Día 6 (Usando la ropa del otro)

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-M-Miyaji-San... E-Esto no me gusta...

-Es culpa tuya~ Perdiste mi apuesta y... Quiero mi premio.- Sonrió pícaramente el rubio.

-¿P-Pero es necesario hacer esto? Y-Ya lo hizo con Otsubo-San y-y ahora yo...- Susurró el azabache avergonzado.

-Te olvidas de Kimura, soy muy bueno ganando apuestas, y sí, vas a tener que llevar esto todo el entrenamiento. Además Midorima me lo agradecerá.- Takao intentó un último puchero, que de nuevo fue ignorado por su Senpai.

Hoy era un día especia en Shutoku, era el único día de año, salvo en el festival escolar, en el cual como celebración, se les permitía llevar cualquier prenda de ropa o disfraz. En el día de hoy, se había visto gente disfrazada de cualquier animal, serie del a televisión, e incluso chicos haciendo cosplay de su personaje favorito. Y una ocasión tan especial, no podía desaprovecharse. Miyaji adoraba ese día, sobre todo si podía de alguna forma controlar de qué iría cada uno. Había conseguido que el chico con el número cinco del equipo, llevara un enorme "kigurumi" de un oso, vestirá su Kohai con solo la camiseta del uniforme deportivo de su novio, y lo más importante para él, vestir a Otsubo con un demasiado ajustado traje y unas orejas de conejo. Pero volviendo a Takao, tenía que hacer toda la práctica en ropa interior y la camiseta con el número seis, perteneciente a Midorima.

-¿Porque tengo que vestir esto? Shin-Chan se enfadará porque le quité la ropa.- Hinchó sus mejillas.

-Quéjate todo lo que quieras, pero vas a ir con la ropa de Midorima todo el entrenamiento.

-¡¿No puedo al menos llevar los pantalones?!

-Eso esculpa tuya, te dije que cogieras TODO su uniforme deportivo. Si solo cogiste la camiseta, problema tuyo. Y piensa que, aun hay una segunda parte de castigo.

-¡Takao! ¿Estás aquí?- La voz de Midorima resonó por los pasillos.

-Ya llega Midorima~ Yo me voy al gimnasio.- Miyaji salió corriendo, dejando a Takao solo en el vestuario, con Midorima acercándose cada vez más.

-¿Takao estas a...- Midorima quedó sin palabras al ver a su novio

-E-Esto es culpa de Miyaji-San.- Takao no se atrevía aun a mirar a Midorima, pero al subir la mirada, pudo ver como su novio mantenía una mano tapando su nariz, evitando que el hilo de sangre que ya salía por esta fuera a más.- ¡¿Shin-Chan?! ¡¿Te encuentras bien?! ¡¿Que rayos pasó?!

-¿C-Como que "Que rayos pasó"? ¡A cualquiera le pasaría esto si le recibes así!

-¡T-Te digo que no es culpa mía! ¡Mi-Miyaji-San fue quien...- Takao no pudo seguir quejándose, ya que Midorima lo calló, besándole con dulzura.

-Recuérdame que agradezca a Miyaji.

-N-No tiene gracia... ¿Cómo se supone que voy a practicar yo así?

-Pues... Podría dejarte el otro lado del uniforme.- Midorima volvió a besar con la misma dulzura anterior a Takao.

-Me irá enorme... Se me estará cayendo cada cinco minutos...- Esta vez fue Takao sin buscó los labios de Midorima.

-Esa es la idea.- Takao rio, no siempre su tsundere era tan lanzado.

-¿Y cómo practicaras tú?

-Puedo usar las camisetas de emergencia para quienes se dejan el uniforme.

-O... Puedes usar el mío.

-No me entrará.- Susurró bajando a morder el lóbulo del oído de Takao.

-Si yo tengo que usar tu ropa... Es justo que tú utilices la mí...

-¡Chicos! ¡La práctica ya empezó daos prisa!- El capitán de equipo, con aun las orejas de conejo que cierto rubio le obligó a ponerse, apareció por la puerta. Takao intentó con todas sus fuerzas no reírse, pero le fue imposible no estallar en carcajadas, casi tirándose al suelo de tanto reír.

-¡Ya entiendo porque Miyaji-San estaba tan feliz esta mañana!

-¡V-Vamos!- El mayor se sonrojó por completo.- ¡A-A entrenar dije!

(...)

Después de una práctica donde, Kimura se había tropezado al menos tres veces con su disfraz, Takao había clocado bien su ropa cada diez segundos, y Miyaji estuvo literalmente babeando por todo el gimnasio, al ver a Otsubo vestido de conejo, el causante de todo esto se encontraba en el vestuario, preparando su última sorpresa para Midorima.

-Miyaji-San.- La voz grave del peli verde le hizo voltear.

-¿Si Midorima?

-¿Fue usted quien vistió con mi ropa a Takao, cierto?- Miyaji asintió victorioso.- ¿Cómo puedo agradecerle?

-Consiguió que Otsubo se vista de Maid y estaremos en paz.

-Haré lo que pueda.- Realmente, cuando se juntaban aquellos dos nada bueno podía salir.

-Por cierto, aun tienes una última sorpresa.

-¿Eh?

-¡Takao entra!- Takao, de nuevo con la cabeza baja, entró en el vestuario, vestido con el uniforme de la escuela de Midorima. El cual por sus largas mangas, no dejaban ver las manos de Takao, quien movía arriba y abajo sus brazos una y otra vez, intentando poner bien las mangas.- Sorpresa.

-Miyaji-San, tenga por seguro que conseguiré ese traje de maid.- Una enorme sonrisa se formó en los labios de Miyaji.

-Miyaji-San, que sepa que le odio.- Mustió Takao mirándole como si quisiera atravesarle con la mirada.

-Yo también te aprecio Takao.- Miyaji le sacó la lengua al más bajo.

-Ahora si nos disculpa Miyaji-San...- Empezó Midorima cargando a su novio en brazos.- Nos surgió algo que hacer.

-Mientras Takao pueda andar en la práctica de mañana, por mi genial.

-¡Oe! ¡Miyaji-San! ¡¿Shin-Chan que haces?! ¡Van a vernos fuera!- Pataleó Takao como si se tratara de un niño pequeño.

-¿Tengo cara de que me importe?- Takao pensó en responderle, pero pocas veces eran las que su adorado megane era tan poco tsundere. Sonrió levemente, besando la mejilla de Midorima.

-Está bien, pero mañana me las pagaras, pienso obligarte a practicar con mi uniforme.- Shintaro esbozó una ligera sonrisa.

-Como tú digas.



30 dias de OTP(MidoTaka)Where stories live. Discover now