Sinsajo: No todo ha terminado.

Capítulo 17

-No te preocupes pequeña, Peeta recogerá el desorden de la sala y yo, no le diré nada al Tío Mitch sobre tu pequeña aventura- Susurro en el oído de Seannie para que nadie nos escuche

-Gracias, Tía Katniss- Dicho esto la pequeñita me da un gran abrazo- Siempre podré confiar en ti.

-Y yo en ti- Musito frente a ella- Ahora bien, vamos a ver todas las compras que he hecho para recibir al pequeño bebé.

-¡Claro! Y, ¿Hay algo para mí?- Pregunta la niña con interés.

-Baja y lo descubrirás- Respondo contenta al ver su carita llena de emoción

-¡Entonces, vamos!- Me toma del brazo con su pequeña mano y bajamos cuidadosamente los escalones de par en par.

Al llegar a la cocina, observo a Peeta lleno de harina en el rostro, él se gira y se dirige hacía nosotras, recuerdo, la historia que me conto Seannie hace unos momentos y lo abrazo, busco su oído y susurro dulcemente: Serás un gran papá. Dicho esto, le doy un cálido pero fugaz beso en los labios, esos labios que me hacen enloquecer día a día. Nos separamos lentamente, recordando que Seannie nos está observando. Ella solo se queda quieta, analizando la situación.

Peeta me abraza por la espalda, observa a Seannie, sonríe y dice:

-Tu galleta especial está lista- Seannie abre los ojos emocionada y salta hacía Peeta, él me suelta y yo sólo veo cómo la pequeña comenta algo a Peeta en el oído. Por unos segundos, la imagen de Peeta con Seannie se congela, deseando que mi pequeña esté ya a mi lado. Veo como los dos se alejan, de espalda hacía mí, de pronto, alguien cubre mis ojos, por la suavidad de las manos noto que es Annie, quien me dirige hacía la sala. Ya en ésta, veo que Effie y Haymitch, ya desmaquillado, se encuentran en el sofá esperando a que les muestre las cosas que compramos.

Siento la mirada de Haymitch, lo miro de reojo y veo que en sus labios se dibujan las palabras "Lo sé todo" con una sonrisa y con un movimiento de cejas. Sé a qué se refiere, debió oír la conversación que tuve con Seannie.

Peeta me llama desde la cocina, por un momento olvidé que él se había quedado allí con Seannie, al entrar, veo que tiene a la niña en brazos y se dirigen hacia mí.