Capítulo 23

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Observé a Kate cantando se veía un poco agotada, ya que ha cantado más de 16 canciones de ella. Bajé la mirada hacia mi celular eran las 11:50 p.m. Nick traía un vaso de vidrio con vodka. Ángela ya no se veía tan feliz, parecía muy triste ¿Porque será? Mi vida esta llena de tantas dudas, de tantos misterios con mi familia. Que me sorprendo mucho, mi madre Jen se veía muy feliz por Kate.

Ella volteó y me pregunto por la hora.

—Son las 11:52 p.m.— dije mirando mi celular.

—Tenemos que irnos, estoy muy agotada y quiero irme a dormir. —dijo mi madre enfocando sus ojos en mí.

—Esta bien Mamá.—dije dirigiendome a la salida con ella.-¿Y los demás?

—Ellos vienen ahora, Willow estoy muy agotada.—dijo mi madre dándome un empujón en mi hombro.

Mi madre se veía bastante agotada tomo demasiado vodka, y eso la pone a ella vomitar pero ella nunca me hace caso de que no tome tantos vasos repletos de vodka.

Nos dirigimos hacia la salida y llegamos a fuera del hotel, había un hombre delgado de cabellos oscuros vendiendo frutas, parecía muy contento de la vida. Cómo me gustaría sentirme así tan alegre, él que vende de frutas es más feliz que yo.

El hombre se acercó a nosotras y le dirigió una mirada tierna a madre.

—Hola ¿Quieren frutas?—dijo él concentrado en la mirada de mi madre.

—Si quiero—dijo mi madre con una sonrisa.— ¿Cuanto cuesta las manzanas?

—Son a 10 dólares.— dijo él dirigiendole una mirada encantadora a mi madre. — ¿Quieren?

—Sí quiero ¿Willow tu quieres?—dijo ella con una mirada sincera.

—Si madre—dije sintiendome un poco incómoda.

—Bueno quiero 10 manzanas—dijo ella sonriendo le a él hombre que vendedor de frutas.

—Okay—dijo él mirándola fijamente—es usted una mujer muy bonita ¿no se lo han dicho?

Mi madre quedo un poco sorprendida y a la vez incómoda Ella soltó una carcajada, el hombre se río y le dirigió una mirada seductora.

—No me hagas reír—dijo mi madre apartando la mirada hacia él.

El hombre quedo un poco confuso y frustrado.

—¿Porque dice eso?—dijo él entregándole las 10 manzanas.

—Porque no sabe lo que dice—dijo mi madre levantándole una ceja.

El hombre se río y quedo concentrado viéndola.

—Usted no entiende ¿verdad? Es una mujer muy bella. —dijo él con una mirada sincera.

— ¿Y usted no entiende a las mujeres? ¿Verdad?— dijo ella con una mirada encantadora y seductora.

El hombre se río de nuevo, él parecía muy sorprendido de verla.

Tomé el taxi y mi madre se sentó.

— Adiós mujer bella.—dijo él hombre dirigiéndole una tierna sonrisa a mi madre.

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Llegamos a la casa al fin mi madre se había calmado, no deja de hablar de manejar el auto y querer estar en una carrera de automóviles.

Acomode a mi madre en su cama sus ojos verdes se veían cansados, ella esbozó una gran sonrisa al verme y se quedo callada, sus ojos al fin se cerraron. Me levanté y en su mesita de noche estaba una fotografía de la familia, estaba Ángela, Richard, Nick, Kate, mi madre, mi padre y yo. Era cuando estabamos pequeños, observó en la fotografía que mi padre tiene unos ojos tenebrosos y llenos de misterio. Se veía muy serio y siempre misterioso, es como si él guardara el secreto más oscuro a través de sus ojos. Él puede fingir pero sus ojos lo delatan.

Bajé hacia la cocina veo que mi padre esta en su oficina el abrió la puerta, yo me escondí por el pantri grueso de la cocina. Él llevaba en sus manos una bolsa de basura, con guantes plásticos llenos de sangre. Cuándo vi los guantes me quede atemorizada y frustrada, sentía un enorme escalofrío por mi cuerpo y recordé que esos mismos guantes que llevaba son los mismos que yo puse en mis cajones de colores para demostrarle a mamá que él ocultaba algo. Mi padre ya estaba en la puerta, parecía llevar algo muy pesado. El la abrió y veo que esta la misma muchacha que se parece a Kate.

—Por favor ya no sigas haciendo esto—dijo la muchacha.

— Callate y ayudame a subir esto—dijo mi padre dirigiéndose a su auto. —Te pagaré muchísimo, si mantienes tu boca cerrada.

—Esta bien—dijo la muchacha más calmada.

Ella lo metio en el baúl de el auto de mi padre, ellos se montaron al auto y se fueron. Ahora ya veo quién se llevó el guante, pero ¿como lo hizo? Si el día de la cena todos estabamos ahí, ¿como hizo entonces para entrar a mi habitación?

Un Secreto Oscuro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora