Se veía tan joven, con esa ropa. Ni yo misma me creó que mi madre tenga cuarenta y ochos años, su piel se ve todavía clara, jovial y consistente. Ángela aveces le da un poco de envidia que nuestra madre se vea tan fabulosa y en épocas en donde ella estaba más joven, los hombres enamorados la perseguían, abrumados,admirados y conquistados, con la belleza y ternura de mi madre.

¿Que ironía, no? ningún hombre hasta ahora me ha perseguido, excepto por Josh, bueno él no me perseguía, sólo que a él le gustaban las fáciles y yo no era de ese tipo de chicas, aveces no se que pasa conmigo.

«Tal vez no soy un buen partido, para los hombres»

Recordé el viejo comentario que le hize a Josh en el restaurante, recordé cuando me miraba con esos ojos seductores, recordé cuando me dijo que todo le aterraba que fingía ser valiente pero por dentro se moría del miedo, pero si Josh era un valiente.

«El valiente no es el quién tiene miedo, valiente es el que tiene miedo y lo enfrenta»

Se que Josh quiso ser mi amigo al final, quería ayudarme, él sabía mas de mi padre más que yo misma. Sabía la dirección de la casa abandonada, sabía todo lo que hacía mi padre en el trabajo, por medio de él iba a ser que mi padre se revelará ante mi familia, pero al final no pude saberlo, tal vez tengo que resolver esto yo sola. Tal vez la vida me esta dando una señal, una señal muy peligrosa, pensé.

Mi madre finalmente se compró los zapatos, nos dirigimos a tomar un café, nos sentamos en unas sillas de color marrón de textura áspera, con cojines blancos huesos en el centro, miré fijamente a los ojos de mi madre, tenía un color verde espontáneo en sus ojos, se veían contentos y nerviosos. Ella me miro y yo bajé la mirada, volteó la mirada hacia las tiendas de ropas y acessorios.

Una señorita de uniforme color rojo, nos trajo las tazas de café, con panecillos y brownies calientes, podía oler ese penetrante y delicioso aroma. la señorita puso las tazas de café y los biscochos en la mesa, tenía en su uniforme regada crema de vainilla de pastel, ella nos miro algo avergonzada y tímida.

-¡Buen provecho!- exclamó inocentemente.

la señorita se retiró lo más rápido posible de nosotros, parecía asustada.

Un Secreto Oscuro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora