Capítulo 9

1.5K 96 1
                                    

El viaje de regreso al 12 es largo, tardamos un poco más de lo esperado. El tren sufrió una avería, yo no puedo descansar ni un poco, cuando intento dormir, siento como un líquido caliente corre por mi garganta, lo único que puedo hacer es correr al baño, al llegar saco todo lo que había comido. Al terminar puedo sentir mi garganta arder. Hasta ahora estar embarazada no está dando buenas señales para el futuro. Me quedo unos minutos en el baño, y escucho como Peeta llama a la puerta.
-¿Te encuentras bien Katniss? – Cuestiona Peeta
-Sí, posiblemente algo me cayó mal- Digo, tratando de convencerlo.
-¿Segura? No eres muy buena mintiendo.
-Sí- Contesto, esta vez con una voz más segura-
-Con respecto a nuestra visita con tu madre...- Comenta sin terminar la frase.
-No, por favor no Peeta, no quiero hablar de aquello.
-Katniss, por favor, no importa lo que suceda, puedes confiar en mí, pase lo que pase.
Esto último, lo dice con una voz tierna y dulce que me hace sentir que lo estoy excluyendo de esta parte de su paternidad, me hace sentir como si no quisiera que supiera que existe algo, no, alguien, que nos une. Por fin, logro que Peeta, entienda que no quiero hablar sobre lo que paso con mamá y juntos regresamos al tren. En el camino de regreso al vagón, Peeta me abraza por detrás y empieza a acariciar mí abdomen, poco a poco, siento como una gran felicidad llena mi cuerpo, tratando de sentir al bebé, mi bebé.
Llegamos al tren y automáticamente me tiro rendida en el sofá.
-¿Deseas algo? -Pregunta Peeta, en su voz puedo oír que también está cansado, ninguno de los dos pudo dormir, debido a los horribles vómitos
-Que te quedes conmigo- Respondo haciéndole un espacio para que se recueste al lado mío.
- Por siempre- Exclama Peeta con una tierna voz, siento como se recuesta a mi lado, siento el calor de su cuerpo, su pecho, sus piernas, sus brazos, esos brazos con los que me he sentido segura muchas noches.
-Te Amo- musito lentamente, Peeta solo me abraza fuerte, puedo sentir una revolución de emociones en mi estómago y esta vez estoy segura que no es por el embarazo. Es por Peeta.
- Yo también Katniss y nunca te dejare ir- Dice él. Volteo y le doy un tierno beso
Dormimos toda la noche abrazados, ninguno de los dos, se movió, esa noche no tuve nauseas, ni pesadillas, todo fue absolutamente perfecto, todo con Peeta lo es.
Por la mañana, abro los ojos y aun siento a Peeta a mi lado, creo que al moverme lo desperté.
-Buenos días preciosa-Dice con un tono de voz que me recuerda a Haymitch. ¡Oh, Haymitch! Que pasara con Effie, nunca me los imagine juntos, espero sean felices, para que así él olvide todo lo que le ocurrió en los juegos.
-Buenos días mi panadero favorito- replico con el mismo tono de voz-¡Vamos levántate flojillo! Hemos llegado a nuestro destino-.
-Es hermoso ¿no?- me dice sonriendo.
-¿Qué? ¿Volver a casa?
-Sí, pero hay algo mejor que eso.- Me dice Peeta
-¿A sí, y qué es eso?- Digo sonriendo
Peeta acerca sus labios a mis oídos y me susurra: - Estar junto a ti- Mientras me da un beso en la mejilla.- Siempre que estoy contigo todo mejora.- Todo lo que dice, hace que me sonroje, lo cual nota de inmediato.


Sinsajo: No todo ha terminado.Where stories live. Discover now