Capítulo 14-Lina

Start from the beginning
                                    

—¿Tequila? —curioseo conforme me hago a un lado para que pase.

—Sip; hoy es noche de ronda de tequila en el bar, así que nosotros vamos a empezar en tu casa —demanda, al tiempo que caminamos hacia la cocina.

Sí, la ronda de tequila; recuerdo eso. Es la noche cuando permiten que algunas mujeres suban a la barra para bailar, y también para recostarse sobre esta; las que se recuestan, es para la famosa "ronda de tequila". Consiste en lo siguiente: una chica se recuesta sobre la barra, mientras que el compañero que eligió le forma una línea de sal sobre su estómago, entre las costillas hasta su ombligo, el cual se llena de tequila y luego ella debe sostener una rodaja de limón o lima sobre su boca. Después de la preparación, empieza el juego, su compañero lame la sal de su estómago hasta su ombligo, luego succiona el tequila que está dentro de este, para terminar tomando con su boca la rodaja de limón que ella o él tienen en sus labios; todo, sin usar las manos. Una gran hazaña.

—Bien, esa idea me gusta; siempre con buenas ideas, teniente.

—Ya lo sé —fanfarronea.

—¿Y Lucas? —indago, buscando los tequileros y los limones.

—Debe estar por llegar, pasaba primero por la casa de la madre —me hace saber.

—Bien, empecemos con la ronda —lo apuro.

—Tranquila chica, no queremos llegar al club ebrios —suelta conforme sirve los tragos.

—No vamos a llegar ebrios —le aseguro; él me mira por un instante, hasta que se decide a hablar.

—¿Algún día me vas a contar lo que pasó en Alemania? —interroga para luego se toma el tequila.

—Algún día —murmuro.

Definitivamente hoy no va a ser ese día.

—Voy a tener que emborracharte, entonces —dice divertido, vertiendo más alcohol.

—Eso no va a pasar —lo miro a los ojos y él no esquiva su mirada—. Otro día lo voy a hacer, te lo juro, pero hoy no.

—Tengo tiempo —habla, elevando sus hombros.

Después de unos minutos se vuelve a escucha el timbre, Gaby se levanta de un salto y va a abrir la puerta; el que llega esta vez es Lucas.

—Hola, preciosa —besa mi frente—; pareces una chica mala —entona admirando mi ropa.

—Es la idea. ¿Cómo estás?

—Bien —mira el tequila—. ¿Empezaron sin mí?

—No es mi culpa si tardan —contesta Gaby sirviéndole un trago.

—Tenía que ser idea tuya —vocifera Lucas—. ¿Y Sole?

—No sé, debe estar haciendo la "ronda de tequila privada" con Erik antes de venir —contesto.

—Seguramente —asiente Gaby—. Yo también quiero una de esas — argumenta, antes de beber su trago.

Después de media hora nos hemos bajado más de media botella; estamos... ¿cómo decirlo...? Alegres. En ese momento vuelve a sonar el timbre, anunciando la llegada de Sole y Erik.

—Por los Dioses del alcohol destilado, ¡empezaron sin mí! —espeta Sole al vernos.

—Gaby —dijimos con Lucas al unísono, apuntándolo.

—Era de esperar, el nene siempre tiene que dar la nota —refuta la pelirroja.

—Nosotros le dijimos que te esperara, pero viste cómo es —acota Lucas. Mentiroso.

Maldito Cuerpo Traicionero (En Edición)Where stories live. Discover now