Capítulo 4

22.3K 1K 492
                                    

¿Por qué vuelves a mi mente si yo no te llamé? ¿Por qué vienes a mis ganas si yo no quiero verte?¿No ves que yo te olvido?¿No ves que no te escribo?

Evidentemente no lo ves.

Claramente yo tampoco...

Cuando salgo al salón Harry está viendo The Big Ban Theory con concentración.

En cuento me ve, frunce el ceño con desaprobación.

-Harry, voy a salir. ¿Me dejas el coche?

Entre cierra los ojos y me estudia largo y tendido. Tanto, que empezó a ponerme tensa.

-¿Donde vas? -dice serio.
-Em... ¿a la biblioteca?
-A la biblioteca. -repite pensativo.
-Si... ya sabes que voy todos los fines de semana.
-Pero... Vas a la biblioteca, ¿cierto? No vas a otro sitio, ¿verdad? -dice alzando un ceja.
-¿Porque iba a mentirte? -digo confundida.
-No se... dímelo tu.
-¿Qué insinuas?
-Yo no insinuó nada. Solo qué... ¿no vas demasiado arreglada?

Y entonces pasa algo que me deja desconcertada.
Los ojos verdes de Harry se clavan sin vacilación en mi escote.
Mis mejillas empiezan a arder con la intensidad de un incendio.
Rápidamente mira otro lado, incómodo.
-¿A... arreglada? -tartamudeo. -Voy igual que... ¿siempre?
-No me gusta la camiseta.

Otra vez sus ojos se clavan en mi escote y esta vez se quedan más tiempo del necesario.

-¿Que tiene de malo? -pregunto incómoda.
-Es muy... escotada.

Mis mejillas estallan en fuego de nuevo. Miro hacia otro lado, demasiado incómoda para mirarle.

-A mi me gusta. -digo con inseguridad.
-Pues a mi no. -dice bruscamente. -Ponte un suéter.
-Si me le pongo, ¿me dejarás el coche?
-Iré contigo. -dice levantándose.
-Um... Vale.

Le lanza una mirada extraña.

-¿O prefieres ir sola?
-No, esta perfecto. -digo sonriendo.
-Ponte un suéter.

* * * *

-¡Jesucristo Mack! -dice Harry mientras hace malabarismos con una montaña de libros. -¡Te he dicho solo tres!
-Pero si solo son tres más... Y no te quejes, que has aceptado.
-Tramposa... Sabes que no puedo decirte que no. -dice soltando los libros encima del sofá.

Suelto una risita.

-¿Vemos Troya? -le digo con una sonrisita traviesa.

Me mira divertido, alzando una ceja.

-¿Podrás soportarlo?
-Si, si podré. -digo sonriendo más.
-Voy a hacer palomitas entonces... -dice caminado hacia la cocina.
-¡Las quiero de mantequilla! -grito tirandome en el sofá.
-¡Yo las quiero de sal! -me grita.
-¡Pero me dan sed!
-Mack, el otro día te toco a ti elegir.
-Vale... De acuerdo, de sal.

Le oigo resoplar.
Me levanto y preparo el DVD.

-Vamos, dale al play. -dice Harry detrás de mi.

Salto de susto y me incorporó.

Lleva los pies descalzos, esos pies tan perfectos como sus manos, masculinos, finos y elegantes, el pelo alborotado y los botones superiores de la camisa desabrochados.
Me mira divertido y se mete una palomita en la boca. Una palomita de mantequilla.

Ya No Soy Tu Niña (Harry Styles)Onde histórias criam vida. Descubra agora