Capítulo 13

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"Los secretos siempre salen a la luz."

Narra Mackenzie:

Estaba empezando a impacientarme.

Harry nunca se retrasaba. Siempre venía incluso antes de que sonará la campana.

Se notaba que pronto llegaría el verano y me estaba friendo como un pollo.

El olor a sudor de los adolescentes a mi alrededor tampoco ayuda.
Me estaba dando un asco terrible.

Me pongo de pie y tiro la mochila al suelo.

Y después una voz horriblemente familiar me llega a través de mi estupor.

-Mackenzie... Por fin te encuentro.

En cuanto escucho su voz arrugó el gesto.

Levanto la mirada y le miro con indiferencia.

Sigue teniendo el mismo rostro. Los mismos ojos. Pero para mi ya no es ni de lejos la misma persona.

-¿Que quieres, Jack? -le digo con frialdad.
-Quiero aclarar lo del fin de semana, Mackenzie. Fue todo un mal entendido...
-¿Un mal entendido? ¡Por favor, Jack! Ten huevos para dar la cara.
-Mackenzie... Lo juro. No es como crees. El novio de mi hermana nos dio algo raro... Ni siquiera sé porque te dije aquello.
-Me ofreciste drogas, Jack. Drogas.
-Lo sé, y no sabes cuanto lo siento. Pero de verdad, que no era yo. Era el alcohol y las drogas lo que hablaba. Tu sabes que yo nunca haría algo así...
-No, no lo sé. Casi ni te conozco.

Su rostro se arruga.

-Lo siento muchísimo. Siento todo esto. Pero de verdad que no soy ese tipo de chico. Soy de los que juegan a Gárgolas y Mazmorras y leen Él Señor de los Anillos. Nunca he tomado esa mierda.

Su voz esta cargada de culpa y... ¿sinceridad?
Su mirada es demasiado triste para que no esté diciendo la verdad.

-Eso ya da igual. La cagaste. Y no quiero juntarme con gente que se deja llevar por lo que hagan los demás.
-¡Pero yo no soy así! -exclama enfadado. -No tengo la culpa de que ese tipo nos drogara. Después ya no tenía raciocinio.
-Te repito que ya da igual. No quiero ser amiga tuya. Punto.

Sé que estoy siendo injusta con este chico. Sé que me está diciendo la verdad. Pero no quiero fiarme. No puedo confiar de nuevo en una persona que me ofreció algo tan sumamente peligroso como las drogas.

-Pero Mackenzie...

Y entonces oigo la puerta cerrarse.

Sé que es solo una puerta de un coche cualquiera. Una puerta aleatoria en este mundo inmenso.

Pero yo sé que no lo es.

Sé que es suya por el crugir del metal. La fuerza del sonido.

Sé que es suya por las muchas tardes en las que me he sentado en estos mismos escalones a esperarle con ansiedad y que cuando llevaba me hacía la interesante y fingia que no sabía que estaba allí. Fingia que no llevaba todo el día esperando ese momento.

No me hace falta mirarle para saber que me estaba fulminado con la mirada y que se va a poner en plan cabernicola. No hace falta mirarle para saber que esta allí con sus pantalones negros perfectamente ajustados en los lugares correctos. No hace falta mirarle para que se me acelere el pulso y tenga ganas de besarle.

Ya No Soy Tu Niña (Harry Styles)Where stories live. Discover now