Capítulo 40

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Me despierto por el sonido de unas melodías impenetrables, escuchó voces alteradas, desesperadas y sombrías. Abro bien los ojos, siento que el mundo ha girado y no se ha detenido. Observó a mamá y la veo demasiado asustada viendo por la ventana, veo que esta mi padre manejando muy tranquilo el auto, Ángela llora con sus dos manos cubriéndole los ojos, Nick me mira con una mirada de impaciencia, Richard se ve alterado.

Entonces me preguntó:
«¿Que ha pasado?»

-Willow...-dice mamá acariciandome el rostro. -Por fin, despertaste.

-¿Que pasó?-dije agobiada.- ¿A dónde vamos?

Ella me mira, y parece que no quiere hablar. se pone los dedos en la boca y suspira.

-Willow te vamos a llevar a un...-dijo pensativa.- A un...

Su respuesta desespera mi melancólico corazón, y buscó con su mirada alguna palabra que pueda entender lo que quiere decir.

-A un hospital psiquiátrico -termina la frase Ángela.

¿Yo? ¿a un hospital psiquiátrico? pero ¿porque demonios voy a ir a un hospital psiquiátrico? mis ojos se abren como platos y mi madre observa mi reacción y asíente con la cabeza. Me pongo las manos en la cabeza y respiro lentamente.

Dios mío:
«¿Que es lo que voy hacer ahora con mi vida?»

No puedo ocultarme entre secretos, me han robado una parte de mí, se han llevado a un ser que amo y que por siempre amaré, el miedo se ha robado mi corazón, mi vida ya no es una infancia. Mi vida es un miedo indescriptible y no puedo escaparme de ella, no puedo ser veloz con algo que más fuerte que yo, algo que es extrañamente invencible contra mis fuerzas.

-¿¡Mamá!? ¿¡Mamá!? ¿¡Mamá!?-dije sollozando en lágrimas. - ¿Porque me llevarás a un hospital psiquiátrico? yo no estoy loca, yo sólo quiero que confíes en mí.

Pero ella no concede mirarme, esta ahí, sentada, con una mirada de egolatría y orgullo, trato de mirarla pero ella no se deja. Se le salen las lágrimas y suspira, se endereza con un gesto de vanidad y orgullo.

-Willow, tenemos que llevarte, en las condiciones en las que estas, tenemos que hacerlo.- hizo una pausa.-Tu viste a tu hermana muerta, en tu habitación, no quiero que te pase algo malo.-dice y se le sale otra lágrima, sentí que se me crujía el alma.-No quiero que te suicides.

Yo tomó sus manos y siento que están frías y no respiran ese aroma tan dulce y cariñoso en su piel, sino más bien, un aroma cruel e impotente lleno de miedos y resentimientos.

-Mamá...-me acerqué a ella y la abraze fuertemente.-No tienes que hacer esto, nunca en mi vida haría algo que te hiciera sufrir.

Sentí su quejidos sombríos con los mios, sentí su dolor, su miedos, sentí lo mismo que ella sentía en ese preciso instante de confusiones y dolor.

Mi padre llega a un edificio blanco y elegante, con ventanas transparentes de color azul claro, yo miró a mamá, alterada y ella me devuelve la mirada, ella asiente con la cabeza.

Bajamos del auto, y yo trató de correr con todas mis fuerzas, pero mi padre me sujeta del brazo derecho fuertemente, aún no entiendo lo que esta pasando, las miradas de las personas se concentra en mí, y no puedo evitar las ganas de llorar. Quiero irme, quiero irme muy lejos de aquí, quiero perderme y no regresar. Suelto un grito, pero mi madre ni mi padre me voltea a mirar, es cómo si me muriera del dolor pero ellos simplemente me ignoran, cómo si no supieran que era tener corazón.

-¡¡POR FAVOR!! ¡¡SUELTENME!!-grito desesperadamente y trato de cerrar los ojos, pero el miedo lo evita. miró a mamá y me suelto del brazo de mi padre, y la toco de los hombros y la estremezo fuertemente. -Mirame, yo no estoy loca, mamá, no tienes que hacer esto. Yo no quiero hacerte sufrir ni a ti, ni a nuestra familia.

Un Secreto Oscuro ©Where stories live. Discover now