Capítulo 12

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El pitido de un coche me levanta de un profundo sueño, me levanto perezosamente y miro el panorama, estaba sola, Peeta se había ido ya mientras que yo dormía un poco más, asomé por la ventana y me di cuenta que el pitido provenía del auto de Haymitch, mi mente se aclaró y fue entonces que me di cuenta que era viernes, se suponía que hoy regresarían.
Mientras bajaban las maletas, bajaba mejor dicho, ya que solo Haymitch lo estaba haciendo ya que Effie se dirigía hacia aquí importándole muy poco su equipaje, ella solo seguía caminando hacia la puerta disfrutando del sonido que hacían sus tacones al dar pasos seguros, <Maldita sea, viene hacia acá>. Sonó el timbre obviamente no era mucha la distancia entre el auto y la puerta. Baje y abrí la puerta Effie se hecho hacia mi abrazándome fuerte, casi me ahoga, mientras me abrazaba vi como una niña pequeña de ojos azules y cabello rubio rizado, corría hacia la entrada mientras Annie seguía su paso. 

-Effie- logra decir la niña mientras corre a abrazar a Effie.La niña se amarra de la pierna de Effie mientras sonríe, se aparta de mí y levanta a la niña en el aire, haciendo que esta sonría. Noto que Annie, parece preocupada, pero a la vez feliz, sonríe al aire, sin que nadie le haya dicho nada. Lleva un vestido azul pálido, cabello suelto un poco alborotado. Le sonrió pero ella no me devuelve la sonrisa. 
-¿Quién es ella?- Cuestiona señalándome -Katniss- Responde EffieAnnie frunce el ceño, debido a que la información que le ha dado Effie sobre mi le parece inútil.-Una amiga mía- termina por decir Effie.
Por lo visto a Annie se le aclara la mente un poco
-Oh, mucho gusto Katniss- susurra mientras toma mi mano y me abraza -Igualmente, Annie- digo siguiéndole el juego de que apenas ala acabo de conocer  -¿Cómo sabes mi nombre?- -Yo te conozco Annie- Contesto tomándole la manoLa aparta inmediatamente
-¡Claro, que no, tú no me conoces, nadie me conoce!- me grita y sale corriendoTrato de detenerla pero no puedo
-Perdón querida, sigue un poco mal, iré por ella, nos veremos después- Effie me besa la mejilla y se va con la niña en brazosCierro la puerta y me siento en el sofá, angustiada, lamentándome por Annie, sola, y con una hija demasiado hermosa. Decido leer un poco y pierdo la noción del tiempo, unas horas después noto que Peeta está sentado, cruzado de piernas mirándome
-Hola- me dice
-Hola, mm... ¿A qué hora llegaste?-
-Hace una hora ¿Por qué?-
-¡Cuánto tiempo he estado arriba?
-No sé una o dos horas, las mejores de todo mi día-
-¿A sí y por qué?
-No sé, me encanta mirarte- 
Me ruborizo inmediatamente, ¡malditas hormonas!
-¿Tienes hambre? – Me pregunta, está demasiado tranquilo -Sí y much....- ¡Rayos la comida¡Me medio levanto del sofá 
-Descuida, ya prepare la comida--Gracias-
Estoy en la cocina preparando un té, y alguien llama a la puerta. Es Annie.-Hola- dice bajando la mirada y casi susurrando -Hola... ¿Quieres pasar?-Sí, gracias-Se sienta temerosamente en el sillón, creo que se siente un poco incomoda -¿Té?--Por favor-Nos quedamos unos minutos en silencio, silencio muy incómodo, odio no saber qué hacer en estos momentos, ¿Por qué está aquí? -¿Crees, que solo puedes amar a una persona por el resto de tu vida?- Lanza repentinamente. -Sí, aunque creo que es difícil encontrar a esas personas, la mayoría se terminan enfadando por el más mínimo error que alguien cometa, una estupidez. Esas son las personas que tienen la fortuna de ser amadas, pero la dureza de no amar- Por un momento Annie mantiene la mirada fija, frunce los labios, pero le devuelvo una sonrisa, sus impenetrables ojos no me dejan saber lo que siente por dentro, pero sé que sufre, aunque sea de lo más mínimo, sufre y nadie la podrá hacer feliz de nuevo. Me siento mal por ella pero me siento culpable al sentir lastima por una persona que no se lo merece, ella no merece lastima, merece amor, afecto necesita a alguien a su lado que la reconforte, no un hombre cualquiera, solo Finnick. Siento un escalofrió al recordar ese nombre, esas imágenes me viene a la mente de nuevo, frunzo mi ceño mientras cierro los ojos. -¿Y crees que yo pueda ser amada?- me dice algo tímida, sé que lo está, por el tono de su voz-No lo sé, sinceramente, no lo sé, lo único que te puedo decir es que uno, sólo uno, iba poder corresponder a ti- -Sí, Finnick, él me ha dicho que me quiere, siempre me lo dice, platicamos mucho, igual mi hija siempre estamos juntos, pero, simplemente parezco una estúpida, porque regreso a la realidad, él no está aquí, yo no estoy con él- Lagrimas salen de sus ojos, ya no puedo verla más- Él no me amó aunque me lo diga eso no es verdad, ¡Por eso no está aquí! - Lo sé, pero yo solo sé que te amó más que a su propia vida, si sólo pudiera estar aquí...- -Pero no está- me interrumpe -Si lo estuviera, te amaría con todas las fuerzas del mundo, a ti y esa hermosa pequeña que tienes como hija, él te necesitaba, él no era nadie sin ti- -Es justo, yo no era nadie sin él-.

Sinsajo: No todo ha terminado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora