Sinsajo: No todo ha terminado.

Capítulo 7

Aún sigo ahí, acostada mientras mi madre sigue embadurnando el gel por todo mi estómago, estoy desesperada, no sé qué voy a hacer, no sé cómo ser madre, la angustia embarga todo mi ser al saber que tengo una vida en mi cuerpo, solo se una cosa, Effie tenía razón, estoy embarazada, no sé si son las hormonas pero lagrimas empiezan a salir de mis ojos, tal vez sean de felicidad o de tristeza, pero estoy llorando, mi madre está completamente concentrada viendo aquella silueta de apenas unos diez centímetros, asimilando lo que acaba de ver, su hija está embarazada, ¿Qué pensará de mí?, ¿Estará feliz o molesta porque piensa que soy joven para ser madre?, me espera lo peor, me doy cuenta de que estoy sonriendo, supongo que sí estoy feliz pero por dentro me siento muy angustiada, me desespero tanto que empiezo a hacer de nuevo ese horrible sonido que sale de mi boca cuando sollozo, lo odio, pero es lo único con que puedo demostrar mi desesperación, mi madre dice que me levante, me da un paño para limpiarme la sustancia del estómago, me pide que me vista y la vea en su consultorio, no opongo nada, solo la seriedad se refleja en su cara, voy de nuevo al baño donde había dejado mi ropa, cierro la puerta de golpe, me acurruco en el suelo y empiezo a llorar insultándome a mí misma mentalmente.

Trato de parar pero no puedo, me levanto aun con lágrimas en los ojos y me vuelvo a vestir, lavo mi cara y no la seco, tal vez el agua ocultara un poco mi angustia, para cuando ya estoy enfrente de la puerta del consultorio noto que el agua se ha secado por el aire acondicionado que se encuentra por todo el hospital, ahora mi rostro se ve muy blanco y destrozado, entro, sólo mi mamá me mira y pide que me siente:-Supongo que no tengo nada que decir sobre lo que te pasa- me dice ella con una sonrisa para alegrarme pero sinceramente no lo logra.
-No- digo bajando la mirada y juntando mis manos entre las rodillas
-¿Algo más que quieras saber?- pregunta ella con interés.
-Pues...-digo bajando mi voz
-¿Pues qué?¡Por favor soy una doctora no hay nada que ocultar!- dice en tono de ironía
- Pues todo lo que tenga que saber- respondo entre susurros.
Ahora lo sé todo, ahora estoy nuevamente"mentalmente desorientada".
Soy Katniss Everdeen, vivo en el distrito 12, vivo con Peeta, estoy embarazada de él, seré madre, estoy viva.
Mi madre me dijo todo sobre mi, tengo 8 semanas de embarazo, obviamente el padre es Peeta, es pequeño, como una alubia, no sé qué pensar, cada mes venir a que mi madre vea cómo está mi embarazo, seis meses más soportando a un bebe dentro de mí, hormonas alteradas, ¡Qué locura!, siendo sincera no me había dado cuenta que había subido un poco de peso pero seguí manteniendo mi misma figura, ahora toda mi ropa la tendré que vender o regalar y comprar ropa dos tallas más grandes que yo, aun así estoy feliz porque una vida está dentro de mí, por un momento mientras mi madre hablaba me preguntaba a mí misma cómo quede embarazada, solo hay una explicación a esto, el día en Peeta me hizo suya.
Fue una noche en que estábamos abrazados, el uno al otro, mi mano posaba sobre su pecho, su cabeza sobre mi cabello, diciéndome cosas para poder dormir de esa horrible pesadilla que embargaba mi pensamiento,sin embargo en ese momento sus brazos no eran suficientes para olvidar lo que había soñado, tenía sed de algo, de sus besos:
-Tranquila,nadie te hará daño- me dice susurrando en mi oído
- Lo sé, pero¿si lo hacen?-