30 dias de OTP(MidoTaka)

Día 20(Bailando)

Supongo que ahora... Ya solo queda dar el "Sí quiero".

Miré a la chica de mi lado, quien igual que los invitados, escuchaba atenta el discurso tan típico de todas las bodas. Miré a los que estaban en esa misma sala, la mayoría eran de grandes empresas, y unos pocos amigos y familiares. Volví a mirar a mi futura "amada esposa". Si tan solo fuera Takao, si tan solo fuera a quien yo realmente amo.

Suspiré. Esto no era justo.

-Midorima Shintaro, ¿Aceptas a Alice Jones, como tu legitima esposa?- Observando un par de segundos a la chica, miré hacia el hombre que oficiaba la ceremonia.

-No.- Todos en la sala callaron al oírme, intentando entender todo lo que estaba pasando, pero casi al instante empezaron a gritar.

-¡¿SHINTARO QUE ESTAS DICEINDO?!- Gritó mi padre levantándose del asiento.

-Lo que ha oído padre, ahora si me disculpa.- Empecé a correr a través del pasillo, tenía que ir rápido, necesitaba encontrar a Takao por encima de cualquier cosa. Por suerte conocía a Takao, y sabía que cuando se deprimía muy pocas veces tenia fuerzas, así que seguramente estaría cerca. Tal como predije, ahí estaba, aún le oía sollozar, mientras andaba lenta y tortuosamente hacia quien sabe dónde. Corrí hacia él, abrazándole por la espalda lo que hizo que diera un bote.

-¡¿Shin-Chan?!- Gritó girándose hacia mi.- ¡¿Q-Que?! ¡¿T-Tu?! ¡¿Q-Que?!

-Lo siento.- Susurré besando sus labios.- He sido demasiado lento en todo... No pienso casarme con esa chica, aunque mis padres quieran que lo haga, solo hay una persona con la que me casaría, y esa... Eres tu.- Ambos nos miramos a los ojos, completamente sonrojados y Takao con lágrimas rodando por sus mejillas.

-¡SHINTARO!- Nos giramos al oír ese grito, viendo a mi padre quien con una mueca de total enfado venia hacia nosotros.- ¡¿SE PUEDE SABER QUE FUE ESO?!

-No pienso casarme con esa mujer padre, ni con ella ni con ninguna.- Apreté a Takao con más fuerza contra mí, protegiéndolo por si a mi padre se le ocurría hacer alguna locura.- Con la única persona que me casaría es él, Takao Kazunari.

-¡S-SERAS! ¡SHINTARO SUELTA A ESE CHICO Y VUELVE AHORA MISMO AHÍ DENTRO!

-¡No! ¡No pienso soltar a Takao! ¡Nunca lo haré!- El rostro de Takao se enrojeció cada vez más, mirándome con esa dulce mueca de confusión que tanto ponía.

-¡AHORA VERAS!- Empezó a acercarse a nosotros, pero antes de dar si quiera dos pasos, mi madre llegó y paró a mi Padre.

-Cariño ve al coche, tanto estrés no puede ser bueno para tu salud.

-¡SUELTAME! ¡PIENSO HACER PAGAR A ESE CRIO!

-¡Te estoy diciendo que vayas al coche! ¡Ya arreglaremos esto luego!- Mi madre se llevó a rastras a mi padre, dejándonos de nuevo solos. Desapreté algo mi abrazo de Takao, quien me siguió mirando confundido.

-¿D-De verdad? ¿E-Esto es real?- Sonreí levemente, Takao sabía que cuando ponía ese rostro me era imposible no besarlo.

-Sí Takao, no pienso casarme con ella.- De nuevo unas lágrimas de felicidad cayeron por las mejillas de Takao, acompañadas de su tierna sonrisa. Empecé a dejar suaves y rápidos besos en sus labios, de forma que no le diera tiempo a corresponderlos, sabía que a Takao le desesperaba que hiciera eso.

- Moou Shin-Chan... Déjame besarte en condiciones.- Haciendo un puchero, se puso de puntillas, intentando llegar a mis labios, pero antes de hacerlo le robé un beso, que hizo que su puchero aumentara.- ¡Shin-Chan!- Aumenté mi sonrisa, bajando hasta a su altura para que fuera Takao quien pudiera besarme. Al instante Takao unió nuestros labios, jugueteando con mis mechones de pelo, enredándolos y desenredándolos entre sus dedos.

-¡Midorima, Takao!- Nos giramos hacia esa voz, viendo a Aomine quien corría junto a Kasamatsu.- ¡¿Se puede saber qué pasó?!- Takao y yo nos miramos, dándonos un pequeño beso.

-No fue nada, solo no quise casarme con alguien a quien no quiero.

-Ya pues... Hay un pequeño problema.- Empezó Aomine.- En cuanto saliste corriendo... Bakagami fue directo al banquete.

-Y el idiota de Kise le siguió.- Kasamatsu tensó el puño.

-Igualmente... Ya todo está pagado así que, será mejor aprovecharlo.

(...)

Al entrar en donde se tenía que celebrar el banquete, nos encontramos como no solo Kagami y Kise, si no todos los chicos de los demás equipos estaban ahí.

-¡¿Se puede saber qué?!

-¡Midorima! ¡Tienes que probar al tarta!-Gritó Kagami con un trozo de tarta en la boca.

-Está deliciosa...- Dijo Murasakibara.

-¡¿Después de lo que pasó os pareció que lo mejor era ir corriendo al banquete?!- Grité, a lo que Kagami asintió.

-Vamos Shin-Chan... -Susurró Takao.- No tienes que enfadarte tanto.- Entrelazó nuestras manos, cosa que hizo que me clamara un poco. En ese momento, empezó a sonar una balada.

-¿Quieres bailar?

-¿Y-Yo? P-Pero Shin-Chan yo no se bai...

-Yo te enseño.- Llevé a Takao hasta la pista y coloqué una de mis manos en su cintura y la otra tomando su mano. Takao me imitó, y puso su mano en mi hombro.- Tan solo sígueme... Uno, dos, tres, uno, dos, tres...- Empecé a guiar a Takao, quien no dejaba de mirar a mi rostro.

-Eres muy bueno Shin-Chan.

-Tomé clases de niño.

-Pero... Esta forma de bailar es muy seria.

-¿Eh?- Sin darme tiempo a responder, Takao pasó sus brazos alrededor de mi cuello, apoyándose en mi torso.

-Me gusta más bailar así.- Susurró, consiguiendo que me sonrojara, mis dos manos se fueron hacia su cintura, empezándome a mover lentamente sin soltar a Takao ni un momento.

-P-Pero esto no es bailar.- Takao rió.

-Pero me gusta más.- Di un suspiro, acomodando mi rostro entre sus cabellos.

-E-Está bien.

-Gracias Shin-Chan.- Me apretó algo más contra él.- Gracias por elegirme.- Subí mi mano hasta poder agarrar el mentón de Takao, obligándole a mirarme.

-Gracias por quererme en todo momento.- Con una tierna sonrisa junto a ese sonrojo que aunque no lo pareciese, caracterizaba tanto a Takao, no volvimos a besar, sintiendo como al fin, podíamos estar juntos de nuevo.