Ya No Soy Tu Niña (Harry Styles)

Capítulo 5

"Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego,
otros dicen que en el hielo.
Por lo que he probado del deseo estoy con los que apuestan por el fuego."

Narra Harry:

Mi cabeza iba a estallar. Iba a estallar en miles de fragmentos diminutos.

¿Que se supone que me estaba pasando?
¡No tenía ningún sentido!

Era de Mackenzie de la que estábamos hablando.
La niña que cogí en brazos hace diecisiete años, la niña a la que vi crecer y a la que ayude a aprender a caminar. Esa niña seguía allí, solo que más mayor.
¿Como podía tener esos pensamientos hacia esa niña? ¡Jesucristo, estaba enfermo! ¡Ella era Mackenzie, mi Mackenzie! Era solo una niña, ni siquiera una muchacha. Ella... por Dios, era mi niña.
La he considerado mi hermana pequeña desde siempre, desde que tengo uso de razón. Y uno no tiene que estar pensado así de su hermana menor. ¡Por Dios mi cabeza era un lío enorme!

¿Porque estuve tan enfurecido durante una semana porque ella estaba enamorada? ¿Porque odie a ese tipo misterioso en cuanto le mencionó? ¿Porque me sentí el alivio mas grande de mi vida cuando ella me besó?
¡Porque estoy enfermo!

Ella es una niña. Y tenía que grabarme eso a fuego en la cabeza.
Empezaba a calmarme. Respire hondo y cerré los ojos.

El mayor error de mi vida.

La imagen definida de sus labios apareció detrás de mis párpados.
El sabor de esos labios, Jesucristo. Quise golpearme hasta la mierda.

Fuera de mi mente. ¡Fuera!
Empecé a contar hasta diez.

Uno... Dos... Tres... Cuatro...

Y la puerta de su habitación se abrió.
Piernas largas, torneadas, caderas anchas, cintura diminuta... Y joder, sus pechos.

¡Vamos, Styles, arregla tu mierda!

Ella estaba hermosa. Demasiado hermosa. Y eso me cabreaba. Me cabreaba como el infierno.
No quería que nadie la viera. No quería que nadie tuviera... los pensamientos que tenía ahora mismo.
Ella era... era... No, vamos, deja esa mierda idiota.
Yo no tenía ningún motivo para enfadarme. Ella podía maquillarse y ponerse escotes. Ella podía tener novio. Y su novio podía... besarla y... ¡No!
Empecé a ponerme furioso.
No podía ni imaginar que alguien la hiciera sentir de esa manera. No quería que nadie la hiciera gemir como yo hice anoche.
Era un pensamiento insoportable, bizarro, doloroso, imposible.

Mataría al que se le acercase. Le cortaría los huevos.

-¿Te has maquillado? -las palabras salieron antes de poder detenerlas.

Ella me mira con indiferencia y hay escondido, furia.

-¿Algún problema? -me espeta.
-¿Desde cuando te maquillas?
-Desde ahora mismo.

Me rio sin ganas.

-¿Lo haces para llamar mi atención?

Sus ojos se abren como platos, enfadados.

-¡Más quisieras!
-Te lo repito Mackenzie, eres solo una niña para mi. Mí hermana pequeña.