CAPÍTULO 7

14.7K 849 62
                                    



Narra Madison


Estoy loca. ¿Cómo pude preguntarle eso? ¿Cómo debería despedirse según yo? La verdad no sé por qué lo hice, fue un impulso. No quería que se fuera y las palabras salieron solas de mis labios, sin previo aviso, no puede procesarlas.

Estoy más rígida que un tronco y el nerviosismo que siento es tan grande que no puedo pensar con claridad, me he quedado sin palabras, mi cuerpo ha empezado a temblar, sin embargo, no sé si es a causa del frío que siento o la cercanía que de nuestros cuerpos.

Aidan sostiene con firmeza mi cintura, impidiendo que me aleje. El olor de su perfume mezclado con alquitrán que se le ha quedado arriba, inundan mis fosas nasales al instante. Siento mis piernas flaquear, así como mi respiración cada vez se acelera más. Cierro los ojos unos segundos al mismo tiempo que tomo una bocanada de aire para luego expulsarlo. Abro los ojos para finalmente fijarlos en su rostro, encontrándome con sus ojos dilatados mirándome con vigor. Observo cómo las gotas de lluvia se deslizan con rapidez por su cara. Cómo en un momento sus ojos se posan en mis labios y parecen perderse en estos. Era obvio que ya no estaba esperando una respuesta de mi parte. Súbitamente deposito mi mirada en los suyos en el momento que este empieza a acariciar con el dedo pulgar de su mano izquierda, la con la cual aún sostiene mi barbilla, mis labios. Mi cuerpo y todo el vello de este se estremece por su tacto. El palpitar de mi corazón está tan acelerando que estoy segura de que no solo puede sentirlo sino escucharlo también.

— ¿Q-Qu-Qué...? —Inicio nerviosa, pero me callo en el momento que este me acerca a un más, elevándome de tal manera que me encuentro parada de puntillas, mis pies apenas tocan el suelo. Suelto un pequeño jadeo en el momento que este rosa sus labios con los míos.

— ¿Y según tú cómo debería despedirme? —Indaga con voz rosca con sus labios a tan solos unos centímetros de distancias de los míos.

No le contesto. Me encuentro demasiado aturdida, su cercanía y su aroma me han cautivado por completo, mi cuerpo no reacciona más que a sus roces y mi mente se ha quedado en blanco. En el momento que este vuelve a acacias mis labios esta vez con los suyos inconsciente cierro los ojos unos segundos, y al volverlos abrir me encuentro con su mirada, la cual lentamente vuelve a deslizarse hasta mis labios y hago lo mismo, y entonces, sin previo aviso, oprime mi cintura acercándome a él, uniendo así finalmente nuestros labios.

 En el momento que este vuelve a acacias mis labios esta vez con los suyos inconsciente cierro los ojos unos segundos, y al volverlos abrir me encuentro con su mirada, la cual lentamente vuelve a deslizarse hasta mis labios y hago lo mismo, y ento...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aidan me besa con delicadeza y suavidad, sus labios recorren los míos con soltura, descubriendo y acariciando cada rincón de estos. A ojos cerrados le correspondo, deslizando mis manos desde su pecho hasta su nuca. Poco a poco el ósculo se intensifica y pasa de acariciar a devorar mis labios, con ansiedad, hambre y sed. Suelto un pequeño resoplo en el momento que este me acerca aún más.

Continuamos besándonos apasionadamente hasta que luego de unos minutos, jadeando, con la respiración y corazón acelerados nos separamos a falta de aire. Aidan finalmente floja su agarre en mi cintura, pero no me suelta, simplemente une su frente con la mía mientras intenta, al igual que yo, regular su ritmo cardiaco.

ALÉJATE DE MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora