30 dias de OTP(MidoTaka)

Día 4 (En una cita)

No entendía muy bien la razón de aquello, pero una oportunidad así no se podía desperdiciar. Shintaro Midorima era conocido por tres cosas, sus monstruosos triples, su pelo verde, y por su gran tsunderismo. Así que no podía desaprovechar el día en que fue él quien me pidió una cita y no a la inversa.

-¡Shin-Chan!- Le saludé con la mano al verle.

-T-Takao, hola.- Sonreí mirándole.

-Siento llegar tarde, el autobús se retrasó. ¿Hace mucho que esperas?

-N-No... Prácticamente acabo de llegar.

-Entonces... ¿Dónde vamos?-Ambos empezamos a andar, sin ningún destino en concreto.

-P-Pensé que podríamos ir al p-parque o... A-Algo así.- No pude evitar sonreír, al ver ese enorme sonrojo en el rostro de Shin. Llevamos ya tres años saliendo, y aun se ponía nervioso en las citas.

-Está bien.- Me acerqué tomando levemente su meñique con el mío.- Vayamos, hace bastante que no voy a pasear por ahí.

(...)

Llegamos al parque más cercano, en el cual había varios niños jugando, pero Shin y yo solíamos pasear por un pequeño camino de cerezos.

-¿Cuánto hace que no veníamos por aquí?

-Desde... Segundo de preparatoria, creo.- Shin miró hacia el suelo intentando recordar.

-Cuando empezamos a salir.- Sonreí, a lo que Shin asintió. No hice esfuerzo en resistirme o en mirar si había alguien cerca de nosotros, me puse de puntillas, hasta alcanzar la mejilla y darle un beso.- ¿Te dije alguna vez que te quiero?

-I-Idiota.- Subió su mano libre a su rostro, ajustándose las gafas para esconder el sonrojo, cosa que hizo que yo riera de nuevo.- Ta-Takao... ¿Quieres...- Señalo hacia un puesto de helados. Asentí con efusividad, llevando a Shin corriendo hacia el puesto. Ambos pedimos nuestros helados, y volvimos a empezar a andar, esta vez ya saliendo del parque y dirigiéndonos hacia la calle.

-Podríamos ir a unos recreativos o... Algo así, abrieron unos hace poco.- Miré hacia Shin, esperando que respondiera, pero no lo hizo.- Shin-Chan.- Aún no recibí respuesta.- ¿Shintaro?- Como no respondía, acerqué mi helado hasta su mejilla, manchando esta.

-¡Bakao! ¡¿Porque hiciste eso!?

-No me contestabas.- Hinché mis mejillas.- ¿Que pensabas tanto?

-N-No es nada.- Le miré sin creerle, pero decidí no insistir.

-Eso me recuerda, ¿Porque esta cita? Es decir, casi nunca eres tu quien me invita.- Shin dio un respingo en el sitio, parándose.

-Ha-Hace mucho que... Ll-Llegas agotado de la universidad y... L-Luego vas a tu trabajo de medio tiempo así que... Parecías estresado, pensé que así te relajarías.- Era cierto, pues hacia mucho que no podía tener un día tranquilo como hoy. Miré a Shin enternecido.- ¿Cómo puedo estar tan enamorado de este tsundere?- A-Además... Ho-Hoy es nuestro aniversario.- Me golpeé mentalmente la frente. Llevaba meses esperando este día, incluso le había comprado un regalo a Shin pero... Con el estrés de estas últimas semanas se me había olvidado por completo.

-¡Rayos! De verdad... Lo siento yo... Se me olvi...- Antes de poder seguir, la mano de Shin estaba delante de mí.

-T-Toma.- Alargué mi mano hasta la suya, recibiendo una pequeña cadena con un dije plateado en forma de corazón.- S-Sé que puede s-ser cursi pe-pero yo...- No le dejé terminar, no me había tardado ni dos segundos a besar sus labios.

-Gracias.- Otro beso.- ¿Cómo logras hacerme feliz siempre?

-¡T-Takao! ¡E-Estamos en medio de la ca...- Volví a besarlo sonriendo.

-Sabes... Yo también te compré algo, podríamos ir a casa y te lo doy junto... A un pequeño "extra".- Sonreí pícaramente. Shin tragó saliva, y agarrando mi mano, empezamos a correr hacia casa.