Capitulo 3: Deseos ocultos

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El viento juguetea un sube y baja con mi vestido, mis pulmones se encuentran repletos del aire salado y mi cabello baila al song de su propia música, estando aquí me siento tan superior, tan intocable, que se me escapa un gran suspiro.

Escucho que gritan mi nombre a mi espalda, me doy la vuelta y lo veo parado en la puerta de la cabaña vestido con sólo un short, dejando a la vista sus formados abdominales y la anchura de sus hombros, me hace señas para que me acerque, con una sonrisa en los labios camino hacia él.

Voy en contra del viento, con la tela de mi ropa pegada al cuerpo y el cabello lejos de mi rostro, subo los escalones que se encuentran al pie de la cabaña y finalmente me encuentro frente a él que también esta sonriendo, coloca su mano en mi cintura atrayendo mi cuerpo hacia su torso desnudo, sedo ante su tacto y mis manos se deslizan detrás de su cuello, él aprieta su agarre y una risa juguetona sale de mis labios, me acaricia la mejilla y me levanta sobre sus brazos llevándome dentro, donde me deja sobre el sofá y se aleja desapareciendo por la puerta.

Cierro los ojos y dejo que la felicidad inunde cada rincón de mi ser, alumbrado cada parte de mi que se encuentra sumergida en tinieblas, dejándome una sensación de paz incontenible...

Regresa con una bandeja en sus manos y la deja sobre mis piernas, es el desayuno más encantador que me han dado, y la comida es lo último que influye.

Me inclino para agradecerle con un beso cuando una cegadora luz me obliga a cerrar los ojos, para cuando puedo abrirlos de nuevo me encuentro en mi habitación, en la que los rayos de sol se filtran por mi ventana acariciando todo mi cuerpo con un sutil calor mañanero.

Miro a mi alrededor aún desorientada por el cambio brusco de ambiente, me levanto y preparo para irme, hoy iré a hablar con Williams sobre este nuevo y tan acogedor sueño, ya puedo escuchar su voz juguetona diciéndome que sigo soñando esas cosas por mis supuestos deseos-ocultos-de-ser-actriz-porno, el hace cualquier cosa por animarme.

Al culminar la clase fui directamente a la oficina de Williams ubicada en la última planta del edificio central, al llegar toque la puerta suavemente con mis nudillos y al instante una gruesa y autoritaria voz respondió con un simple —adelante—

Giro la manilla y consigo a mi ex-orientador sentado detrás de un gran escritorio de roble rebosante de papeles, mi vista viaja por la habitación que se encuentra exactamente igual que la última vez que he venido; cuadros de rebosantes colores dando vida a las tristes paredes gris plomo, el piso adornado con la usual alfombra vinotinto que hace juego con el archivador del fondo, y dos sillas negras de asiento espumoso frente al escritorio. Al verme una gran sonrisa aparece en su cara.

—Eres una total idiota, estoy harto de decirte que no debes tocar para entrar aquí— reclama abriendo sus brazos, me acerco a él y le correspondo con un cálido abrazo.

Me alejo para poder tener un mejor ángulo de vista; su compostura gruesa, su piel clara, sus ojos azules y su cabello castaño resaltan con un costoso traje a medida negro.

—Oh no, eso no pasará. Quizá que cosas haces cuando esa puerta está cerrada, no me entusiasma la idea de encontrarme a una secretaria en tus piernas botando baba por ti— lo miro por unos segundos con la ceja levantada. Su rostro se torna de un rojo intenso y su mandíbula se abre más de lo necesario mientras ríe sin parar.

—Primero— repone calmando su risa— si estuviera con una secretaria te aseguro que no podrías abrir esa puerta, es más, de ahora en adelante esa será tu señal par saber que cosas-altamente-salvajes pasan aquí adentro, así que te suplico que no intentes espiar— eleva su tono de voz al ver que intento replicar— segundo, no hace falta tenerlas en mis piernas para que las veas babeando por mi así que termina de acostumbrarte, cariño— sonríe presumidamente mientras me guiña un ojo— y por último— dice achicando sus ojos de forma amenazante —si vuelves a dejar pasar tanto tiempo sin venir a verme, juro que te buscaré, secuestrare, torturare y mataré sin piedad alguna.

Sonreí ante su loca ocurrencia.

—Palabras no muy maduras para un hombre de 27 años— digo con gesto despreocupado mientras me siento frente a su escritorio —ahora bien, a lo que vine. He vuelto a soñar con el sexy desconocido— con toda su atención puesta en mi le relate cada detalle del sueño y todas las emociones que esté desencadenó en mí.

—¿Que clases de libros estás leyendo, Alli?

—No seas idiota y ayúdame— le reclamo entornando los ojos.

—Sigo pensando que deberías probar hacer un vídeo, a ver si te pasa toda esta ilusión de ser actriz porno— declara pícaramente, pero al ver mi mirada asesina añade —No te tortures tonta, quizá sólo necesitas alguien en tu vida— tras aclarar que ese punto no era factible, cambiamos de tema.

Dos horas después me encontraba en las afuera de la universidad esperando un taxi, hoy mi tolerancia a un larga caminata es cero.

Repentinamente una gran camioneta se estaciona frente a mí, hago un gesto de confusión y me pongo alerta, el vidrio del pasajero baja y puedo ver una sonrisa conocida.

—Hola linda, ¿me permites llevarte?— todo mi cuerpo se relaja al escuchar la seductora voz de Brian.

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Hola de nuevoooo
¿Que les pareció el capítulo?
Gracias a todos los ojitos que siguen la historia, me hace TANNN feliz*3*

Crónicas de una chica simpleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora